La cuarta Luna coscoína tuvo de todo, desde la emoción de Honofre Paz con el homenaje que le hicieron Los Manseros Santiagueños a su hijo Martín, hasta la fiesta que armaron los Cantores del Monte, tanto junto como por separado. Una noche fría y estrellada que tuvo su segundo sold out.
A las 22 en punto, el poeta Cesar Vargas interpretó la primeras palabras de la noche, todo recitado de memoria. Luego del ballet, los Manseros Santiagueños hicieron su triunfal ingreso en medio de un mar de aplausos y vitores que se silenciaron apenas empezó a sonar la primera estrofa musical del Himno Nacional Argentino.
Con los carteles y los vasos de vino (sangría frozen más bien), el conjunto folklórico hizo una selección de gatos y chacareras fuertes para bailar en compañía de una gran banda de músicos más jóvenes. Al igual que en sus últimos shows, Onofre Paz permaneció sentado durante toda la presentación.
“Yo pensé que me iban a traer un vino, agua me trajeron”, exclamo el artista entre risas. Promediando las 22.30, los Manseros le hicieron un homenaje a Martín, hijo de Paz que falleció en octubre de 2023 a los 48 años luego de una dura batalla contra el cáncer.
Al ver las imágenes del músico en la pantalla, su padre no pudo contener las lágrimas y rompió en llanto. “Estuvo 10 años con los Manseros. Por esas cosas de la vida y de dios hoy no está en Cosquín, pero está en el corazón de todos ustedes”, explicó Alito Toledo, también conmovido.
Tras el emotivo momento, los músicos invitaron a Flor, hija de Onofre, para cantar Eterno amor, el clásico del repertorio santiagueño. La joven deslumbró a los presentes con su voz y también dió una reflexión sobre el valor e importancia de la familia. La organización del festival le entregó al grupo una luna de plata por sus 65 años de historia y tocaron unos temas más, siendo nuevamente aplaudidos por la gente.
Micaela Chauque: la Lali Esposito salteña
La multi instrumentista Micaela Chauque le cantó al norte argentino con mucho respeto y amor, mientras que Dalmiro Cuéllar festejó sus 25 años con la fiesta boliviana a todo volumen.
“Antes veníamos acá y dormíamos en el río y en el auto. Por muchos años este escenario fue un sueño. Hoy es un sueño cumplido”, expresó Cornejo, recordando su arduo trabajo para finalmente estar sobre el escenario Atahualpa Yupanqui.
A lo Lali Esposito, la artista cerró a la 1.30 de la madrugada con un desfile de cholitas, bailarinas, drags, wipalas, banderas argentinas y la de cada una de diversidades sexuales.
Cornejo llenó de color la escena y dejó un fuerte mensaje en estos momentos donde la comunidad está queriendo ser silenciada. ¡A festejar el amor, ese fue, es y será siempre el camino!
Otra de las voces femeninas que la rompió esta noche fue la coscoína Marina Gonzalez que se mandó a capella una sentida interpretación de la canción Si se calla el cantor y después hizo un solo de armónica para un chamamé de cierre ideal.
La conmovedora presentación de El Viejo Algarrobal
Kimsa Juy y El Viejo Algarrobal, ganadores pre Cosquín en conjunto instrumental y de Malambo respectivamente, brindaron espectáculos llenos de emoción con el esfuerzo propio que los llevo ahí en las instancias previas al festival.
El conjunto de la provincia de Buenos Aires salió vestido de luto porque hace unos meses falleció Matías Barche, uno de sus integrantes. Los músico y bailarines decidieron presentarse para homenajearlo. Descalzos y con sus llamativas galeras, le entregaron gran pasión al público.
Aunque no anduvo el violín, la gente le brindó respeto y atención durante todo el show. Al final, los artistas sacaron una remera blanca con el nombre de su compañero y se emocionaron hasta las lágrimas. La producción le entregpo un reconocimiento.
Locura por Christian Herrera y el show de los Cantores del Monte
Cada uno de los Cantores del Monte tuvo su show de manera individual y los tres se juntaron al final para cerrar la cuarta Luna a pura fiesta. A Christian Herrera no lo dejaban bajar del escenario y a Lázaro, la gente se le tiraba encima para al menos conseguir darle la mano.
El chaqueño revolucionó la plaza de una manera impensada, mientras que el formoseño se lució con sus chamames (más una excelente selección de chacareras) y una enorme banda en vivo. En los dos, la espuma loca pinto el cielo negro despejado.
Los fans de Herrera le fueron muy devotos y se enloquecieron con su repertorio. La unión de las guarachas y chamamés enganchados fue un descontrol total, especialmente cuando sonaron Mil Preguntas y Manos de tijera. El artista se perfila para ser la Consagración del 2025.
Minutos antes de las 3 de la madrugada apareció el tercer cantor, Indio Lucio Rojas. El artista del Chaco Salteño llevó el calor al Atahualpa Yupanqui (porque la verdad estaba muy fresco) y puso a muchos a bailar Herida de amor.
“Está noche somos todos iguales, somos todos del Monte. ¡Vamos a ser todos bien chaqueños!”, exclamó el Indio, a la vez que agradeció a la gente por hacer que sus pagos puedan festejarse en un lugar tan mítico como la plaza Próspero Molina. La selección de temas fue muy romántica y contó con la participación de David Gómez con su acordeón.
Media hora después, el músico y su inmesa banda hicieron un mix de covers liderado por Alfredo, su segunda voz. Las canciones fueron del chamamé hasta el carnavalito, con un guiño medio cumbiero tropical, que levantó a varios de sus asientos. La fiesta se extendió pasadas las 4 de la madrugada.