Podría ser el resultado de un golpe fortuito de esos que no abundan. En parte lo es, pero dicen que a la suerte hay que acompañarla. Y eso es precisamente lo que ha hecho Fin del Mundo desde que su nombre irrumpió en el radar de miles de personas que las vieron –o las escucharon– por primera vez en el histórico desembarco de la radio estadounidense KEXP en Argentina.
En septiembre de 2022, este cuarteto formado en Buenos Aires pero con raíces patagónicas (una integrante chubutense, otra fueguina) fue seleccionado para participar de las sesiones que la estación de Seattle (todo un símbolo para el indie y el rock alternativo en tiempos de YouTube) filmó en el CCK porteño.
La “chapa” y el alcance de KEXP hicieron lo suyo. Desde que se publicó esa sesión de cinco canciones, no sólo ha cosechado un volumen de reproducciones envidiable (más de 1,5 millones y contando…), sino que la propia banda se subió a ese envión para llevar su música a diferentes países.
Oportunidad
Sin que el término “KEXP” se le sugiera, la guitarrista Julieta Heredia confirma del otro lado del teléfono que aquella sesión fue mucho más que un hito para el grupo que completan Lucía Masnatta (guitarra y voz), Julieta “Tita” Limia (batería) y Yanina Silva (bajo). Fue más bien una puerta abierta a un mundo desconocido que, hoy por hoy, ya tiene sabor a nueva normalidad.
“Estamos viviendo un sueño cumplido desde hace bastante, cuando nos pasaron cosas increíbles para una banda autogestiva”, suelta en referencia al salto de exposición que significó para Fin del Mundo su presencia en una de las vidrieras más importantes del universo indie.
Heredia indica que la particularidad del cuarteto de posrock y shoegaze es que, si bien es una banda relativamente nueva (se formó en 2019), sus integrantes cargan con una experiencia de aproximadamente dos décadas en diferentes proyectos y formaciones. Eso les permitió subirse a un tren a toda velocidad con la seguridad necesaria para enfrentar una travesía con destino incierto.

“Desde que tuvimos la suerte de participar de las sesiones de KEXP, eso nos dio muchísima exposición, sobre todo en otros países. Nos permitió viajar y que la gente nos escuchara desde otros lados”, asegura la guitarrista.
A su vez, Heredia plantea que la banda experimenta un presente de muchos cambios, entre aquello que han logrado consolidar de 2022 a esta parte y mucho más que aún está por venir.
“Estamos en un momento de transición en el que dos integrantes siguen con su trabajo de ocho horas de lunes a viernes y otras dos estamos más flexibles por tener trabajos freelance o más independientes. Por suerte, la música está ocupando más horas cada vez. Empezamos a dedicarle más tiempo a lo que más nos gusta”, asegura la guitarrista.
En sus propios términos
Heredia también destaca cómo el grupo optó por seguir funcionando como una pyme sin intervención externa. Frente a la posibilidad de firmar algún contrato discográfico, optaron por mantener la bandera del do it yourself.
“Eso a una banda le da más libertad para moverse y manejarse con los recursos que tiene”, dice la guitarrista de Fin del Mundo, que además ha comenzado a gestar redes en diferentes países tanto a la hora de concretar nuevos shows como de editar sus discos en diferentes en CD, vinilo o casete.

“Gracias a toda la actividad que tuvimos en estos años pudimos financiar este disco de forma autogestiva”, acota luego sobre Hicimos crecer un bosque, segundo álbum del grupo y sucesor de Todo va hacia el mar (que, en realidad, es el rejunte de dos EP previos: Fin del Mundo, de 2020, y La ciudad que dejamos, de 2022). Ese es el material que presentarán este sábado en Sala Formosa, y junto a Cursi No Muere.
–Vuelven a Córdoba y presentan el disco unas semanas antes que en Buenos Aires. ¿Qué expectativa tienen?
–Estamos muy felices de volver a Córdoba, hace casi dos años que no vamos. La última vez fue en julio de 2023, pasó un tiempo. Nos encantó las veces que fuimos a tocar allá y ahora más todavía porque vamos a presentar el disco nuevo, que salió en octubre. Estamos tratando de viajar a más ciudades de Argentina para poder presentarlo. Al ser un disco corto, la verdad es que estamos haciéndolo todo en vivo. Lo único distinto que va a pasar en Buenos Aires es que, al haber tenido un par de invitados (Eterna Inocencia y Nicolás Aimo), van a estar presentes ese día. Cuando viajamos, tratamos de hacer todas las canciones siempre. Lo que más nos gusta es tocarlas en vivo, con versiones a veces distintas, un poco más extendidas, con más energía, así que lo disfrutamos, sobre todo cuando tenemos tiempo para tocar sin apurarnos.
–Este año también van a debutar en Perú y vuelven a Brasil, España y Portugal. ¿Cómo se arma ese calendario?
–Es muchísimo aprendizaje constante, porque es esta filosofía de “hazlo tú mismo”. Desde el principio, tuvimos que aprender a hacer muchísimas cosas que no sabíamos, buscar información, preguntarles a compañeros y colegas. Y de a poco vamos ampliando el equipo de trabajo porque, por suerte, nos ha ido bien, pudimos hacer muchos más shows y viajes. Ahora vamos a trabajar por primera vez con un mánager en Argentina. Tenemos bookers (promotores) en Brasil, México. Por el lado artístico, somos las productoras fonográficas de nuestra música y financiamos nuestras grabaciones; pero ya para temas organizativos vamos formando una red de trabajo más formal. Las cuatro estamos muy pendientes de todo el trabajo todo el tiempo. Hacemos todo por igual, el trabajo se divide en tareas, y eso nos permite hacer muchísimo y mantener otros trabajos.
–Van a girar por Europa por tercer año consecutivo. ¿Cómo empezó ese incentivo de salir más allá de Argentina?
–Ese es otro sueño que teníamos y que nos parecía muy lejano cuando empezamos. Como repetimos siempre, gracias a la exposición que nos dio la sesión, nos contactó un sello de España (Spinda Records) que nos ofreció formar parte de su catálogo. Eso también es lo que nos permite tener ese contacto directo y viajar. La primera vez pensamos que iba a ser la única y por suerte pudimos crear contactos allá y tener la posibilidad de volver y conocer un montón de realidades de la industria musical. También desde el lado underground o autogestivo, porque son muchos festivales o shows pequeños, pero hay muchísima actividad, mucha oferta, festivales de invierno y de verano, todos los meses prácticamente. Haber descubierto eso fue increíble.
–Estuvieron a punto de ir a Estados Unidos, pero no pudieron llegar con la visa. ¿Qué otros países tienen en la mira?
–Teníamos una invitación para viajar a un festival muy lindo que se hace en Idaho. Hay una banda de allá que fue influencia para mí, Built to Spill. Lamentablemente, teníamos poca experiencia con el tema de las visas y esta vez no pudimos, lo hicimos con poca anticipación. Pero nos encantaría porque está la posibilidad de grabar una sesión en KEXP allá, así que esperamos poder finalizar ese trámite que es costosísimo. Cuando veamos que se pueda hacer la logística de varias fechas o festivales, es una posibilidad que tenemos pendiente, un objetivo a futuro. Ahora en mayo vamos a ir a Perú, está pendiente ir a Uruguay. Y nuestra gran deuda pendiente es no poder haber ido a la Patagonia, porque la mitad de la banda de allá. Se complica por las distancias y muchas veces no coinciden las fechas de las cuatro en los meses de verano. Es nuestra principal deuda en Argentina. Una de las cosas más lindas de la actividad musical es poder descubrir otros lugares y conocer a otros músicos.
Para ir
Fin del Mundo presenta Hicimos crecer un bosque este sábado, a las 19, en Sala Formosa (Achával Rodríguez 349), y junto a Cursi No Muere. Anticipadas a $ 8 mil más cargo por servicio en Alpogo.com.