Este jueves se conoció el contenido completo de la declaración judicial realizada por Viviana Canosa en el marco de una denuncia por presunta trata de personas y abuso de menores, causa que había generado fuerte revuelo mediático meses atrás.
El documento fue presentado por la conductora el pasado 21 de abril de 2025 ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°4, en presencia de su abogado, Juan Manuel Dragani.
Con el levantamiento del secreto de sumario, por primera vez se accede a los detalles del testimonio oficial, en el cual Canosa menciona a reconocidas figuras del mundo del espectáculo como Marley (Alejandro Wiebe), Florencia Peña, Elizabeth Vernaci, Humberto Tortonese, Damián Betular, Lizy Tagliani y Marcelo Corazza, entre otros.
También se hace referencia a un presunto entramado de personas vinculadas a medios, programas de televisión y eventos sociales.
La denuncia de Canosa contra los famosos
Según su testimonio, Canosa explicó que su interés en la temática comenzó a principios de año, cuando planeaba abrir su nuevo ciclo televisivo con un informe sobre trata y abuso de menores. En ese proceso, se contactó con Alejandro Roemmers y su abogado, Juan Pablo Bigliero, quienes –según Canosa– le derivaron información relacionada con casos en los que se verían involucrados Corazza, Roemmers y otras personalidades.
Afirmó que, si bien el informe nunca se emitió, el tema volvió a tomar fuerza cuando surgió en su programa el nombre de Lizy Tagliani. A partir de allí, aseguró que comenzó a recibir testimonios de personas que se autodenominaban víctimas y que mencionaban a distintos nombres de la farándula.

También Canosa detalló que estas personas le habrían relatado haber participado en fiestas privadas con menores de edad, en las que supuestamente estaban presentes figuras como Peña, Vernaci, Tortonese, Betular, Tagliani y Gonzalo Costa. También identificó a Federico Hoffmann —a quien describió como “la mano derecha de Marley”— y a Guillermo Pendino y Rodolfo Fast como presuntos reclutadores.
Sostuvo que existía una “promesa de fama y éxito” como mecanismo de captación y que el entorno del programa Gran Hermano habría servido, en ciertos casos, como vía de acercamiento entre adultos y menores.
Material aportado y dichos controvertidos
En su testimonio, Canosa afirmó haber entregado a la Justicia capturas de pantalla de correos electrónicos, videos y nombres de usuarios que estarían vinculados a presuntas prácticas delictivas. También mencionó un supuesto video de un exparticipante de Gran Hermano que se habría encontrado con su abusador en el casamiento de Tagliani.
Además, relató que recibió denuncias de personas de Misiones, presuntamente contactadas por esta red para ser llevadas a fiestas privadas en Buenos Aires, en contextos de abuso sexual y explotación.
En otro tramo de su testimonio, Canosa afirmó que uno de los correos electrónicos desde los que se hacía el contacto tendría un nombre relacionado con pornografía infantil y que existía una versión actualizada de esa misma cuenta. También dijo haber recibido imágenes comprometedoras donde —según su descripción— se vería a distintas personalidades de la TV en situaciones sexuales con menores, en propiedades privadas como una supuesta casa de Vernaci.

La conductora remarcó que ella fue el canal para que las víctimas pudieran contar sus historias, y aseguró que muchas de estas personas todavía tienen miedo de declarar públicamente. “Intento que se presenten, pero el temor es muy grande”, explicó ante la fiscal.
También señaló que aportó información sobre supuestas amenazas sufridas por la expareja de Marley, presuntamente enviadas desde el celular de Federico Hoffmann. Y mencionó que Marcelo Corazza seguiría enviando material pornográfico, además de estar implicado en castings para el reality televisivo.
Una causa de alto impacto
La gravedad de las afirmaciones de Canosa y los nombres implicados convierten esta causa en una de las más delicadas del ámbito mediático de los últimos tiempos. Hasta el momento, no se confirmó si las personas mencionadas fueron notificadas formalmente o si avanzaron medidas judiciales en su contra.

El expediente, que se mantuvo bajo secreto de sumario durante meses, ahora está a disposición de la Justicia para su análisis y, eventualmente, para el impulso de nuevas investigaciones.
De todas maneras, esta documentación no arrojó pruebas contundentes contra los acusados.
