Jesús María reúne grandes historias a través de los asistentes y de la gente que también forma parte de la organización para que todos puedan disfrutar de este gran evento. Tal es el caso de Romero Jovino, un caroyense que trabaja como guardia de seguridad privada en el Festival Nacional de Doma y Folklore.
Su pasión por la música, en especial por el género del rock y el folklore, lo llevaron a sacar partida de su puesto, para conectarse con artistas que le obsequian diferentes tipos de objetos que usaron durante el espectáculo.
Su pasión despertó en el 2008, cuando fue espectador de su banda favorita Slipknot. En medio del recital “luchó” con otro fanático para llevarse la baqueta del baterista. Hasta el día de hoy, la lleva como una reliquia que es “su vida” y con la “puede irse al cajón”.
La idea de comenzar a coleccionar objetos de bandas nació de su fanatismo por la música. Desde hace más de 17 años, al lugar donde vá recolecta púas, retazos de baquetas, entradas, fotografías y todo tipo de objetos que los artistas le obsequian como recuerdo.
En su casa tiene una cantidad inmensurable de “tesoros” que pueden verse reflejados en una vitrina.
En la edición 59 del festival, logró recolectar las púas de artistas como Paquito Ocaño, Ahyre, Christian Herrero, Gualicho, La Delio Valdez, Jorge Rojas, Los Tekis, La LBC y Euge Quevedo.
Además mostró de otras bandas rockeras como Tan Biónica, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, La Renga, Orcas y muchas más.
Sus objetos perduran en el tiempo y reflejan los cambios que atravesaron algunas bandas. De hecho, hace más de seis años, conserva una púa del grupo musical Los Huayra, antes de que se separaran en marzo de 2019, tras la partida de Juan Fuentes. Este año logró reencontrarse con los artista, ahora llamados Ayrhe.
En las noches próximas del festival irá por Los Manseros Santiagueños, que si lo consigue será “la estrella de las púas” dentro del género del folklore. Además bromeó que “por más que lo echen” intentará conectarse con el Chaqueño Palavecino.
Entre innumerables historias, contó que el mismo Jorge Rojas le solicitó su número comprometiéndose a llevarle una púa autografiada hasta su casa.
Para Romero, atesorar dichos objetos implica “tener algo del lugar al que va”.
En un álbum de fotografía conserva cientos de entradas, tickets de colectivos, flyers y otros papeles relacionados a la música. Son reliquias que llevará consigo.
El coleccionista contó que muchos de los artistas son gentiles. Llegó a interactuar con Paul McCartney, con los integrantes de Turf y con una infinidad de músicos nacionales y locales. Para él, en definitiva en el fondo “somos humanos e iguales”.
