El escenario de Quality Espacio se llenará de tubos de ensayo, de humo de colores y de fuego controlado con la llegada de Ciencia explosiva este domingo 16 de noviembre.
El espectáculo es una propuesta familiar que combina experimentos reales, humor teatral y una mirada educativa. “Buscamos acercar la ciencia a los niños y jóvenes de una manera entretenida, comprensible y segura”, adelanta Leandro Angeloni en diálogo con La Voz.
Leandro es químico matriculado y será quien, bajo el personaje del Profesor Nitro, llevará adelante la propuesta que el “finde” debuta en Córdoba y, por primera vez, montará un laboratorio real fuera de su hábitat natural.
“Esta es la tercera obra que hacemos”, precisa Angeloni, y con el plural hace referencia a Marcela Gómez, a Ariel Parker y a Paloma Olivieri, junto con quienes tiene la productora Kreative Producciones.
“En todas nuestras obras buscamos dejar un mensaje: inclusión, educación y valores. Y, en esta oportunidad, quisimos transmitir conocimiento, despertar la curiosidad y mostrar que la ciencia no es solamente un conjunto de fórmulas, nombres difíciles o humo de colores, sino que puede ser algo fascinante y cercano”, suma.
Ciencia con propósito y humor
Ciencia explosiva se define como un espectáculo para toda la familia, pero con una estructura que va mucho más allá de una simple demostración de experimentos.
Durante 70 minutos, el público será testigo de un despliegue escénico donde la ciencia se transforma en teatro.
La historia está protagonizada por el Profesor Nitro (Angeloni) y su entusiasta asistente, que oficia de contrapunto humorístico. Juntos realizan una serie de 12 experimentos en vivo que van desde volcanes de espuma multicolores hasta cohetes impulsados por reacciones químicas y fuego que cambia de color, entre otros efectos que prometen llamar la atención de grandes y chicos por igual.
Cada número tiene un hilo narrativo y una intención didáctica. Angeloni explica que el espectáculo está estructurado en torno a los sentidos: vista, olfato, tacto, gusto y oído. “No es que el público va a oler o a probar algo, pero sí buscamos vincular cada experimento a un sentido. De esa forma, se establece una conexión más directa con lo que se está viendo y aprendiendo”, señala.
El humor cumple un papel esencial en esta dinámica. “Nos permite traducir conceptos complejos a un lenguaje cotidiano, especialmente para los chicos”, explica, y suma: “Los niños se ríen, se sorprenden, participan desde la observación, y los adultos comprenden la parte más teórica. De esa manera, logramos que ambos públicos se involucren”.
La fusión entre humor, entretenimiento y ciencia da como resultado un espectáculo que dialoga con distintos públicos y, para Angeloni, este equilibrio es la clave del éxito: “Los niños se divierten, los padres aprenden junto con ellos, y todos salen del teatro con una mirada distinta sobre la ciencia”.
Enseñar curiosidad, despertar pensamiento crítico
“Buscamos incitar el desarrollo del pensamiento crítico. Invitar a todos a que no se queden con la primera respuesta, sino que observen, se cuestionen, y saquen sus propias conclusiones. Que es básicamente lo que uno hace en el método científico”, apunta Angeloni.
Su intención es que la obra funcione como un disparador de curiosidad, ”porque la curiosidad es la madre de cualquier ciencia".
A partir de los experimentos, los protagonistas de esta historia nos demostrarán que la ciencia es parte de nuestra cotidianidad y nos permite entender cuestiones como, por ejemplo, por qué llueve, por qué un objeto tiene determinado color, cómo funciona nuestro cuerpo, y más.
Ciencia explosiva, asegura, no busca únicamente entretener, sino también generar preguntas. “Si un niño sale del teatro con ganas de seguir preguntando por qué, para mí el objetivo ya está cumplido”, afirma.
Un laboratorio real sobre el escenario
Uno de los grandes atractivos de la puesta es su nivel de realismo. En el escenario habrá un laboratorio completo, con material de vidrio, reactivos y soluciones químicas reales, cuidadosamente seleccionados y manipulados bajo normas profesionales.
“No hay nada simulado”, confirma Angeloni. “Lo que se ve realmente sucede. Los colores cambian por reacciones químicas, las espumas crecen, el fuego se transforma. Todo lo que pasa tiene su explicación científica”. asegura.
Para que cada detalle pueda ser disfrutado desde cualquier ubicación de la sala, el espectáculo cuenta con un soporte audiovisual de pantallas laterales, donde se proyecta lo que sucede.
“Diseñamos los experimentos para que sean visibles desde lejos. No queríamos que nadie se perdiera la acción, incluso desde la última fila”, explica. “Las pantallas permiten ampliar lo que ocurre en el escenario y, además, ayudan a reforzar la idea educativa mostrando gráficos o acercamientos cuando es necesario”, suma.
La seguridad es una prioridad
En los últimos meses, varios casos de experimentos fallidos en ferias escolares pusieron en alerta a la comunidad y, siendo consciente de esa preocupación, Angeloni insiste en remarcar la seguridad con la que se trabaja durante la obra.
“Queremos transmitir tranquilidad a los padres y a todos los que asistan. Yo soy químico matriculado y todos los experimentos están planificados con las medidas de seguridad correspondientes. No hay improvisación, son todos experimentos probados”, asegura.
El público, aclara, no manipula ningún material. La participación es conceptual: comentarios, preguntas, hipótesis y observaciones guiadas. “La idea es que los espectadores se involucren desde la reflexión y la curiosidad”, puntualiza.
Para Angeloni, la obra llega, de alguna manera, para “limpiar la imagen de la ciencia” por “cosas que no se han hecho como corresponde”.
“Queremos mostrar que, cuando se trabaja con conocimiento y responsabilidad, la ciencia es maravillosa. Por eso decidimos que el mensaje central del espectáculo también fuera ese: la ciencia puede ser segura, fascinante y accesible”.
Ciencia explosiva es una invitación a redescubrir la ciencia desde la emoción, el juego y la sorpresa. No pretende enseñar fórmulas ni repetir teorías, sino mostrar cómo el conocimiento puede ser también una fuente de asombro y diversión.
Para ir a ver Ciencia explosiva
Quality Teatro. Dirección: avenida Cruz Roja Argentina 200. Domingo 16 de noviembre a las 17. Entradas: $ 23 mil. Menores abonan el valor completo del ticket a partir de los 4 años.


























