En plena etapa de conciliación con Eugenia “la China” Suárez, Benjamín Vicuña abrió su corazón y confesó que está viviendo un momento personal muy doloroso.
El actor reveló que hace más de cuarenta días no puede ver a sus hijos y que la distancia le resulta cada vez más difícil de sobrellevar.
El artista, que se encuentra en Chile, habló del tema en PH: Podemos Hablar, de la televisión chilena, donde se sinceró sobre el complejo vínculo con la madre de sus hijos y las dificultades que enfrenta desde que ellos se mudaron a Estambul, junto a la actriz.
Durante la entrevista, Vicuña explicó que la mudanza a Turquía fue un cambio repentino que lo tomó por sorpresa y lo dejó, de un día para otro, sin la posibilidad de convivir con sus hijos.
“Fue una decisión muy drástica. Yo no lo decidí, pero lo acepté”, expresó con visible tristeza. Luego, agregó: “No por mí, por mis hijos. Voy tratando de asimilar, de administrar algo nuevo, algo que no estaba en mi radar, pero es complicado”.
“Más que nunca, me gustaría protegerlos y no hablar de ellos. La verdad no es un lindo momento, más allá de decirte que sí, los echo mucho de menos. Hablo todos los días con ellos por teléfono”, continuó.
Con tono pausado, Vicuña reconoció que no siempre las decisiones familiares se toman en conjunto, y que eso genera tensiones inevitables. “Hay cosas que se conversan, otras que se deciden sin consultar. Yo trato de viajar cuando puedo, de sostener el vínculo desde donde estoy. No siempre se puede hacer todo como uno quiere, pero hay que estar”, expresó.
A pesar del dolor y la incomodidad de la situación, Vicuña evitó lanzar críticas hacia su expareja y madre de sus hijos. Por el contrario, destacó su rol materno: “Creo que mis hijos merecen estar con su mamá, porque Eugenia es una buena mamá. También creo que deben estar con sus hermanos, en su colegio, en Argentina”, señaló.
Aunque trató de mantener un tono medido, el actor reconoció que la situación actual con la China no es sencilla. “No tengo una relación fluida con la madre de mis hijos, ya que esto generó una dinámica súper difícil. Cuando dos personas adultas no se ponen de acuerdo con un tema tan básico, lógico, como es la residencia, el lugar donde viven... No es que tienes un problemita, es un problema grave”, admitió.
