El joven Aquiles González Sviatschi fue seleccionado por una escuela gastronómica cordobesa para lanzar una beca de estudios. El exparticipante de MasterChef 2023 se embarcó en este nuevo proyecto con el objetivo de cubrir parte de los gastos del primer año de la carrera e impulsar la profesionalización del rubro.
El lunes 17 de marzo, la fundación Celia lanzó la Beca Aquiles, una oportunidad para apasionados de la cocina que deseen estudiar Profesional Gastronómico. La misma cubre el 100% del primer año de la carrera, que es la más integral de las propuestas de la escuela.
Incluye formación en panadería, repostería, gastronomía empresarial y hasta coctelería. Quienes deseen anotarse deberán llenar un formulario y grabar un video corto en el que expliquen por qué desean ganar la beca. La convocatoria cierra el 4 de abril. Bases y condiciones aquí.
En diálogo con La Voz, Aquiles cuenta que la idea de la beca nació tras evidenciar una falta de profesionalización en el rubro gastronómico. “Charlando con Luciano Re, coordinador de la institución, nos dimos cuenta de que muchísima gente, sobre todo en el interior del país, no sabe si profesionalizarse o no en gastronomía. Una de las principales causas es la económica. Gastronomía es una carrera muy cara”, afirma.
Impulsar un bien gracias a la exposición televisiva
El estudiante de Relaciones Internacionales considera que MasterChef le abrió muchas puertas, entre ellas, la posibilidad de embarcarse en esta colaboración académica.
“Sin el programa, no habría concretado nada de todo lo que fui haciendo hasta hoy. Creo que eso está en cómo uno maneja la exposición que te da la televisión porque yo tranquilamente podría afiliarme a un circuito conocido en Córdoba, ir a restaurantes, comer gratis y no hacer gastronomía de calidad”, explica.

En el último tiempo, González Sviatschi mostró fuerte interés en algunos de los problemas que aquejan al ambiente gastronómico cordobés.
“Mi postura con los influencers de gastronomía es pública. Yo creo que es más el daño que le hacen a la gastronomía que al crecimiento, porque su objetivo es de publicidad, no de creación. A algunos dueños de restaurantes no les interesan estos debates, y eso tampoco ayuda. No es un problema unilateral”, expresa.
Gastronomía: exceso de influencers e informalidad
Para el cocinero, uno de los mayores problemas es la exacerbada cantidad de influencers gastronómicos cuyo único criterio para reseñar un local es su cantidad de seguidores.
“Un restaurante puede cerrar por una mala reseña. Te aseguro, porque me manejo en ese círculo y sobre todo el de los influencers, que todo está pautado. La gastronomía se fue por otro lado. Yo no profeso a favor de ese movimiento porque me parece que no está ayudando a crecer. Lo respeto porque es trabajo, se trata de un negocio de promoción gastronómica, pero tiene sus bemoles. La Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Córdoba tiene esto como preocupación”, señala.

“El criterio es ‘me gusta o no me gusta’; y la validez, ‘tengo dos millones de seguidores’. Carecen de ética. Después, vos hablás con productores gastronómicos de la ostia que no se promocionan. Eso es lo que me resulta raro. De igual manera, en los últimos cinco años hubo una mejora en la calidad de los contenidos y la oferta en Córdoba, pero yo creo que hay mucho más para dar”, agrega.
Para Aquiles, una forma de combatir esta falta de criterio es justamente el estudio: “La formación te va a dar esa chapa para decir las cosas, pero en todo aspecto de la vida. Una persona que tiene pasión por algo y le pone energía y formación va a poder brindar un criterio distinto”.
Y luego añade: “De igual manera, la formación en gastronomía no es lo único que necesitás para crecer en el ámbito. Uno también necesita de la práctica o incluso entender cómo funciona un negocio. Podés cocinar muy bien, pero si no entendés cómo manejar un restaurante, vas a fallar. Ninguna escuela de gastronomía hoy te va simplemente a enseñar a cocinar. Necesitás cierto manejo de otras áreas”.
Por otro lado, las y los estudiantes pueden conocer sus derechos y obligaciones como futuros trabajadores de un rubro que lamentablemente aún se encuentra bajo un alto grado de informalidad.
“Cualquier persona que te diga que el mercado laboral en gastronomía es un mercado registrado te está mintiendo. En la mayoría de los casos, la gastronomía se maneja en negro en la ciudad de Córdoba y en la provincia. Es muy probable que eso venga también a raíz de la carencia formativa. Al influencer le pagás en negro, ¿entendés? Todas las herramientas para crecer como un restaurante hoy se manejan en ese mercado”, reconoce.
El futuro de un ex-MasterChef
Al final de la nota, el exparticipante de MasterChef asegura que estaría encantado de poder ser parte de la próxima edición del certamen. En 2023, el cordobés quedó entre los siete mejores participantes de la competencia. Se fue en la 15ª gala de eliminación, tras un mano a mano con el salteño Antonio López.

“¡Nuestro querido Antonio! La verdad es que no sé nada. Todo el mundo me pregunta por él, pero desapareció de la faz de la Tierra. Sé que se mudó a Buenos Aires en 2023, que vendía rogeles, después empanadas, que estuvo en pareja y luego cortó, pero nada más”, revela.
El ganador de aquella edición fue Rodolfo Vera Calderón. En la actualidad, el periodista mexicano especializado en la Realeza trabaja en los medios. Tiene participaciones en TN y Ciudad Magazine y de vez en cuando en Telefe.
“Me encantaría volver si se arma algo nuevo. Quedé muy bien con Boxfish, la productora que hizo el programa. Sigo en contacto con algunos de mis compañeros. Muchos decidieron continuar su vida privada, algunos siguieron con sus emprendimientos y otros andan por streaming. Junto a Daniela, somos unos de los pocos que le metemos mucho a las redes. Nacho (Feibelmann) abrió su propio restaurante. El programa le cambió la vida”, comenta.
A dos años de aquella experiencia, el cordobés sigue apostando por el estudio y el año que viene espera recibirse como licenciado en Relaciones Internacionales. A diferencia del comienzo de su exposición pública, ahora es él mismo quien maneja sus propias redes sociales. “Ya aprendí”, asegura orgulloso.

“No tengo grandes proyectos para este año, pero no estoy cerrado a nada. Estoy terminando de cursar y muy a full con la gastronomía. Tengo muchos eventos a nivel local y estoy muy metido en el mundo del vino. El año pasado me recibí de sommelier. Todo lo hago desde la pasión, tengo cero nivel lucrativo. Es más una cuestión de interés propio que me hace laburar en estos entornos que jamás pensé habitar. Hay un boom del vino en Córdoba y me encanta. El público está aprendiendo a tomarlo y está cambiando la concepción que tenía antes. Me siento muy motivado”, cierra.