A solo días del esperado regreso de Bandana a los escenarios, la interna del emblemático grupo pop volvió a encenderse con fuerza.
Lo que debía ser una fiesta marcada por la nostalgia y la celebración de sus 25 años terminó revelando un clima interno desgastado, donde las tensiones entre sus integrantes ocupan el primer plano.
La primera señal llegó cuando Lissa Vera, visiblemente agotada, decidió bajarse de todas las notas de prensa previstas en la previa del recital.
Su ausencia expuso la fragilidad del vínculo con Lowrdez Fernández, con quien históricamente mantuvo una relación cercana.
Según reconoció, todavía no lograron hablar tras los enojos que surgieron cuando Fernández reaccionó de manera contundente en medio de la denuncia por violencia de género que Lissa realizó contra su exnovio, Leandro García Gómez, mientras permanecía desaparecida.
En diálogo con La Mañana con Moria (El Trece), Lissa habló con una transparencia que sorprendió incluso a la conductora.
“No estamos para que nos coman vivas”, afirmó para describir el estado emocional del grupo.
Luego, fue más allá al remarcar que la banda carece de una conducción clara. “Bandana, hasta donde yo sé, no tiene manager. Nadie maneja Bandana”. Explicó que solo confía en su propio representante (su hermano) y apuntó contra “gente non santa” que se acercó durante años para obtener beneficios propios. “Hay varios que ya limpiamos. Siempre buscan sus intereses”, insistió.
La charla también dejó al descubierto un punto clave: la titularidad del nombre Bandana. Lissa detalló que la marca está dividida en tres partes entre ella, Lowrdez y Valeria Gastaldi, lo que les permite trabajar de manera independiente si lo consideran necesario. Esa estructura, según dijo, garantiza libertad a la hora de decidir con quién colaborar o cómo encarar nuevos proyectos.
El show de este domingo, contratado por el productor Tomás Muñoz para la fiesta LATM +35, será la próxima vez que las cinco integrantes compartan escenario. Pero Lissa fue contundente respecto de sus obligaciones. “Estoy obligada a hacer el show del domingo, pero no estaba obligada a hacer todo lo demás”, aclaró en relación con las apariciones previas que generaron roces dentro del grupo.
Las señales de tensión continuaron. El miércoles por la noche, las Bandana tenían pactada una aparición en LAM, pero todo se canceló horas antes del vivo por un problema de salud de Lissa, derivado del estrés que arrastra desde la denuncia contra el ex de Lowrdez.
“La que se bajó fue Lissa. Está con algunas dificultades personales”, informó Ángel de Brito en su programa Bondi Live.
En redes, el conflicto siguió escalando. El periodista Agus Rey adelantó que Bandana reaparecería este domingo en La Peña de Morfi para promocionar el reencuentro, pero De Brito añadió un dato que encendió las alarmas: “3 Bandana. Lissa se bajó de todo. Furia”.
