Indio Sanguinetti es hijo de la actriz y modelo Leticia Brédice y del músico Juan Pablo Sanguinetti.
Si bien en su DNI figura como Xul Salvador, al joven de 20 años todos lo conocen como Indio, el nombre que eligieron sus padres al nacer pero que no pudieron inscribir en el Registro Civil.
Con los mismos ojos de su madre y las facciones de su padre, Indio heredó el carisma de ambos y, gracias a su presencia y altura, decidió lanzarse como modelo.
Actualmente estudia en la UBA, es hincha de Boca y está de novio con Olivia Pauls, hija de Nicolás Pauls. Su acercamiento al mundo de la moda se dio de la mano de Anamá Models, la agencia de Anamá Ferreira, quien descubrió su potencial en una fiesta de cumpleaños.
En las últimas horas conocimos a Indio a través de su primera entrevista para ¡Hola!. Según cuenta, le gusta la música —especialmente el rock nacional— y, durante la sesión de fotos, escuchó a Babasónicos.
Consultado por sus planes a futuro, contó que se encuentra muy enfocado en sus estudios: “Estoy haciendo el CBC para Arquitectura, que también aplica para Diseño Gráfico, Industrial o de Moda, porque todavía no estoy seguro de por dónde voy a seguir”, reconoció.
Sobre la actividad física, destacó que es un aspecto importante en su vida: “Entreno muay thai, que es un arte marcial también conocido como boxeo tailandés. Es un boxeo con piernas, rodillas y codos. Desde chico practico artes marciales, me encantan. También voy al gimnasio y juego al fútbol con amigos bastante seguido”.
En otra pregunta de la periodista Gabriela Grosso, sobre el origen de su elección por el modelaje, respondió: “Lo tomo como una oportunidad laboral. Tuve una oferta para trabajar de esto y la acepté. Me gusta la idea de hacerlo mientras sigo estudiando. Y lo del modelaje podría funcionar”.
Indio dice no saber nada del mundo del modelaje y su entorno. Además, afirma haber aceptado la primera propuesta desde la inconciencia.
Ante la pregunta final de Grosso, consultado por si se imagina famoso, resondió con contundencia. “Siempre tuve un perfil muy bajo. Tengo los amigos que tengo desde hace años y nunca me llamó la atención la fama. No le veo el atractivo. Sí convivo bien con eso —con la fama de mi mamá, quiero decir—, pero no es algo que me interese para mí. Si salgo con ella a comprar algo y de repente alguien le pide una foto, todo bien, lo entiendo perfectamente y lo tengo naturalizado, porque es algo que pasa desde que soy chico. Pero si ando solo por la calle, nadie sabe quién soy", concluyó.
