El Cuarteto del Amor, ese proyecto colectivo que fusiona músicas “de otro tiempo” con una puesta romántica y teatral, está de celebración. Swing, boleros y jazz confluyen en un show que tiene al amor como centro.
Este domingo encabezarán un espectáculo titulado La Varieté Musical de El Cuarteto del Amor, junto con artistas afines en un show que tiene que ver con la conformación “nómade” propia de la banda.
“Desde nuestros comienzos, e incluso antes, además del cuarteto tuvimos nuestros proyectos paralelos. Muy rápidamente ‘el cuarteto del amor’ además de ser un proyecto artístico monumental también se transformó en nuestro trabajo, pero cada cual por su cuenta siguió haciendo cosas”, cuenta Leo Tangenti, uno de los fundadores de la propuesta.

“Empezamos hace 14 años, y fueron pasando distintos ‘mensajeros del amor’. Tanto aquí como en Montevideo. Algunos estuvieron 2 añitos, otros 5, 10 y otros como el Nacho Coll y yo nos atornillamos aquí (risas) y seguimos desde el principio. Hasta el 2024 también estaba Jorgito, que no está desde el comienzo, pero laburó con nosotros más de 11 años. A fin del año pasado Jorge emprendió un viaje aventurero musical con su compañera. Antes de seguir viaje, debían regresar a Córdoba a terminar unos trámites. Y pensamos un toque del “cuarteto” con Para Ir, sumado a el proyecto solista del Nacho “Nash Coll” y un proyecto en el que vengo laburando hace un par de años, La compañía Fabulera, presentando una pequeña obrita humorístico/musical: La heladería Invisible (en bajada)”.
Como justo confluyen todos, decidieron armar “un súper show de músicos compartidos en el cual 10 personas terminan presentando 4 espectáculos distintos y continuados”, cuasi como en un magazine televisivo.
–¿Qué porcentaje tiene de teatral, además de musical, la propuesta de El Cuarteto del Amor?
–Paulina Mendizabal: El Cuarteto en primera instancia podría parecer un grupo meramente musical porque es lo que más se destaca pero, el grupo no sería lo que es sin la impronta teatral que tiene. Desde la caracterización de personajes de otra época, hasta la coreografía y ritmo que contiene la escena que se lleva a cabo componen un espectáculo musical y teatral a la vez. La interacción con el público se remarca mucho y saca a flote los dotes actorales de los integrantes del grupo. En cada canción miramos a los ojos a la persona que le dedicamos la serenata. La barrera de la timidez al tener que hacer algo tan íntimo, como mirar a los ojos a una persona, no se podría afrontar sin tener elementos teatrales como base del grupo. Nuestro grupo contiene un porcentaje altamente rico en herramientas teatrales para que el show sea mucho más pregnante para el espectador.

–A tono con el dicho viral de El Eternauta de que “lo viejo funciona”, ¿ciertos ritmos musicales nunca dejaron de “funcionar” a pesar de no estar de moda?
–Ignacio Coll: Pese al mercado no dejaron de funcionar. No es igual que en aquellos años, pero se transformaron o tomaron otras vías de comunicación como es nuestro caso. Pero hay casos muy mediáticos que hacen o hicieron estos estilos y siguen funcionando, pasó hace 20 o 30 años atrás y sigue pasando. Hubo un resurgir independiente de esta oleada retro en la que nos hemos visto parte y no es algo que parezca perecer, al contrario, plantea un formato muy potable que no deja de atraer a cualquier generación. En nuestro caso tomamos una época en todo aspecto. No es solo lo musical si no la vestimenta, el gesto, las palabras y el contacto directo con el público. Incluso reversionamos la idea de serenata al dedicar una canción con un swing, por ejemplo. Ponemos énfasis no solo en lo que dice la canción si no en la intención. Ahí está la corporalidad y teatralidad a flor de piel. Atraviesa el estilo y la interpretación.
–¿Qué es más difícil, enganchar al público desde el escenario o en el “cuerpo a cuerpo” que hacen en la calle o en eventos privados?
–Camilo Paz Daga: Sin lugar a dudas, podría decirse que por lo general es más difícil conectar con el público desde arriba del escenario. La misma distancia física hace que haya más distancia o más barrera emocional entre el espectador y el artista, como una especie de anonimato en el que se refugia el espectador al ser parte del gran rebaño. Sin embargo nosotros, El Cuarteto del Amor, tenemos esta dinámica en la que técnicamente no existe el escenario... sea en la calle, en un salón, en un escenario de un teatro, tratamos de desdibujar esa línea yendo como tal a cantarle a una persona en específico del público, invitando a cada uno a que se entregue a la experiencia de vivir el momento y la magia de tener a cuatro “personajes” que te están cantando una canción mirándote a los ojos a vos, haciéndote parte y foco de ese momento. Esto hace que nuestra performance conecte tanto arriba como abajo del escenario, ya que en el show no existe tal división, no existe un ustedes y un nosotros más bien existe como una energía que se genera en esa interacción y eso es lo especial.

Para ir
La varieté musical de El Cuarteto de Nos. Domingo a las 20 en Pez Volcan (Marcelo T. de Alvear 835). Junto a Compañía Fabulera, Nash Coll y Para ir. Anticipadas por tiempo limitado: una a $7.000 y dos por $10.000. Reservas a @elcuartetodelamor o el 351-2135676, enviando el comprobante de transferencia y los nombres de la reserva. ALIAS: elcuartetodelamor.