South of Midnight aparecerá disponible en Game Pass este 8 de abril. Y la cuestión es si hay que seleccionar su ícono para jugarlo. Hay tanto y variado en el servicio de Xbox que las recomendaciones terminan siendo vitales. Y aquí en La Voz le damos el like a South of Midnight. Hay que jugarlo. Hay que descargarlo. Hay que vivirlo. Es de lo más lindo que se vio en los últimos tiempos. Está hecho en el estilo stop motion, de esos que parecen que van como ralentizados y, en este caso, “pintados” en acuarelas. Es de los de tercera persona, con acción, combates con poderes, con plataformas, con una historia de las duras, marcadas por el dolor del pasado.
South of Midnight tiene 14 capítulos y dura lo justo y necesario. En esa propuesta austera cumple. Que nadie espere un candidato a Goty. Va a lo simple. Combate básico, de pocos botones, de poca táctica y de mucho “machaque de botones” con adversarios repetidos y algún que otro jefe de respetar por sus formas más que por el “drama” que puede generar vencerlos. Un plataformeo normalón. Una exploración simplona. Y una historia que va traccionando esas horas hasta el final (dura menos de 10 horas). Porque en los primeros compases de la aventura se acaba conociendo todo lo jugable.

Tiene personalidad South of Midnight, con su protagonista mujer, Hazel, que pierde a su mamá en una inundación y que hace todo y de todo para reencontrarse con ella. En el durante va encontrando a otros personajes que cuentan sus historias, ambientadas en el sur de Estados Unidos. Hazel es una “tejedora”, una suerte de maga. Y esas magias son las que se usan para el plataformeo y para los combates. Que están bien. Muy bien. Agarres, esquives (no hay bloqueos), ataques fuertes, combos, doble saltos, correr por los muros, planear, solidificar objetos y más. Nada innovador, pero completo.
Pero a los que les hubiera quedado mucho mejor un desafío más intenso. Pero, evidentemente, los desarrolladores (Compulsion Games) no centraban la experiencia en esos apartados sino más bien en la historia, que sí tiene asuntos complejísimos.
Acaso el objetivo de Hazel es ir sanando esos problemas de esas personas en esa región del país de Norteamérica. Y listo. Así de simple. Ir al grano es la virtud de South of Midnight.