Más allá de estar acostumbrado a las grandes citas y a llenar salas en distintos países del mundo, Luciano Pereyra sigue sorprendiéndose con su público. Este viernes, la emoción de ver a los cordobeses llenar el Quality Arena y cantar a todo pulmón, lo hizo quebrarse en más de una ocasión.
En la mayoría de sus baladas y canciones más sentidas –como Enséñame a vivir sin ti, Mi primer amor y Tu mano–, el oriundo de Luján no pudo contener las lágrimas al ver y sentir cómo los 4 mil cordobeses presentes se fundían en un coro que sobrepasaba su voz y llegaba a superar su volumen.
Un setlist cargado de baile, cumbia, folklore y ritmo latino urbano fue una gran síntesis para repasar sus 27 años de carrera.
Es su culpa
Aun cuando el público seguía ingresando al Quality, los siete compañeros de escenario de Luciano Pereyra musicalizaron la introducción con una cumbia sabrosa. Detrás de ellos, las pantallas mostraban planetas girando hasta que, en el cierre, apareció una postal con la leyenda: “Córdoba, te sigo amando”.
A su ingreso, un grito ensordecedor movió las fibras de Luciano Pereyra, que lucía un look elegante sport: zapatillas blancas, pantalón y musculosa del mismo color, y un saco beige.
La multitud levantó una pared de celulares para filmar Ahora resulta, una de sus nuevas canciones en colaboración con Emanero. Siguió con Voy a brindar (tema hecho junto a La Sole) y cerró su inicio bailable y cumbiero con Una mujer como tú, colaboración también con Los Ángeles Azules.
“¡Cómo anda Córdoba!”, exclamó al momento de saludar. “Son más de 27 años viniendo a esta ciudad y a esta provincia que siempre me ha recibido con los brazos abiertos, y no tengo más que palabras de agradecimiento por este cariño especial que nos tenemos”, valoró. “Mi historia comienza en esta provincia”, reforzó segundos después.
El público, que se bailó todo en los primeros tres temas, retomó sus asientos para las siguientes canciones. Con una necesaria baja de tensión y bien plantado en el centro del escenario, Luciano interpretó 22 de marzo. Luego, con guitarra en mano, soltó los primeros acordes de Sin testigos.
Esa fue una de las primeras canciones en emocionarlo: en varios pasajes hacía silencio y cerraba los ojos para escuchar cómo la cantaba la gente. Cuando llegó Es mi culpa, finalmente se quebró hasta las lágrimas y se mordió los labios, admirando el canto de su público.
La ovación lo conmovió una vez más y, para recomponer la energía festiva del inicio, volvió al ritmo latino bailable.
El folklore, pilar fundamental de su carrera, llegó con Chaupi corazón. El sol de mayo y la bandera argentina flameaban en las pantallas mientras el cantante se acercaba a sus músicos tocando la guitarra.
En los pasillos del Quality, dos parejas se animaron a bailar la chacarera y se llevaron los mismos aplausos de Luciano cuando terminó la canción.
Quiero llorar mi llanto
Enséñame a vivir sin ti, uno de sus mayores éxitos, fue otra de las canciones que quebró a Luciano. El público la cantó más fuerte que él, y la reacción espontánea del cantante fue ponerse a llorar.
“Es realmente una bendición estar acá, en esta provincia que abraza a los artistas con tanto cariño. Gracias”, dijo, visiblemente emocionado.
Minutos después presentó Te sigo amando, la canción que da nombre a la gira y que grabó hace dos meses en España junto a David Bisbal.
“Aunque no quieras, te sigo amando. Quiero que sepas que nunca has dejado de hacerme temblar”, reza el final del tema, que Luciano interpretó a capella desplegando todas sus virtudes vocales.
La emoción a flor de piel continuó con Mi primer amor, dedicada a Ángela, su mamá. Antes de cantarla, dialogó con algunas personas del público que estaban acompañadas por sus madres. En las pantallas se podía ver cómo madres e hijos se fundían en abrazos cargados de llanto.
“Siempre quise hacerle una canción a Doña Ángela, pero me costó que saliera. Es que los tiempos de Dios son perfectos. Esta canción va para todas las madres”, introdujo.
Otra vez con la guitarra, interpretó Tu mano, otro de los momentos más emotivos de la noche, que lo volvió a quebrar.
El llanto continuó con Si no es muy tarde, mientras la voz del público volvía a superar la de Luciano. Las pantallas mostraban primeros planos de su rostro cubierto de lágrimas, reflejo de una conexión total con su gente.
Final épico
Una lluvia torrencial azotó las inmediaciones del Quality pasadas las 23 cuando Luciano Pereyra cantó Como tú para despedirse de las 4 mil personas que colmaron el Quality Arena este viernes.
Minutos antes hizo bailar a todos con una selección de versiones cumbieras y cuarteteras de Perdóname, Porque aún te amo, Si te vas y Si no es muy tarde.
Este sábado y el domingo, el artista volverá a reencontrarse con su gente para continuar con sus presentaciones. Así como dice el nombre del tour, está claro que los cordobeses siguen amando a Luciano.
