Este jueves, la fecha del 15 de mayo resuena especialmente porque se cumplen oficialmente 15 años desde el que fuera el último show de Gustavo Cerati. El concierto tuvo lugar en Caracas, Venezuela, poco antes de que el músico sufriera un accidente cerebrovascular (ACV) que terminaría con su vida cuatro años después.
El aniversario de aquella última presentación fue recordado por diferentes usuarios en redes sociales durante toda la jornada.
En X (antes Twitter), la cuenta @InfinitoCerati compartió incluso un tuit del propio músico que data de aquel mismo día. “Hoy Caracas! último show de este tramo”, es el último mensaje que dejó Cerati en su perfil.
“Lago en el cielo, el último tema que interpretó Gustavo Cerati un 15 de Mayo 2010 en Caracas; luego vendría el ACV y la eternidad", sumó la cuenta @basquet_astron.
Por su parte, el periodista José Heinz expresó: “Hoy se cumplen 15 años de la última presentación en vivo que dio Cerati, aquel fatídico show en Caracas. 15 años: la misma distancia temporal que hay entre el disco debut de Soda (1984) y Bocanada (1999)”.
A continuación, se reproduce una nota publicada en 2018, con motivo del sépitmo aniversario de aquel concierto en Venezuela. Allí se reconstruyen, además, los entretelones detrás del episodio que marcaría el final de la carrera del también líder de Soda Stereo.
Cómo fue el último show de Gustavo Cerati en Caracas, Venezuela
El 15 de mayo de 2010, Gustavo Cerati ofreció el último concierto de su vida. Fue en la Universidad Simón Bolívar, en una de las últimas fechas del tour de respaldo para Fuerza natural, el álbum que comienza con las frases “tengo todo por delante/ nunca me sentí tan bien”, curiosamente.
Fue en ese show, culminado con la canción Lago en el cielo y un solo de guitarra más vertiginoso que el habitual, que el exlíder de Soda Stereo se descompensó tras sufrir el accidente cerebro vascular que luego lo dejó postrado hasta su fallecimiento.
El contexto y los detalles de esa triste jornada fueron reconstruidos por Juan Morris, autor de la biografía no autorizada de Cerati, para la edición argentina de la revista Rolling Stone.
“Media hora más tarde, cuando (el sonidista) Adrián Taverna bajó del escenario después de desarmar la consola, también pasó por el camarín para charlar sobre cómo había sonado el show. Se lo encontró comiendo un medallón de lomo y una ensalada.’”Ya sé a qué viniste’, le dijo Gustavo. ‘Ya me di cuenta que sonó bien’”.
“Taverna lo vio demasiado apagado y le preguntó: ‘¿Te pasa algo?’ ‘No, estoy cansado’, le respondió Cerati. ‘¿Querés hacer algo?’ ‘No, no, quiero dormir hoy’. Taverna salió del camarín un poco desconcertado por la respuesta. En toda una vida compartida en shows, Gustavo nunca se había querido ir a dormir después de tocar. Afuera se encontró con el resto de los músicos, que estaban organizando la foto que sacaban cuando terminaba el tramo de una gira. Fernando Samalea estaba acomodando la cámara en automático, subido a una banqueta. Gustavo apareció a último minuto, cuando ya estaban todos acomodados”, sigue la indagación de Morris.
Luego completa: “Se había cambiado la ropa del show por un saco, una camisa y un jean. La primera foto salió sin flash, así que Samalea les pidió que se quedaran donde estaban. Taverna se dio vuelta para preguntarle cómo estaba. ‘Lo miré y estaba blanco, con los ojos desorbitados y la boca abierta’, dice. ‘No me lo olvido más en mi vida’. ‘¿Te pasa algo?’, le preguntó. Gustavo no pudo contestarle. Medio perdido, se fue caminando hacia su camarín, se sacó el saco, se abrió un poco la camisa y se desplomó sobre el sillón. Pensando que tenía un pico de presión o algo así, Nicolás Bernaudo, su asistente, llamó a los paramédicos para que lo atendieran. Pero eran tan jovencitos que cuando se encontraron en el camarín con Cerati que no podía hablar, no supieron qué hacer; así que Charly, su kinesiólogo, se tuvo que hacer cargo de la situación y les pidió que fueran a buscar la camilla. Gustavo todavía se podía mover por sus propios medios, pero estaba como abrumado, sin poder articular palabra. Lo cargaron en una camilla y se lo llevaran en una ambulancia hasta la clínica La Trinidad”.
En La Trinidad su cuadro se complicó. Luego vinieron el traslado al país, la internación en el instituto Fleni, la no reacción y la extensión de un sueño desconcertante hasta el 4 de septiembre de 2014, fecha del fallecimiento del grandioso Gustavo Cerati.