Tras su salida de Gran Hermano, Catalina Gorostidi contó el “detrás de escena” de su reingreso al reality.
En diálogo con LAM, Catalina abordó diversos temas, entre ellos, su estado de salud y la controversia generada por comentarios de su padre y su exnovio al respecto.
La médica pediatra habló abiertamente sobre sus trastornos alimenticios, las razones que la llevaron a ingresar al reality show en medio de su tratamiento y cómo la experiencia en la casa influyó en su bienestar.
Catalina habló de su enfermedad
“Es una enfermedad que yo tengo hace un montón de años, eso es cierto... desde los 17 años, y tengo 33”, contó.
A pesar de estar en tratamiento, Catalina decidió ingresar a la casa de Gran Hermano. “La verdad que fue una oportunidad que se dio así como muy rápido y la verdad que a mí me encanta la casa”, confesó y precisó que recibió garantías por parte de la producción con respecto a su salud. “A mí la producción me aseguró que si yo necesitaba algo, lo que sea, ellos me iban a cuidar, que ante la mínima cosa que yo no comiera me iban a sacar volando de la casa, todo eso me lo aclararon muy bien”.
“Por ejemplo, en un momento no teníamos más leche y yo fui yo fui al confesionario y dije ‘Mira, no hay más leche, necesito de leche para tomar porque yo necesito recuperarme.’ Y me la dieron”, recordó.
Más allá de su condición física, Catalina explicó que su decisión de entrar a la casa también estuvo motivada por su estado anímico. “Yo me sentía muy oscura”, dijo y confesó que desde hacía un tiempo sentía que no estaba explotando su potencial, ni su energía.
“Creo que entrar a la casa fue como una segunda oportunidad, la verdad que la pasé super bien, conocí gente re linda dentro de la casa, que me super ayudó”, precisó.
Las críticas de Catalina hacia su padre y Joel, su exnovio
Un punto importante en las declaraciones de Catalina fue su enojo y decepción hacia su padre y su exnovio, Joel, por hablar públicamente de su enfermedad.
“Estoy enojadísima con mi papá en el sentido de que salió a hablar de de mis cosas y ni hablar del que fue mi novio”, apuntó.
“A ver... mi papá no creo que lo haya hecho de malo, pero la verdad que me molestó un poco, porque era innecesario decir que era puro hueso. Y mi expareja no tiene por qué estar contando cosas de mi intimidad cuando vivíamos juntos”, insistió y aseguró: “De última decido yo contar qué cosas me pasan a mí en mi salud”.
Catalina reconoció tener una relación compleja con la comida y la percepción de su cuerpo pero que dentro de la casa de Gran Hermano continuó su tratamiento psicológico, y que uno de los psicólogos era el suyo. “Yo seguí el tratamiento adentro de la casa”, aclaró.
Catalina expresó que, lejos de lo que muchos supusieron, ingresar al reality le hizo bien, y se siente mejor. “Ahora me siento mucho mejor conmigo misma, más allá del físico, y me siento mucho más contenta y con muchas más ganas de ir y pelearme en el debate y hacer un montón de cosas”, afirmó.