Los dos últimos fines de semana, el estadio Mario Alberto Kempes se convirtió en epicentro cultural y artístico con los shows de la colombiana Shakira (el domingo 14 y el lunes 15) y el que estaba previsto para anoche con Pity Álvarez, en su regreso a los escenarios tras siete años.
El doblete resultó extraño por una simple razón: no estamos acostumbrados a recibir espectáculos en esa magnitud en una ciudad habituada a pensar en shows de escala media (entre tres mil y 10 mil personas), pero con escasas referencias a la hora de invocar conciertos en estadios. Menos aún en dos fines de semana consecutivos.
Pese a algunos antecedentes (el año pasado Luis Miguel tocó en el estadio de Instituto, aprovechando el armado previo para Tan Biónica, unos días antes), no es común aquello que en Buenos Aires resulta prácticamente normal: shows en estadios (River, Vélez, Huracán, Ferro, Argentinos Juniors) casi todas las semanas.

Aunque son incomparables las escalas de una ciudad y otra, el reciente crecimiento de la plaza Córdoba en materia de megaconciertos es evidente y la agenda de la primera mitad de 2026 lo ratifica. Chayanne (27 de febrero y 11 de marzo) y Ricardo Montaner en Instituto (1° de marzo), y Tini (20 y 21 de marzo) y Alejandro Sanz en el Kempes, redondean un comienzo de año frenético.
Son, además, los primeros nombres de una lista que, por lo que pudo anticipar La Voz con los principales jugadores del mercado, se incrementará considerablemente con el correr del año que viene.
Una oportunidad para no dejar pasar
Esa proyección, y las recientes experiencias de los últimos días, habilitan una instancia necesaria para el desarrollo de Córdoba como un polo cultural plausible de recibir conciertos de la escala de Paul McCartney o de Shakira. O, por qué no, de números internacionales con comprobado “aguante” argentino, como Oasis o AC/DC, que tranquilamente podrían incluir al Kempes en sus agendas.
En ese sentido, parece sensato pensar en la posibilidad de que Córdoba aproveche de manera más explícita el flujo económico que generan este tipo de eventos.
Si se piensa en plazas hoteleras y de alojamiento en general, en circuitos turísticos que pueden aprovechar la llegada de público de provincias y países vecinos, y en la oferta gastronómica que puede explotar en estos contextos, el círculo virtuoso se traza con sólo imaginarlo un poco.

“Este tipo de eventos consolidan a la provincia como un destino preparado para albergar espectáculos de gran escala, gracias a su infraestructura, conectividad y capacidad de servicios, fortaleciendo además el posicionamiento de Córdoba en el calendario nacional e internacional de eventos”, precisaba el presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani, tras el paso triunfal de Shakira por La Docta.
Para el organismo provincial, las 120 mil personas que se movilizaron entre el domingo y el lunes, y las aproximadamente 50 mil que estuvieron este sábado viendo el regreso de Pity Álvarez, confirman a la ciudad de Córdoba como “el destino más convocante del interior del país y como epicentro y sede de grandes producciones culturales y musicales”.
Sin embargo, con lo visto en esos shows, más lo que viven habitualmente los hinchas que van allí a ver a partidos de fútbol de equipos cordobeses u otras instancias, también aparecen algunos puntos a considerar.

Aspectos para mejorar
Aunque el Kempes se encuentra a la vera de una de las obras más importantes que tiene el desarrollo reciente de la ciudad (su avenida Circunvalación), lo cierto es que todavía no se ha encontrado una manera óptima de organizar el tránsito para los momentos de llegada y salida del público.
Es lógico que no sea un proceso expeditivo cuando, al finalizar los espectáculos, 50 mil personas o más intentan salir en simultáneo. De todos modos, las demoras y los tapones ocurridos en Shakira (sobre todo el domingo, con las complicaciones extras que trajo la tormenta) son prueba suficiente de que algo puede (y debe) revisarse.

Algo similar aplica para el caso de los accesos y la comunicación en general. En instancias de este tipo, que reúnen a decenas de miles de espectadores, es clave informar con tiempo respecto de los horarios, las opciones para adquirir alimentos y bebidas, las salidas de emergencia y cualquier otro recaudo necesario para que la variedad más amplia de público pueda disfrutar de la experiencia completa.
Es importante no olvidar que, en definitiva, el saldo que queda es el que se lleva la gente a su casa una vez que todo termina.
En ese aspecto, no hay dudas de que Córdoba tiene a su favor variables de peso para constituirse en plaza habitual de giras internacionales y de shows nacionales de estadio que aquí todavía se replican en formato acotado (Lali, Duki, Airbag, Los Piojos, Miranda!).

Por ubicación estratégica, por condiciones habitacionales y de infraestructura, por oferta de servicios en general, La Docta va camino a consolidar un lugar de relevancia en el mapa del entretenimiento latinoamericano. Pero todavía falta.
En 2026, todo indica que el volumen de grandes shows superará al de años previos. Por lo anunciado para el tercer y cuarto mes del año, y por los primeros esbozos de aquello que se confirmará en los próximos meses, Córdoba se prepara para una temporada agitada tanto en el Kempes como en barrio Alta Córdoba.
Tanto el sector público como el privado deben ser conscientes de la oportunidad que significa. Pero como todo gran poder, eso también conlleva una gran responsabilidad.























