Luciana se fue de su casa como Jorge, y entró a Gran Hermano como Luciana. Ella no le avisó a nadie que iba a estar en el programa, y tampoco les comunicó de su cambio de género, por lo que está con “un nudo en la garganta” desde el primer día.
A propósito de ello, se dirigió al confesionario y aprovechó para mandarle un mensaje a su familia. “Estoy con un nudo en la garganta y necesito expresarme para mi gente, con mi familia, con quien no pude hablar. Hoy día se están enterando por la televisión que Jorge, su hermano Jorge, ya no va a estar. Quiero decirles que estoy bien, que me siento bien, que soy feliz siendo Luciana”, les dijo.
“Me escondí mucho tiempo para cuidarlos, pero a Luciana la llevo conmigo desde hace mucho tiempo y no quiero que sea más un tema tabú. Hoy en día deben estar cayendo de todos esos viajes que hice, que fue básicamente para esconderme, que no quería que me vean de esta forma, de estar sola mucho tiempo en hoteles, de vacaciones, salir únicamente a la noche, hasta que entendí que no, que tengo la libertad de mostrarme en el día y en la noche”, sumó.
“Fueron más de 10 años. Si bien todavía no me encuentro con esa fortaleza de juntar a mis compañeros, esto es lo que quiero hacer. Esto es lo que siempre sentí desde niña”, contó.
“Quiero decirle a mi mamá que la amo muchísimo. Yo sé que ella el día que me vio seguramente se dijo a ella misma que ya no me va a poder decir hijo, pero que entienda que yo sigo ahí, que voy a estar siempre para ella y espero que se sienta orgullosa, y que el día que yo salga quiero verla y quiero que la conozca, quiero que el país la conozca porque es una mujer fuerte, que la luchó muchísimo y que se merece lo más lindo del mundo”, cerró muy emocionada.