Este miércoles 26 de noviembre Cris Morena se presentó en OLGA y, además de repasar su presente laboral, habló por primera vez del profundo dolor que la embarga tras la muerte de su nieta, Mila Yankelevich, quien murió el 29 de julio tras un accidente náutico.
Prioridad y cuidado familiar en Miami
Cris Morena no esquivó el sufrimiento y con la voz entrecortada expresó que el recorrido es “complicadísimo”. Su principal enfoque está puesto en el cuidado de su familia inmediata.
Reveló que le importa mucho su hijo, Tomás; su esposa, Sofía; y su nieto, Inti. Ellos viven en Miami, donde ocurrió el evento.
La productora destacó que su preocupación es que la familia se mantenga unida y que “estén apoyándose” mutuamente. Esta preocupación maternal se superpone a su propio intento de procesar la pérdida.
La coincidencia del número ocho
La búsqueda de sentido en la tragedia se conecta directamente con la muerte previa de su hija, Romina Yan. Morena reflexionó sobre una trágica coincidencia temporal.
“Tuve una experiencia igual a la de mi hijo”, afirmó la artista. Explicó que la pérdida de su nieta ocurrió en el mismo número de día del mes, aunque no el mismo mes, que el fallecimiento de Romina.
“El ocho me persigue: el infinito son dos ochos, dos infinitos”, sostuvo, abordando el peso del azar en el destino familiar.
A pesar de la ausencia física, la productora manifestó que Mila está “en nuestra vida”. Ella hizo referencia a la “presencia y la ausencia” señalando que su nieta “está presente permanentemente” con ellos y que en este momento a ella le importa mucho más el dolor de su hijo, su nuera, y su nieto, que el de ella.
Trabajo y la fe en “otros planos”
Cris explicó que esta pérdida la alcanzó en un momento de “inmensa felicidad” personal y del equipo y calificó esta situación como una “mezcla tremenda de dolor e inmensa felicidad”.
Al reflexionar sobre la trascendencia, la artista declaró que cree que “el alma no muere”. Sostuvo que Mila “ya está en otros planos”, una creencia que tenía incluso antes de lo sucedido con Romina.
La incomprensión de la muerte fue señalada como el aspecto más difícil. Cris Morena enfatizó que la tragedia fue repentina: “Fue un segundo. No fue una enfermedad que pudiésemos manejar. Es tremendo”.
“El no entender es lo que más te vuelve loco”, comentó, agregando que la pregunta del porqué es imposible de contestar.
“No puedo explicar el dolor, no puedo explicar la pérdida, no puedo”, dijo quebrada.
