“Todas las decisiones que fui tomando en mi vida las hice con una dosis de conciencia hacia dónde iba. Aunque la conciencia no era total y absoluta. Hay cosas que si bien yo sabía cuáles podían llegar a ser las consecuencias, en algunos momentos, sobre todo en momentos de juventud, el impacto llegaba”, afirma Pablo Echarri cuando, en diálogo con Intrusos, le preguntan por la decisión de manifestar sus opiniones políticas públicamente.
“Lo que pasa es que después, cuando sucede esto, empezás a sopesar bien cuáles son tus verdaderos intereses. O sea... me interesaba en ese momento mantener cautivo al público en general, o me interesaba decir la opinión de país. Quería que mis hijos me vieran defender mi posición, o no”, precisó luego. Y se decidió por la respuesta afirmativa, pese a los costos que esto trajo aparejado.
“Esto trae costos, claro, algunos contratos ya no vinieron más, y la búsqueda del consenso del público y de buscar un éxito que se eleve a números totales y absolutos fue más complicado. Jugó en contra”, reconoce.
Pero prefirió optar por ser honesto con sus pensamientos, aunque reconoce haber “pulido” algunas cuestiones con el tiempo.
“Con el tiempo fue puliendo mi discurso y mi argumentación. Siempre fui bastante diferente a la hora de declarar, tengo una personalidad un poco explosiva, la he tenido siempre, y verbalmente mi lenguaje también ha sido explosivo y he aprendido a declarar de otra forma. Buscando firmeza pero no buscando irritar al pedo”, apunta.
Sobre su vínculo con Nancy Dupláa
“Cuando la conocí a Nancy ni siquiera trabajábamos juntos. Yo ya la había visto. Su forma de plantarse en la vida me llegó muy de cerca, casi como que me sentí muy representado”, recordó al hablar de los incios de su relación con Nancy Dupláa.
“Toda mi vida fui, a la hora de de construir pareja, detrás de lo opuesto. No sé si alguien me lo contó alguna vez o yo mismo quise creer eso, que para poder construir algo, el complemento indicado era el opuesto y no, no es el opuesto. Siempre tiene que ser complementario”, detalla.
“En la vida real nunca pegamos un portazo. No recuerdo después de los de los años que estamos con Nancy, haberme ido de mi casa pegando un portazo. Sí recuerdo salir fuera del alcance del área del radio, pero por suerte tenemos una casa grande”, bromeó.
