José Giménez Zapiola, más conocido como El Purre, llega por segunda vez a Córdoba para presentar un nuevo show, pero antes se toma un momento para charlar con La Voz sobre su carrera, su presente amoroso y los proyectos que vienen en camino.
“Estoy contento de volver. A diferencia de Buenos Aires, los cordobeses tienen una buena onda y una buena vibra por encima de la de otros lados”, comenta risueño, a la vez que confiesa su fanatismo local: “Me gusta el fernet como si fuese cordobés”.
Su dualidad artística, entre la música y la actuación, no es una competencia, sino una simbiosis creativa. Si bien admite que los rodajes frenan un poco la agenda de shows en vivo, son también un motor para la composición.
“Las buenas canciones aparecen después de cuatro malas. Está bueno tener muchas canciones para que compitan entre ellas”, revela acerca de su método de composición. “Ahora estoy en la búsqueda del nuevo disco”, agrega.
Componer desde las historias
A diferencia de otros artistas, él siente que las canciones le aparecen cuando se sienta a hacerlas, no cuando se está “pegando una ducha”. “A veces me pasa que en el día escucho una canción o me pasa algo, y uso esa pulsión para escribir”, señala.
Hay un punto en el que sus dos facetas, la musical y la actoral, se fusionan. Según cuenta, en muchas ocasiones se pone en la piel de otros personajes e inventa historias que no necesariamente son propias para componer.

“Se me abren mundos que me habilitan un poco, porque si no, cuando me centro en lo que me pasa a mí, es como que muchas veces o es difícil ponerlo en palabras o hay una negación, y no querés hacerte cargo de lo que te pasa”, explica.
Esta técnica, sin embargo, le ha traído alguna broma en casa. Su novia, Male Ratner, al escuchar su último disco, que era de desamor, le preguntó con humor: “Che, ¿hay algo que quieras decirme con las canciones que no me estés diciendo?”.
Cómo fue la propuesta de casamiento de El Purre a Malena Ratner
Más allá de cualquier ficción, su presente personal está lejos del desamor. El 22 de noviembre, El Purre se casará con la influencer, con quien convive desde pandemia. “Los 14 días de la cuarentena se convirtieron en seis años. Y acá estamos”, dice.
El plan es una gran celebración: “Siempre hablamos de las ganas de casarnos, no religiosamente, sino más como una comunión de festejar con nuestra gente amiga, una noche donde celebremos nuestro amor”.
La propuesta de matrimonio tuvo un escenario de película. Después de una temporada teatral en Mar del Plata, un amigo le hizo un comentario sobre su novia que resonó en él y se instaló la idea.
“Me dijo: ‘Che, Male es jefa’, como diciendo ‘¡qué capa que es!’. Y fue como ‘sí, es lo que pienso yo’”, cuenta. Ese fue el impulso final. De forma impulsiva, planeó todo para unas vacaciones en Brasil. Compró el anillo en Buenos Aires, lo llevó escondido y le propuso casamiento en Río de Janeiro.
La enseñanza de “Cromañón”
Uno de los últimos grandes trabajos cinematográficos que hizo El Purre fue su papel en Cromañón protagonizando a Lucas Binder, un personaje ficticio que estuvo la noche de la tragedia e ingresaba al lugar a ayudar a las víctimas del incendio.
“Cromañón a mí me transformó, no solo profesionalmente, sino también humanamente”, confiesa con seriedad. “Elevé mi empatía con el otro. Por ahí, la falta de empatía es falta de información, sin entrar en política. No importa de qué lado estés”, agrega.
El rol lo llevó a elevar su nivel de empatía y a comprender la peligrosidad de la desinformación. “La gente, los medios, opinaron un montón de cosas. Se establecieron un montón de verdades o de máximas que eran mentira”, reflexiona.
El compromiso del equipo fue total, y asegura estar muy tranquilo con la responsabilidad con la que abordaron la historia, aunque entiende si a algún familiar pudo haberle molestado.
Luís Machín y una clase magistral
Trabajar con Luis Machín, quien interpretaba al abogado Carlos Binder, fue otra de las grandes experiencias del proyecto.
“Para mí, compartir con Luis Machín fue una clase magistral de actuación real. Verlo laburar a él era realmente magnético. Es el mejor. Lo veo actuar y pienso que no hay técnica actoral. Le pasan las cosas”, afirma.
El Purre recuerda una escena en particular, donde el actor estaba comiendo un sándwich y se quiebra de manera impulsiva: “Vos decís, ‘wow, boludo, no es que lo prepara, es una cosa que le viene como un impulso’. Esto es una masterclass”.
El actor también destaca que Machín tuvo encuentros con José Iglesias (padre de una de las víctimas y el abogado querellante del caso), pero él no: “Yo me quise juntar con él, pero no tenía ganas. Lo respeté porque yo representaba a su hijo, que falleció en Cromañón”.
De novio futbolista a amante de Yiya Murano
Con la misma entrega, Purre se sumó al éxito de Envidiosa en la segunda temporada y en esta nota confirma su papel en la tercera (que aún no tiene fecha de estreno confirmada).
“Fue superdivertido, un elencazo. Envidiosa es un éxito. Te puede gustar o no, pero lo es. Ser parte de esto fue espectacular”, reafirma, a la vez que añade que fue una gran experiencia haber sido dirigido por Daniel Barone en esta nueva parte.
Y el futuro no se detiene. En octubre, lanzará una nueva canción que, según cuenta, “apareció después de muchas canciones”. En 2026, será parte del elenco de NOA, una comedia romántica juvenil, junto con el cordobés Agustín Bernasconi.
Pero el gran estreno audiovisual que se viene a fin de año es la serie sobre la vida de Yiya Murano, la envenenadora de Monserrat. Allí, El Purre se pondrá en la piel de un personaje totalmente alejado de él: “Yo hago un amante de Yiya. Es un militar de época”, adelanta.
Este papel, que implicó un trabajo de caracterización y de formas completamente distintas a las suyas, es el tipo de desafío que lo moviliza. “Esos personajes son los que a uno también lo motivan, lo sacan de la zona de confort”, concluye.
Para ver
El Purre se presenta este viernes 26 de septiembre en Pez Volcán (Marcelo T. de Alvear 835). Entradas disponibles en Alpogo, con una promo 2x1 a $ 11.500 (el precio incluye gasto por servicio).