En los últimos días, abrió sus puertas Alma de Diamante, un nuevo bar de rock ubicado en el Abasto que tiene como principal objetivo darles lugar a las bandas.
Si bien ya hubo un concierto realizado por Felipe Barrozo, exguitarrista de Intoxicados, Manuel Martínez, dueño del local, le dijo a La Voz que la inauguración oficial será con el recital de Loquero de este viernes 5 de diciembre.
Con motivo de la visita, y desde su casa en Mar del Plata, Chary, el cantante del grupo, habla de la escena punk y del lanzamiento de su último disco doble.
“Estamos en un buen momento, con muchas presentaciones por todo el país. En el último tiempo, hicimos gira por Mendoza, Neuquén y San Juan, y ahora vamos a Córdoba, donde la gente siempre es genial con nosotros. Vamos hace un montón y siempre la paso bien; tenemos un montón de gente que nos quiere, así que amo Córdoba”, comenta.
Consultado por la escena del punk y su presencia, generalmente asociada al under, el cantante expresó: “Te puedo decir que, en cuanto a los jóvenes, nosotros tocamos mucho en Buenos Aires y, sorprendentemente, el público es muy joven, casi adolescentes. Como cuando empezó esta movida del punk rock. Aparentemente, el punk tiene edad: después, de grande, te hacés conservador, te hacés fan de La Renga o de un grupo más estereotipado o convencional, y te volvés un tarado. El punk es actitud”.
–¿En qué sentido?
–En el sentido de movilizarte. Cualquier persona que quiera hacer algo a favor o en contra de sí misma o del sistema opresivo en el que vivimos va a escuchar música que lo conmueva. Y hay muchas bandas con público joven. No hablo solo de nosotros, hay montones.
–El año pasado salió “Espíritu de 3 Tonos”. Este año sumaron una parte 2. ¿Qué los llevó a sacarla? ¿Habían quedado canciones afuera?
—El disco nos costó mucho tiempo porque en realidad hicimos dos discos. Después fuimos descartando, y el primero quedó como Espíritu de 3 Tonos. Habían quedado temas en el tintero. Iban a ir con otro nombre, pero como fueron grabados en la misma época y tenían el mismo sonido y contexto, decidimos sacarlos como Espíritu de 3 Tonos parte 2. Nuestro sello edita los discos y vinilos, y así salió: eran dos discos, pero finalmente quedó uno y una secuela.
–Hay una característica del punk, y es su contenido testimonial en las letras. “Valentín Alsina”, de 2 Minutos, parece hecho ayer. ¿Por qué las letras de ustedes siguen teniendo vigencia?
–Lo que pasa con 2 Minutos, por ejemplo, es algo extracorpóreo. Sus canciones sobrepasaron generaciones. A mí, al principio, no me gustaban, pensaba que las letras no iban conmigo. Después los conocí, me empezaron a gustar ellos y seguimos siendo amigos, hemos viajado, grabado juntos. Lo que pasa con sus letras no tiene explicación: hay chicos de 8 años cantando Ya no sos igual. Eso lo envidio y lo respeto muchísimo.
–¿Y en tu caso?
–Yo fui cambiando. Ya no soy el de 25 años que escribía esas letras. Siempre digo que los primeros tres discos de las bandas suelen ser los mejores, después empieza cierta repetición. Si 2 Minutos sigue tocando Ya no sos igual, es porque lo bueno fue lo primero: lo honesto, lo del corazón del pibe que escribe su primer disco. Eso no se consigue desde la técnica ni la dialéctica.
Sobretodo Negro
En paralelo a lo que hace con Loquero, Chary armó una banda hardcore-punk llamada Sobretodo Negro. Está formada por Chary, Gori de Fantasmagoria, el “Chino” Biscotti de Cadena Perpetua y Tomás Notcheff de Mueran Humanos. El proyecto se hace a la distancia, debido a que los músicos viven en diferentes ciudades: Chary en La Feliz, Gori en Buenos Aires, el “Chino” Biscotti (Cadena Perpetua) en Barcelona y Tomás Notcheff (ex-Dios, actual Mueran Humanos) en Berlín.
–¿Cómo lo llevan adelante?
—Vivimos en cuatro ciudades distintas, así que es muy difícil. Nos encontramos, hablamos, pero cada uno graba en su ciudad: Tomás en Berlín, el Chino en Chile, Gori en Barcelona y yo en mi ciudad. Hacemos una melange, un crossover de estilos. A mí me gusta la variedad, a Gori le gusta el noise y el funk, Tomás es un virtuoso de la oscuridad y el Chino es un punk rocker excelente. El sábado, por ejemplo, tocó un tema con nosotros en Mar del Plata. Nunca lo había ensayado ni tocado y lo hizo perfecto. Tiene el punk rock en las venas.
–Uno escucha “Litio” y “Selfie” y se queda con ganas de más. ¿Se viene un disco?
—Estamos hablando de eso. Vamos a seguir grabando porque todavía tenemos cosas para decir. Me gusta volver a empezar siempre.
–Decís “volver a empezar siempre”. ¿Esa fue la búsqueda de Loquero? Ir haciendo cosas que mantengan esa chispa.
–Mirá, 30 años no es poco. Hicimos todo lo que teníamos que hacer. Ya estamos llegando al final. Pasaron más de 30 años y el tiempo no pasa en vano. Estamos grandes. A veces algunas banderas se rompen en el camino, el entorno no siempre es grato. Tocar es una aventura, viajar también, pero hay momentos de cansancio y saturación. Nos llevamos bien, pero a cualquiera le puede pasar sentirse cansado. Así que tocaremos hasta mayo y se termina la historia. Lo venimos hablando.
–¿Argentina es un loquero?
–En la Argentina no hay que cambiar al gobierno: hay que cambiar al pueblo.
Para ir
Loquero se presenta este viernes 5 de diciembre, a las 21, en Alma De Diamante Galpón Club (blvd. Las Heras 110). Entradas desde $ 20 mil + $ 3 mil por costo de servicio, en puerta y por alpogo.com.



























