Después de la 17ª Caminata Plurinacional por el agua, la tierra y la diversidad y contra el fascismo, Soledad Pastorutti abrió la octava y penúltima “Luna de Platino” del festival Cosquín, sentada sola y cantando el emotivo tema Los paisajes.
La santafesina devoró el escenario Atahualpa Yupanqui con una banda sólida que sonó potente toda la noche. Con sus canciones viajó por todo el norte argentino y festejo 29 años de carrera, la cual comenzó justamente en este mismo escenario.
Además de la fiesta, la Sole (quien el viernes pasado subió al escenario invitada por su hermana Natalia) dejó algunos mensajes para los presentes, como por ejemplo, el hecho de valorar el trayecto recorrido, los sueños alcanzados y las pequeñas cosas. Con lágrimas en los ojos, cantó la bachata Mi pueblo.
Los lentos folklóricos siguieron deleitando las almas de los presentes que por momentos curiosamente trataban de no hacer tanto ruido para que la voz de Pastorutti pudiera traspasar la pantalla televisiva con la misma dulzura con la que se vivía en vivo.
“A veces me sentí perdida, quise abandonarlo todo, pero gracias a ustedes seguí. Ustedes son la razón por la que estoy acá. No sé si habrá Sole para rato, pero por estos días voy a estar anunciando algo importante para que me sigan acompañando. Va a ser único e irrepetible”, expresó muy emocionada.
Para el final, la artista dejo los temas más cantantes y bailables, entre ellos, Vienes y te vas, El Humahuaqueño y Cariñito. El Tren del Cielo parecía marcar el cierre del show, además porque habían llenado a la cantante de espuma loca.
Sin embargo, gracias a la arenga, ella volvió con una remera de su merchandising e interpretó Todo cambia, con fotos de su pasado mostrándose en la pantalla grande. Ese momento abrió la canilla de llanto puro y una ovación de pie.
Un tanguero cordobés para emocionarse
Luego del show de Lucio Taragno, artista revelación 2024, Orlando Veracruz festejó sus 50 años de Consagración. El cantautor santafesino fue recibido por la Plaza con los brazos abiertos y otra ovación de pie para su cierre, junto a una gran compañía de bailarines.
Más tarde subió Ariel Ardit. El cantante de tango cordobés llevó a una invitada muy especial al escenario. Se trata de Adriana Oviedo, su mamá, con quien cantó Tu olvido y fueron aplaudidos con mucho cariño.
Cerca del escenario, casi al lado de la fosa donde están los camarógrafos que hacen la transmisión, estaba Paz, novia de Ardid desde hace siete años, quien se emoción hasta las lágrimas al ver a su pareja cantar. El cordobés fue excelente en su performance y emocionó a los amantes del tango. Profesional, apasionado y emocionante.
Luego del show impoluto de la Delegación de Santa Fe, llegó el turno de Gauchos of the Pampa. Diego “Cacho” García en el bombo legüero, Nelson Giménez en la voz principal y Juan Gigena Ábalos en la guitarra y arreglos, sobrino nieto de uno de los Hermanos Ábalos y miembro actual de Los Piojos y Ciro y los Persas.
Los gauchos 2.0, de elegantes trajes y momentos rockeros, fueron musicalmente al ángulo y homenajearon a aquel mítico grupo santafesino que tanto hicieron por su tierra.
Nahuel Pennisi y Jorge Rojas, fiestas bien festivaleras
Nahuel Pennisi enamoró a la Plaza con sus hermosas palabras y románticas melodías. A modo de fogón imaginario con todos, el cantante interpretó la zamba Jamás junto al público, que a estás alturas de la madrugada ya buscaba un poncho o campera para abrigarse.
El compilado de carnavalitos derivó poco a poco a una breve fiesta cuartetra con Universo paralelo. Nahuel arrancó este tema que lo consagró con los años y después le metió un toque cordobés para poder a la gente de pie. Para cerrar con el bis, el artista eligió Mundo junto a un grupo de bailarines jujeños.
Histriónico y galán, Jorge Rojas apareció en el Atahualpa Yupanqui a las 3 de la madrugada para arrancar la fiesta por sus 20 años solista. A diferencia de anoche cuando tocó con el Chaqueño Palavecino, el cantante dejó el sombrero de lado y tomo la guitarra para interpretar los “chacarerones” de la velada.
Con buena energía y una alegría desbordante, el artista y su excelente banda de músicos y bailarines le dieron todo a la gente y se llevaron aplausos de pie. El neuquino dijo que la Sole lo había emocionado mucho y le agradeció al público por el cariño que le dieron.
El cantautor se movió muy cómodo sobre el escenario y hasta le extendió la mano a varias de sus seguidoras que se derretían de amor. Su voz se llevó puesto todo, segura, audaz, pícara y profunda. Otra joya predilecta fue su corista quien demostró tener un registro vocal a la altura de Jorge y tocó desde la guitarra hasta el acordeon.
Jorge Rojas con el Oficial Gordillo en Cosquín
Luego de un par de chistes con doble sentido para sus fans más devotas (y más zarpadas), Rojas desando la fiesta con ritmos folkloricos variados y algo de pop.
El humor se hizo nuevamente presente cuando Jorge invitó a Miguel Martin, más conocido como el Oficial Gordillo, al escenario para hacer algunos sketchs y promocionar sus shows en el Teatro Luxor de Villa Carlos Paz. Ambos protagonizaron un inolvidable y divertido momento e hicieron reír a la gente.
Llegando a las 5 de la madrugada, largo la segunda Cacharpaya de la edición 65ª del festival con El Entrevero. Los amantes de la joda se quedaron hasta tarde y bailaron desde chacareras hasta chamames que, a diferencia quizás de otras canciones que se escucharon en esta edición, tenían un dejo mucho más fiestero.
Le siguieron Flor Castro y Rocío Villegas; Cristian Capurelli; Adriana Rojas; Sebastián Ruiz; y cerró el gran Juanjo Abregú con una plaza, no tan colmada como antes, pero con una energía sorprendente. La gente se quedó bailando con él hasta las 6.30 de la mañana.
Otra opción de festejo para fin de semana que siguieron muchos coscoínos y turistas anoche es la Salamanca (ubicada en Geronico 660). A las 5 de la madrugada, estaba abarrotada de gente bailando con varios artistas en escena. Este domingo, será su última peña. ¡A no perdérsela!