El viaje que propone Cazzu en su nuevo disco Latinaje es tan complejo y pasional como la diversidad cultural de América Latina. La cantante lanzó una propuesta musical arrasadora que recorre los principales géneros latinos, con especial énfasis en los argentinos, y desangra emociones desde lo más profundo de su ser. Más que “un palo para el ex” es un manifiesto de empoderamiento, orgullo y amor.
La infidelidad que le hizo sufrir su expareja Christian Nodal es un tema preponderante en el disco, al que ella misma definió como “el proyecto más ambicioso de su carrera”.
“Si esa vez te la pasaste bien / esta noche papi yo también”, se le escucha decir a la cantante en Dolce, uno de los primeros sencillos que dio a luz la jujeña. Este corrido argentinizado va acompañado de un videoclip en donde se acepta objeto de infidelidad, pero transformada en diva que ya pasó esa etapa de la ruptura.
La canción Engreído (interpretada junto Elena Rose, compositora venezolana-estadounidense) es una salsa dedicada a los exnovios; mientras que Con otra, la artista apunta directamente al romance que inició el mexicano con Ángela Aguilar, su actual pareja y examiga de los dos.
La producción audiovisual que se suma a esta pieza cuenta con la actuación de Karina La Princesita y Rocío Quiroz y, si bien aborda el despecho, hace referencia a su fanatismo por la cumbia y la bailanta.
Más allá del despecho
Aún con lo expuesto, el álbum no se resume al escozor de una separación y el resurgimiento del Ave Fénix. El trazado artístico que arranca con Copla y cierra con Menú de degustación (un merengue bien fiestero) evidencia una experiencia mucho más compleja. Es un viaje introspectivo más allá del fin del amor.
De camino a casa, Cazzu recorre diversos sonidos desde México a Argentina, suturando esa herida amorosa con la que pueden enfatizar sus fanáticos. No obstante, su abordaje está fuera de ser lineal, sino que es más bien una mixtura que va en diferentes direcciones.

Mala suerte es un lento transformado en chachachá arrabalero que da paso a la chacarera con Me tocó perder, canción escrita junto al argentino Facundo Toro. Luego le sigue Ódiame, una mixtura descomunal entre un tango eléctrico y un clásico beat de reggaetón para el final, con violines de fondo que enfatizan el drama de la narrativa.
Una loca enamorada aporta un sutil funk brasilero junto al rapero WIU, a la vez que Ahora explora el flamenco en compañía del cantautor español Maka. En esa exploración artística se evidencia la heterogeneidad de Hispanoamérica, dándole así no solo significado al nombre del disco, sino también un plus regional amplio.
Más allá del urbano
Además de los vínculos amorosos, Cazzu aborda otros tópicos. En Pobrecito mi patrón, que cuenta con referencias al tema original del folklorista Facundo Cabral, la cantante habla de la diferencia persistente en las clases sociales.
Por su parte, Inti es un homenaje a su primogénita. Este corte quedó primero en las tendencias de YouTube tras el estreno de Latinaje. Finalmente, Que disparen es la segunda salsa del disco, pero no es un palo para su ex, sino para los haters, en especial de aquellos que se esconden detrás del anonimato.
En conclusión, la artista demostró una vez más que tiene talento para explorar y mixturar todos los géneros que desee, no solo el urbano que la caracteriza. Además, le da fuerza a sonidos como la cumbia que, aún en los tiempos que corren, sigue ocupando el margen de la profesionalidad en la industria.
Latinaje honra la diversidad y la exploración artística, pero también es un grito personal y directo de Cazzu para quienes tanto daño le han hecho.
Es un salto ambicioso y muy bien logrado que sin dudas ocupa uno de los principales puestos de los lanzamientos nacionales del 2025. ¡Y ya hay algunas versiones de cuarteto que la rompen!