El jueves, Duki volvió a pisar el escenario del Movistar Arena en el marco de su gira Ameri World Tour, donde presentó sus últimos dos álbumes 5202 (2025) y Ameri (2024). El concierto ya lleva más de 50 fechas en 10 países. En Buenos Aires, el recital tuvo entradas agotadas.
Desde temprano, miles de fanáticos coparon el estadio de Villa Crespo para ser parte de una noche que prometía historia y cumplió con creces.
A las 21, con el recinto casi lleno, los vítores de “Olé olé, Duko”, eran ensordecedores. En el medio de la pista, la gente armaba grandes pogos, donde hacían piruetas y saltaban.

Pasada esa hora, el Movistar quedó completamente oscuro, sólo las cámaras de video de los celulares iluminaban el estadio. Comenzó un juego de luces rojas, hasta que una llamarada de fuego se izó junto con el primer compás de la canción Nueva era, seguida por Brindis.
Puesta de alto impacto
El show estuvo dividido en dos partes; en la primera sección cantó temas del álbum Ameri. Durante ese tramo, hubo entre ocho y 10 bailarines en escena constantemente.
Si bien la escenografía fue cambiante (primero armó una especie de living), luego fue muy minimalista. Sólo una tarima negra. Aunque hubo mucho juego con distintos fuegos.
Para cerrar la primera tanda, Duki presentó a sus músicos (guitarristas y bateristas) y les agradeció “por cumplir su sueño de armar una banda de rock”.

En la segunda sección, hizo un repaso de su carrera, además de interpretar algunas del álbum 5202. Rockstar, Pintao, Sin frenos y Si te sentís sola fueron algunas de las canciones que hicieron volver en el tiempo a los fanáticos del trapero.
El artista presentó a “El Clútes”, el rapero con el que interpretaron una canción. También invitó a una cumpleañera del público a cantar She don´t give a fo y el estadio le cantó el Feliz cumpleaños.
Para el final de la noche, todos saltaron al ritmo de Hello Coto, y cerró con el himno argentino. Duki se despidió entre medio de aplausos y agradecimientos.

La voz de una generación
Con 29 años, Duki se consolidó como una de las figuras más influyentes del rap y el trap en español.
Su estilo, mezcla de agresividad escénica y conexión emocional con la gente, lo transformó en referente no sólo en Argentina sino en toda Latinoamérica.
























