Meses después de la pandemia, Diamanté Anthony Blackmon dejó atrás un turbulento y avasallante bagaje artístico bajo el nombre de Carnage para convertirse en Gordo, uno de los máximos exponentes del techno con fuerte pegada más proyección en Latinoamérica y el mundo.
Por su notable y ya característica versatilidad, es complejo entender los zigzagueos de su carrera; o cómo es que pasó sin conflictos de experimentar con el hip hop al urbano latino. Gordo cuenta con discos bajo sus dos seudónimos y también tiene en su haber una incontable cantidad de simples y colaboraciones con grandes artistas de diversa procedencia.
Por mencionar algunos: G-Eazy, Lil Pump, Mac Miller, Steve Aoki, Whiz Khalifa y Marshmello, entre otros.
De este lado del mundo, lo que pegó más fuerte fue su impronta latina. Estalló con Hombres y mujeres junto a Feid, y luego grabó con Maluma, Nicki Nicole y, por último, Emila Mernes.
Es gracias al primero que se ganó –al menos en Argentina– el mote de máximo exponente del techengue. Este subgénero se denominó así de manera popular y deriva de la mixtura entre el techno y los sonidos bailables propios del cachengue, que es lo que se impone en los boliches de nuestro país.
En un accidentado diálogo con La Voz, mediante una videollamada mientras circulaba por Buenos Aires, Gordo no se achica y se hace cargo de la relevancia de su figura.
“Sí, claro que soy un exponente. Sucede que tengo varios temas más parecidos a Hombres y mujeres y Olvidarte. Entonces entiendo que se me relacione con el llamado techengue y está bien que así sea”, responde ante la consulta.
Y añade: “Esto tiene que ver con cómo se escucha la música en Argentina, con la tradición del techno y lo que la gente quiere bailar. Si vienes a una fiesta, encontrarás muchos más sonidos y géneros, por supuesto".
“Por otro lado, tiene que ver con el país en el que esté. En Sudáfrica me conocen por el afrohouse y en Estados Unidos por el hard techno; depende el país y depende la ciudad, pero aquí es por eso que mencionas”, completa.

El año pasado, Gordo fue el único nombre blureado del Cosquín Rock como artista sorpresa en el festival. Mucha expectativa generó su presencia. Más que nada porque era un desconocido para el público rockero.
En esa grilla había dee jays fuertes como Claptone, Tiësto y Steve Aoki. Sin embargo, el artista de origen nicaragüense sorprendió con un set muy celebrado entre la gente.
“Fue un gran concierto. El público lo disfrutó mucho. Uno en ese contexto, de festival o de gran evento, sale con todo a intentar conquistar con buena música. Después de eso no regresé a Córdoba, así que estoy a la expectativa de lo que pasará en La Fábrica, sitio icónico de Córdoba”, comenta.
–¿Cómo fue que te convertiste en dee jay? ¿Qué influencias te llevaron a abrazar esta profesión?
–No sé de dónde viene. No hay ningún músico en mi familia. Pero es algo que viene de la pasión, del trabajo y del sacrificio. Eso sí viene de mi familia. Salieron de Nicaragua, cruzaron la frontera e hicieron mucho para poder establecerse en Estados Unidos y tener una vida mejor. Y bueno mi carrera artística se puede resumir en eso: trabajo duro para dejarle algo a ellos.
–Estás en permanente movimiento, tocando por todo el mundo. ¿Cómo es vivir con esa exigencia física y psíquica?
–Dentro de lo posible, tengo una rutina diaria bastante sana. Bueno, ya no tomo alcohol, que es algo muy duro para el cuerpo. Y voy al gimnasio, intento tener horas para dormir. Principalmente, lo importante es no tomar.
–¿Qué pasa cuando llegas a Ámsterdam por ejemplo y está frío? ¿Dónde queda eso de que ‘No hay verano sin Gordo’?
–(Risas). Bueno, eso viene de un estrés que tengo. Cuando llega el verano tengo que sacar un temón para romperla. Es una exigencia. Ojalá lo logre este verano. Con Emilia salió bien, ¿no?
–¿Cómo fue esa colaboración?
–Surgió por Francisco Zecca, que es productor de ella. Y me propuso hacer algo con Emilia. ¿Cómo decir que no si es la reina de Argentina? Y nos mandamos todo por Internet. No nos conocimos personalmente hasta después del lanzamiento.

–¿Te gusta venir y empaparte de música argentina?
–Tu pregunta me hace pensar en Bizarrap. Cada país tiene su flow y su energía musical. Y en Argentina tienen el amor por la música en muchos géneros, eso es una belleza. Creo que él lo resume en cada una de sus mezclas. Yo solo puedo pedirle a Dios poder llegar un día a ese nivel.
–¿Cómo elegís las colaboraciones? En redes veo que tenés buena onda con varios artistas de acá. Ca7riel y Paco Amoroso comentan mucho tus publicaciones...
–Puede haber alguna sorpresita este año (risas). Soy un amante de la música y también un estudiante de la música. De cada artista me gusta aprender y entender qué es lo que hacen. También me gusta que nos apoyemos. Al final del día, si nos apoyamos todos, van a salir mejores cosas y mejor música para los fans. Para escoger, a mí me gusta trabajar con artistas que sean amigos. Cuando es con amigos, sale mejor.
–¿Cuál es tu búsqueda con el concepto Taraka, con el que convocás a fiestas en diferentes partes del mundo?
–Está bien la palabra: concepto. Si sos fan de Gordo, sos fan de todos los géneros, ¿verdad? Y lo que sucede ahí es que hay una comunidad que no juzga por la música que se oye. Entonces, Taraka es eso: gente que va a celebrar, a festejar, a charlar y pasarla bien. No mucho más.
Para ir
Gordo se presenta el viernes 25 de abril en La Fábrica (Ruta E64km, X5151 La Calera). Entradas desde $ 35.000 + $ 4550 (por service charge) en paseshow.com.ar