Este domingo por la mañana falleció José Palomino Cortez, reconocido actor y padre de Juan Palomino.
El artista murió a los 88 años, justo el día en que su primogénito cumplió 64.
La noticia fue confirmada primero por la Asociación Argentina de Actores. Luego fue el propio Juan quien despidió a su padre a través de las redes sociales.
El mensaje fue escrito por Charo Bogarín, reconocida cantante de folclore y compañera de vida de Juan.“Hoy partió mi suegro, ‘Chamán Josito’, José Palomino. Un hombre muy querido y respetado, defensor y promotor de la cultura argentina y de sus orígenes cusqueños; amante del folclore, la música y la literatura. Hombre de radio, de cine y de teatro”, escribió en Instagram, junto a una foto de padre e hijo.
Y añadió: “Ferviente enamorado de nuestros rasgos identitarios, de nuestra sangre indígena y mestiza. Hoy partió acompañado en todo momento por mi sahuo, Juan, su hijo mayor, su orgullo, hombre de fierro, eligiendo el mismo día en que nació su primogénito para partir. Acompañado por sus nietos, por Alicia, su mujer, y por sus seres queridos que lo visitaron cada día. Hoy te despido con música, querido José. Te llevaremos siempre en nuestros corazones”.
¿Quién era José Palomino Cortez?
José nació en Cuzco, Perú, el 12 de marzo de 1937. Llegó a La Plata con apenas 18 años, buscando un porvenir en la medicina. Pero la vocación lo llevó pronto por otros caminos: el teatro, la radio, la televisión.
Su voz, grave y profunda, se convirtió en un sello distintivo de la radiodifusión argentina.Condujo y produjo recordados ciclos en Radio Provincia, Radio Nacional, LU6 Radio Atlántica, Radio La Voz de las Madres y tantas otras emisoras donde dejó huella. Entre sus programas más emblemáticos figuran América, continente de amor, Palo y Palo, Illary, Y se llama Perú, Abya Yala y Nuestro Continente, donde su voz recorría geografías, memorias y paisajes sonoros de América Latina.
El teatro, sin embargo, fue su primer amor. Debutó en 1957 en el Coliseo Podestá de La Plata con la obra El tungsteno, y luego continuó con El mundo es ancho y ajeno. Años más tarde, en 1966, regresó a su tierra natal, donde presentó Cafetín de Buenos Aires junto a Antón Ponce de León. Décadas después brilló en escenarios porteños como el del Teatro Nacional Cervantes, donde participó en Lo que mata es la humedad. También formó parte de obras como El desdichado deleite del asesino, Puertas a la memoria, y la emotiva América... tan violentamente dulce, que compartió con su hijo Juan.
En cine, su trayectoria abarcó títulos como El fondo del mar, Cara de queso, El juego de Arcibel, Tocar el cielo, Anoche, El descanso, El amor y la ciudad, entre otros.

En televisión, dejó su marca en ficciones como Los Simuladores y Yago, pasión morena. En Los Simuladores, interpretó a Emanuel Chávez en el capítulo Seguro de desempleo, donde es uno de los dueños de la lechera junto a sus compañeros mexicanos.
Fue además el creador y conductor de la serie documental Caminos del Perú, emitida por Canal Gourmet, donde unió dos pasiones: la cultura de su país natal y la divulgación audiovisual.