La cordobesa Valentina Pertegarini, bicampeona mundial de Rally Raid que se impuso entre los navegantes en la categoría Challenger, desfilará por la alfombra roja de los Premios de la FIA este 12 de diciembre luciendo un estilismo del atelier cordobés López, liderado por el diseñador Diego López.
El evento anual promovido por la Fédération Internationale de l’Automobile honra los logros de todos los campeones de la FIA durante la temporada anterior y es una plataforma internacional de lujo para la exposición del talento local, no solo en el mundo del automovilismo sino, en esta oportunidad, también para el diseño.
“En lo que respecta a galas, es el gran ‘Oscar de las galas’. Es una de las galas de lujo más importantes a nivel mundial, donde se combinan dos cosas muy increíbles: el deporte y la Fórmula 1, que es uno de los deportes de lujo más conocidos”, reconoce Diego en diálogo con La Voz.
–Hablamos del detrás de escena de este vestido. ¿Cómo se gestionó el contacto y cuál fue tu primera reacción cuando te propusieron este desafío?
–A mí siempre me gustaron los desafíos, estoy medio loco. Valentina nos contactó hace un mes con la propuesta de lograr un look para acompañarla en la Gala FIA de este año y no lo dudé. Eligió nuestra firma porque quería algo que representara a su país y, como campeona mundial, buscaba estar vestida por alguien que hiciera alta costura en Argentina y que además fuese de su provincia natal, Córdoba. Valentina tiene su vestuarista y, desde el momento cero, empezamos a trabajar para que se luciera en la gala de una forma muy especial.
Después de una primera charla en la que diseñador y modelo intercambiaron ideas, consensuaron el concepto que querían transmitir. “Descubrimos que lo que queríamos era representarla como una mujer súper sensible, etérea, delicada y dulce, en contraposición a lo que ella vive diariamente en su deporte”, cuenta el diseñador.
“Recuerdo que ella me dijo: ‘Siempre estoy llena de arena, entre motores. Esta es una oportunidad para mostrar también mi lado femenino; si no, la gente piensa que yo soy esa todo el tiempo’”, suma.
–¿Con qué input llegó ella a vos? ¿Cuál fue la idea madre?
–Ella vino con la idea de lucirse, de destacar, pero desde un lugar muy personal. A esta premiación llega como copilota de Nicolás, su marido, entonces la idea fue generar un match entre ellos y mostrar este dinamismo que tienen y eso que los une: la pasión por este deporte y el amor que se tienen como pareja. Ella me dijo: “Quiero algo que me represente, algo que hable de mí“. No quería nada exagerado o que brillara, sino un vestido que la hiciera destacar a ella y la presentara como la mujer que es. La alta costura no solamente está pensada para cada cuerpo con el que trabajamos, sino también para cada personalidad. La tarea es poder poner mi estilo, mi impronta, pero también descubrir un poco a quién lleva ese vestido para que lo pueda portar y lucir.
–Háblame del resultado final del vestido. ¿Con qué nos vamos a encontrar?
–Lo que hicimos en esta ocasión fue proponer una triangularidad en relación con la vida cotidiana de Valen. Ella está mucho tiempo en Argentina, mucho tiempo en España y también viaja por el mundo. Entonces, en su estilismo decidimos sumar una marca española con su bolso (de la firma Surarquía), que tiene cierto protagonismo en relación con el look. Los zapatos son de Regina Margherita, marca de Buenos Aires, y el vestido es cordobés, como ella, al igual que las joyas que estuvieron a cargo de Agustina Arrigoni de Petit Atelier.
“Como diseñador, esta es una propuesta que me interpela porque nosotros, como identidad de la firma, mostramos a una mujer que siempre va al frente, que es muy sensual, y en esta ocasión la propuesta era mostrar todo eso, pero de la forma más delicada y más sublime posible”, reconoce.
En cuanto a las texturas, los textiles dialogan con esa idea. “Trabajamos en un tul sedoso, muy etéreo; muchas capas, mucho volumen. Y trabajamos principalmente con el contraste: el vestido es de un color crudo muy claro, con líneas negras que van recorriendo su cuerpo de forma muy sutil y que terminan en unos lazos que se pierden en la falda, pensando también en los caminos y rutas que recorre en su profesión”, detalla el diseñador.
El vestido de Valentina es, en palabras de Diego López, una representación muy concreta de la idea de “lujo silencioso”. Se destaca sin necesidad de tener brillo excesivo o elementos demasiado llamativos. En esta pieza, el desplazamiento y el movimiento de las telas le dan una personalidad y una impronta diferente. “Es un vestido que habla su idioma”, confiesa el diseñador.
Aunque el traje del piloto Nicolás Cavigliasso (esposo de Valentina) no estuvo a cargo del Atelier López, el diseñador sí intervino en sus accesorios para lograr el match entre ambos.
“Como el look de Valen combina tul, terciopelo y cuero, para él hicimos un moño de cuero y lleva unos pendientes con los mismos brillantes que tienen las joyas de Valen. Y va de negro para hacer el contraste con ella”, adelanta.
López asegura sentir que este debut en la alfombra roja de la FIA es, y será, un antes y un después en su carrera.
“Hace un tiempo empecé a vincularme con cuestiones relacionadas con los autos de lujo y la Fórmula 1, porque es algo que me gusta y disfruto mucho. Entonces, que esta oportunidad se presente para la firma y que sea Valentina quien nos elige de manera independiente para acompañarla en la gala, para mí es algo increíble a nivel personal, y para la firma es un nivel de exposición internacional en un sector de lujo, que es lo que buscamos hace tiempo”, reconoce y suma: “A nivel empresario es la confirmación de que estamos transitando ese camino por el que venimos trabajando hace tanto. Es como decir: en Argentina también existe una marca que se dedica al lujo y que está habitando esos espacios en el mundo”.
