Más allá de los pergaminos y las luces, de los reconocimientos y las menciones, están aquellos actores que prefieren considerarse de reparto. O mejor dicho: extras de una película en la que no buscan fama incandescente. No lo necesitan y hasta incluso lo repelen. Prefieren ir por la suya sin dejar de hacer aquello que los moviliza y los obsesiona de igual manera.
Ese podría ser (y lo es, de algún modo) el comienzo de un perfil que intente indagar en el misterio de Darío Bustos, músico de origen cuyano con larga trayectoria en la escena cordobesa (Lautremont, Gran Tuth y Johnny Fiamma) y varios discos grabados.
Después de todo eso, una pandemia y la vida misma, Bustos (el “Viejasound”) alumbró lo que quizá era una de sus mayores deudas. El guitarrista y productor, acostumbrado a compartir y a pivotear con otros nombres del circuito (y no tanto), optó por explorar un universo individual que encarna en su estudio casero, un pasadizo a la investigación sonora y musical que hace del “Vieja” una especie científico loco en total control de su propio caos.
El resultado de esa búsqueda se canalizó en Música para correr cuando nadie te persigue, un trabajo en el que se sale del formato “banda” (tocar con alguien más, en definitiva) y explora texturas y capas de programaciones y sobregrabaciones literalmente destrozadas en el proceso.
“Clonna representa algo nuevo desde el concepto pero, a la vez, es un concepto que no descarta ni omite el camino recorrido y la experiencia”, responde de entrada el protagonista. Rápidamente, es él quien se encarga de enlazar esta nueva experiencia con su propio trayecto.
“Es como un reencuentro con herramientas que ya no usaba en los últimos años con Lautremont, donde la música -y su ejecución- se habían vuelto algo 100% orgánico y estaba pensada para ser tocada en tiempo real, con un baterista humano, mi hermano Guillermo (Camusso), ¡el más humano de todos los bateristas!”, repasa con otro de sus sellos: el humor.
“Ahora sigue siendo orgánico desde mi instrumento, pero al retomar, reconectar y reinventar mi relación con las máquinas y la programación, pude hacerlo sin restricciones de ningún tipo”, revela sobre esta nueva faceta. “Me vi con la libertad de poder manipular, deformar y destruir todo concepto rítmico porque en ningún momento pensé que a eso lo tenía que tocar una persona”, manifiesta contundente antes de un nuevo gag risueño: “Hubiese sido muy cruel de mi parte”.
“También representa una necesidad primitiva y natural de no poder quedarme quieto, de estar siempre escarbando, buscando debajo de las piedras a ver si hay agua”, reflexiona Viejasound, Bustos, Clonna o “todas las anteriores son correctas”. En esa misma introspección, también deja en claro que todo esto es producto de una inquietud que lo atraviesa: “Nada tiene que ver con compromisos u obligaciones, nada me persigue, lo hago porque me gusta, porque me hace bien. No hay expectativas, solo un reconocimiento de mi ser y estar sin nada mejor que hacer que lo que hago todos los días: ¡música!”.
Onda, buena onda
Al escuchar el manifiesto sonoro que representan las tres piezas incluidas en , la imaginación se dispara y la percepción se vuelve por momentos inquietante. Sin embargo, escuchar el EP en Bandcamp (plataforma en la que está publicado exclusivamente), también lleva a encontrarse con otro arte involucrado en el proceso de tras de Clonna: el de la ficha técnica.
Inmediatamente, cuando se le remarcan los toques de comedia presentes en la en el desglose de información, además de las sucesivas referencias a David Lynch (sampleado, por supuesto), advierte: “Creo que estamos viviendo en una distopía, yo solo cuento la realidad (¡jaja!) y al vernos inmersos en semejante disparate ¡only humor can be sustain! Por eso entra Lynch dándole sentido a todo”.

“Jamás pude dejar de lado mi humor ácido, sarcástico y en algunos casos, sobre todo en estos tiempos, incorrecto (estoy trabajando en ello)”, se sincera el músico. “Me parece vital para la supervivencia. Si Zappa hubiese sido presidente, nada de esto estaría pasando”, suelta con ambición velada de título de tapa.
Y en esa misma sintonía, repasa el encuentro que tendrá lugar este miércoles en Casa Astral. La habitual sede del ciclo Música a Ciegas estrenará un formato de pequeños conciertos con la presentación conjunta de Clonna y Nonoise79 (Andrés Asia, conocido cariñosamente como “el Nono”), otro baluarte del under más experimental que también estará de estreno con su reciente disco, Ilooser.
“¡El Nono y el Vieja! ¡Un llamador para las nuevas generaciones! El otro dÍa me preguntaban si había descuento para el Pami (jaja). Más allá del chiste, considero que somos dos inquietos buscadores de utopías que saben que las utopías no existen, pero buscan igual, porque la gracia está ahí, no en el objetivo final, sino en su proceso”, aporta con lucidez extrema “el Vieja”, viejo zorro de este universo de la creación musical.
“No me interesa ponerme metafísico ni espiritual, no va por ahí, es solo terapia de la buena, buscando sentido en un mundo que ya no siente nada. La distopía es así”, sentencia Bustos, que prefiere pensar el concierto de este miércoles como un punto de encuentro y un motivo de reunión para amigos y conocidos dispuestos a enfrentarse con sensaciones no del todo comunes y corrientes.
“La propuesta ojalá sea incómoda y movilizadora, pero eso lo sabremos después”, anticipa con misterio y elegancia. “Los dueños de la querida Casa Astral son inquietos buscadores que siempre están desafiando las leyes de la economía”, dice luego sobre la sede elegida.
Y en cuatro oraciones finales deja una invitación latente en forma de descripción: “Nos abrieron las puertas y pusieron todo a disposición de dos viejos jodidos que hacen música rara. Esperemos que no se arrepientan. Además de que la sala es hermosa, suena increíble, está climatizada (buen dato, ojo) y siempre hay buena energía. Es una especie de Unidad Básica del arte y del amor”.
Para ir
Clonna y Nonoise79 actúan este miércoles en Casa Astral (Sucre 1545) a partir de las 20. Entradas en venta a $ 8 mil más cargo por servicio en Alpogo.com.