Los jueves se han transformado en un gran día para la música cordobesa de a pie. A partir del ciclo Data Local, desarrollado en Bela y curado por el medio independiente Momento Indie, cada semana es posible atestiguar el crecimiento de proyectos solistas y grupales con un desafío en común: el de convocar a jóvenes (y no tanto) ávidos de nuevas propuestas más allá del algoritmo nacional e internacional.
Con sólo revisar la programación de los últimos meses, es posible trazar una historia reciente del pop y el rock cordobés que busca ganar adeptos cada semana en escenarios en ebullición como el de Chilli, Pez Volcán o Sala Formosa, por nombrar tres espacios que hoy marcan el pulso actual de “la movida”.
Lo que sucede en Bela también es producto de ese mismo caldo de cultivo: una sala que, en pos de completar una programación atractiva y asequible, elige dedicar parte de su grilla semanal a un ciclo que efectivamente viene a llenarnos de “data local”. Y este jueves, ese lugar será tomado por Gota Pedal, grupo que presentará su debut homónimo luego de varios experimentos entre el estudio de grabación y el escenario.
“Estamos justo en el en el en ese limbo entre llegar a la presentación como para poder terminar de coronar el proceso que es este lanzamiento que acabamos de hacer”, explica del otro lado del teléfono Giuliano Pesetti. Más conocido como Yull, el bajista/guitarrista y vocalista de Gota Pedal es un nombre recurrente a la hora de revisar créditos de producción en trabajos recientes de La Virgenxita, Lolas Tristes o Gaba.
“Estos tres años fueron ir y volver de procesos de estudio a apuestas en vivo para poder consolidar ese material”, asegura el también exintegrante de Violencia en el Parque. Por eso creemos que es un material que se va a terminar de curar en el vivo, ya que ha sido el germen que nos dio de comer para poder encontrar ese material bruto al final”, asegura el compositor que comparte banda junto a otros dos colegas: la multiinstrumentista Julieta Scianca y el baterista Caco Fernández.
“El vivo fue un lugar en el cual nosotros pudimos poner a la música en juego”, dice Yull. “Pudimos ver cómo la cómo la gente reaccionaba hacia los sonidos y las interpretaciones, y eso fue moldeando un color que tenemos en la banda que se inclina a veces hacia lo dramático, hacia el teatro y que necesariamente tiene que tener ese diálogo con el público”, profundiza sobre la propuesta que se podrá ver en Bela, con entrada gratuita.
Enjambre de compositores
Cuando Yull recrea el origen de Gota Pedal, la carrera de Composición y Producción de la escuela de música La Colmena, y los nombres de docentes como Juan Carlos Tolosa o Nicolás Gieco, definidos como mentores por el músico y productor, aparecen de manera obligada.
“Siempre nos motivaron mucho a la creatividad y creo que, como veíamos el lado académico de la producción musical -lo que es componer pensando en una partitura- nosotros de alguna forma intentamos hacer una traducción a eso a la música popular de hoy: intentar componer para los vivos y para la relación que podíamos tener como banda con un público”, explica Pesetti, que ubica a la composición como el gen inicial de cualquier movimiento artístico de Gota Pedal.
“Y ahí fue cuando aparecieron las canciones”, completa inmediatamente sobre una búsqueda realizada en simultáneo por los tres miembros. “Nosotros pensamos en Gota Pedal de alguna forma como un colectivo de compositores”, sintetiza Yull.
“Estamos siempre en disposición a la canción. La canción es lo que nos pide y nosotros nos vamos ubicando”, apunta luego sobre las diferentes facetas musicales que se abordan en las siete piezas que integran el debut homónimo del grupo. Allí también aparecen citas directas y otras más solapadas.
“Reciclamos mucho. En el disco hay una versión de un tema de Charly García y una versión de María Pien, que son materiales que nos fueron dando vueltas y que dijimos ‘Che, ¿qué pasa si los grabamos así y les ponemos otro vestido en vivo”, señala el músico sobre un disco “rockero” por espíritu, pero con sonidos que remiten al pop alternativo, al bolero, al tango y, en definitiva, a la experimentación sonora como materia prima de una identidad propia.
Pago chico
Allí vuelve a aparecer la conexión local. Es que Gota Pedal es otro de los grupos que personifican estos tiempos en los que las referencias y las lecturas pueden ser infinitas, incluso agobiantes. Por eso, a la hora de buscar coordenadas estéticas, probablemente resulte más fácil entender la propuesta del grupo si se la ubica en su contexto más cercano.
De hecho, Yull es quien mezcló el disco solista del alias de Scianca (Julieta Menguó), su compañera de grupo, que a su vez colabora con gota Pedal en su opus individual. Esta se potencia si se tiene en cuenta que la formación de la banda que presentará el álbum incluye a Eber Leguizamón (histórico bajista de A la Vera, Lucía, donde también tocó y produjo Yull) y a Facundo Verón, integrante de Fin del Mar y encargado de producir este primer disco. Es otra señal de que el grupo no es una isla, sino más bien parte de un archipiélago.
“Con los tiempos que corren actualmente, queremos aprovechar un ciclo como el que está sucediendo en Bela, que es algo que está muy bueno que suceda: que haya una recurrencia de bandas locales todas las semanas”, reflexiona Yull. “Me parecía buena idea sumarnos ahí y hacerlo gratis con este misma idea: que sea una presentación lo más popular posible. Siempre intentamos generar un espectáculo que sea apto para todo público. No queremos encerrarnos en ningún nicho en particular. Queremos hacer música para todo el mundo”, refuerza el vocalista.
“Tocamos a principio de año y decidimos guardarnos para poder preparar este momento”, anticipa Pesetti sobre la manifestación en vivo de las canciones de Gota Pedal, lanzado hace prácticamente un mes. “La salida del disco es un primer anticipo, pero queremos realmente demostrar que se puede hacer un show profesional y con todas sus complejidades en la ciudad de Córdoba, y que Córdoba está a la altura para hacer buena música”, sentencia.
–De alguna manera están abriendo la carpa de circo que ilustra la tapa, ¿no?
–Exactamente. La invitación es esa. Que vengan, que pasen, que vean los personajes que nosotros hemos invocado y que seguimos creando, y que puedan jugar con nosotros.
–Si tuvieras que describir la foto de la escena cordobesa hoy, ¿qué podrías decir?
–Me cuesta un poco abstraerme porque me siento muy involucrado, pero puedo intentar invocar una imagen que me ha sucedido cuando he llevado a algún amigo o algún familiar, o a personas que no habitan generalmente ese circuito, que siempre ha sido la de la sorpresa. Una reacción como que parece de película, que el circuito cordobés realmente parece de película en el sentido de que no hace falta que veas una película para que veas que así son las bandas de rock, que esto es el rock o esto es la música, que así se vive un escenario en vivo, o así se vive ver un público conectado con una banda. Creo que no es ficción y que es real y que lo podés ver en carne propia. Si alguien tiene el sueño de lo que puede ser una banda en vivo, no hace falta capaz esperar a festivales gigantes como un Cosquín Rock o un Lollapalooza. Esa misma sensación se puede invocar en nuestros clubes, en nuestras salas, lugares donde hay bandas con propuestas locales y que mueven corazones, mueven bocas y la gente lo recibe. Y eso me parece que ya traspasa la idea de que es de película: se transforma en realidad.
Para ir
Gota Pedal presenta su álbum homónimo este jueves 6 de noviembre a partir de las 20 en Bela (Peredo 325). Apertura: Cherryla Bott. Entrada gratuita hasta agotar la capacidad de la sala, disponible para descargar desde Venti.


























