El desfile anual de Victoria’s Secret 2025, realizado en Brooklyn, Nueva York, tuvo un cierre tan deslumbrante como simbólico. La encargada de bajar el telón fue Bella Hadid, quien volvió a encarnar la esencia del “ángel” de la marca, aunque detrás de la elegancia y el brillo se escondía un esfuerzo físico monumental.
Hadid, de 29 años, compartió con sus seguidores un detalle inesperado sobre su participación: las alas que lució al final del desfile pesaban nada menos que 50 libras (más de 22 kilos). “Está bien, no vamos a fingir que estas alas no pesan 50 libras... pero qué hermosas son”, escribió la modelo en sus Historias de Instagram, junto a una foto del look que ya se volvió viral.
Las alas, confeccionadas con estructuras metálicas y adornos en forma de pétalos brillantes, complementaban un conjunto de lencería de encaje con flecos plateados, un diseño etéreo que combinaba fragilidad visual con una fuerza física real.

Un regreso con peso simbólico: de la enfermedad a la pasarela, la historia reciente de Bella Hadid
El esfuerzo de Hadid tiene un valor aún más profundo al considerar su reciente historia personal.La modelo había estado hospitalizada un mes antes del desfile debido a una recaída de la enfermedad de Lyme, un padecimiento crónico que arrastra desde hace varios años.
En septiembre, la propia Hadid compartió imágenes de su tratamiento y reflexiones sobre la vulnerabilidad que enfrentó durante ese proceso. Su madre, Yolanda Hadid, también se expresó públicamente sobre “el dolor de verla luchar en silencio”.
Por eso, su regreso a la pasarela fue interpretado por muchos como un acto de resiliencia y determinación, un renacimiento público en el que las pesadas alas se convirtieron en metáfora de su recuperación.

Antes de su cierre triunfal, Bella Hadid había aparecido durante la actuación de Karol G, mostrando un costado completamente distinto.En esa primera intervención, lució un conjunto rojo de satén, con ligas y bata al suelo, encarnando una imagen más sensual y teatral.
El cambio entre ambos estilos —el rojo intenso y el plateado celestial— fue una declaración de versatilidad, reforzada por su nuevo look rubio, diseñado por el estilista Jacob Schwartz junto a Olaplex, inspirado en la estética de comienzos de los 2000.
El desfile reunió a un elenco de modelos históricas y nuevas figuras.Además de Bella, participaron su hermana Gigi Hadid, Adriana Lima, Candice Swanepoel, Lily Aldridge y Behati Prinsloo, entre otras, marcando el renacimiento de la marca tras años de redefinición estética y comercial.
Hadid, que debutó en el show en 2016 y fue parte de la campaña PINK un año antes, ya había cerrado la pasarela de 2024 con una capa roja.Sin embargo, su aparición de este año, cargando las alas de 50 libras, fue la que terminó de consagrarla como una figura central del nuevo capítulo de Victoria’s Secret.