El ya de por sí escandaloso divorcio de Wanda Nara y Mauro Icardi escaló a un nuevo nivel el pasado viernes con un violento altercado, cuando el futbolista, que tenía que reunirse con sus hijas tras 60 días sin verlas, irrumpió en el departamento de la modelo y tuvo fuertes actitudes que terminaron con la intervención de la policía y personal judicial.
Tras ello, el auxiliar de fiscalía Matías Vila, de la Unidad de Flagrancia Zona Norte, habló con Teleshow después del hecho y dio más detalles de lo sucedido y de su accionar, y contó por ejemplo que la empresaria y conductora ya tiene un botón antipánico.
En esa entrevista, reveló que él, ese día alrededor de las 21.30, recibió la llamada de un policía diciendo que Wanda Nara estaba en estado vulnerable después de una intervención quirúrgica y con sus dos hijas.
Con relación a eso, Rodrigo Lussich reveló, en Intrusos: “Wanda se había hecho, a propósito de que no iba a estar con sus hijas unos días, una liposucción en abdomen y en brazos”.
“Estaba toda vendada y absolutamente fajada por la liposucción de abdomen, que es muy doloroso del posoperatorio, y también en lo que se llama ‘los colgajos’ de los brazos”.