La séptima Luna fue la más tradicional de todas y se agotaron las entradas. Yamila Cafrune invitó a La Ferni al escenario y juntas hicieron historia. Por su parte, Chaqueño Palavecino hizo de las suyas y tocó un larguísimo repertorio con la plaza llena hasta el final e invitó a varios artistas al escenario, entre ellos, Jorge Rojas.
La apertura de la noche (calurosa por cierto, en comparación de las anteriores) estuvo en manos de Las Voces de Orán. El conjunto oriundo de San Ramón de la Nueva Oran, de la región chaqueña de Salta, se mostró muy conmovido a raíz de sus años de vigencia.
El grupo salteño le hizo un pequeño homenaje a Carlos Alberto Nieto, el folklorista que los impulsó a empezar su carrera en los incipientes años 70. El resto de las canciones potenciaron al público y llenaron de energía y alegría a sus mismos músicos. Las coplas recitadas (y el repetido “viva la Patria”) se llevaron varios vítores.
Yamila Cafrune hizo historia en Cosquín con La Ferni
Luego del homenaje a Mercedes Sosa cumpliéndose 60 años de su primer show en el festival de la mano de Jorge Cafrune, apareció Yamila, hija del mítico músico y gran cantora argentina. La artista se movió a sus anchas en el escenario y busco la empatía con el público al contar historias, pedir un sapucai y homenajear a colegas.
A las 23, Yamila invitó a La Ferni al escenario para entonar Cantor de oficio, una manera de cantarle al amor y contra el fascismo, ese que no conoce de cariño ni diversidades, que es triste y busca sin éxito silenciar a un mar de voces vivas y libres.
“Nadie debe creer que los, las y les artistas pertenecemos a un mundo extraño donde todo es escenario y fantasía. Les artistas somos hombres y mujeres y también somos travestis, trans, no binaries, maricas, tortas, bisexuales, identidades sexogenéricas disidentes, legítimas, empoderadas, orgullosas y visibles. ¡No nos van a ocultar nunca más! Transitamos las calles y los días, sufrimos el sufrimiento de nuestro pueblo y latimos igual con su alegría”, exclamó La Ferni.
“No sería una Cafrune si no le cantara a la patria y en este momento más que nunca. Ahora es cuando tenemos que estar todos y todas juntas porque el pueblo tiene que salir adelante. El pueblo siempre sale adelante”, agregó Yamila antes de cantar Patria que lucha y sueña junto a su invitada. En conferencia de prensa, Cafrune dijo estar orgullosa de ser la primera artista en subir al festival a una cantante trans no binaria.
Las hermanas Pastorutti
Después del primero de los dos shows de Aibar y Figueroa, pareja de baile tradicional ganadora del pre Cosquín, Los 4 de Córdoba salieron a tocar en compañía de Rony Vargas. El locutor recito una poesía junto al tema Canto al inmigrante y se sumaron varios bailarines.
En esta edición, el grupo folklórico priorizó más el mensaje y el repaso histórico que la algarabía que suele brindar en sus shows. En cada tema, repasaron algunas historias detrás de la inmigración europea en Argentina. Al final, subieron varios representantes religiosos, abanderados y artistas de la danza.
Natalia Pastorutti volvió al Atahualpa Yupanqui con un alegre repetorio en el que participó su hermana Soledad Pastorutti. Ambas cantaron Zamba de amor en vuelo.
Luego fue el momento de un carnavalito bien movido y su desfile por la pasarela. Natalia le agradeció a la gente por escucharla y darle la oportunidad de presentarle su propio trabajo artístico. Con un chamamé, la mujer tenía al público bailando y disfrutando de su mano.
Yamila Aguado, ganadora pre Cosquín en la categoría solista femenina de malambo, bailo con garra y corazón en compañía de sus músicos. Más tarde, llegó el turno de Por Siempre Tucu. Los santafesinos brindaron un show para la luna clásica y fueron ovacionados.
El eterno show del Chaqueño Palavecino
A las 2 de la madrugada, la Delegación de San Luis le cedió el escenario a Juan Fuentes quien encendió la velada con un folklore bien eléctrico junto a su banda.
Con una enorme sonrisa, el salteño cautivó una noche más con su voz predilecta y, en pocos minutos, volvió a reconsagrarse en la Plaza. Le dedico el show a su mamá que un día como hoy cumpliría años y también homenajeó a Mercedes Sosa con Y dale alegría a mi corazón. Cerró con La noche sin tí de su exgrupo Los Huayra.
Para el gran final de la “Luna de Platino” quedó el Chaqueño Palavecino. El cantante cumplió 40 años de carrera y lo celebro con la Plaza abarrotada. El show arrancó con un vídeo hecho con inteligencia artificial donde la imagen de Horacio Guarani le regalaba cálidas palabras en honor a su carrera y amistad incondicional.
Con tres escenarios elevados para las cuerdas y la percusión, más un acordeonista, otra guitarra más y el bombo, el Chaqueño entró con un repertorio potente. En las pantallas también acompañaron viejas imágenes del pasado, dando cuenta de su trayectoria.
La noche avanzaba serena y fría y las melodías de Palavecino la adornaban con dulzura. Él hizo gran parte del show mirando al suelo donde tenía las letras de sus canciones más nuevas escritas para no errarle a ninguna.
Cuando sonó Que me olvides, la gente se movió un más y cantó a todo pulmón. “Muchas gracias, estoy agradecido eternamente”, expresó. A las 3.50, Chaqueño invitó a Yamila Cafrune al escenario y juntos interpretaron Angélida y luego él le pidió a ella que cantará un pedacito de La pasto verde.
Luego, subió Carla Nieto (hija del Chango Nieto) para cantar A Monteros y a Los 4 de Salta los hizo cantar Jazmín de luna y Mírame, para luego coronar con Llora mi guitarra y La Solis Pizarri, tema que según dijeron ellos mismos “les salva todas las guitarras”.
El reloj marcaba las 4.20 y el espacio cultural de Cosquín seguía lleno. El anuncio de “sorpresa” que hizo el Chaqueño antes tuvo gran efecto ya que muchos se quedaron al final para saber de qué se trataba. Finalmente, después del chamamé, apareció Jorge Rojas.
Ambos artistas cantaron varios temas, incluido A Don Amancio, se dijeron palabras cariñosas y le contaron anécdotas a la gente.
A su salida, el Chaqueño siguió cantando y culminó pasadas las 5 de la madrugada. Otra de las invitadas pautadas era Soledad Pastorutti, pero según Palavecino, como el show terminó muy tarde ella no pudo esperar más tiempo.