Irmanas estrenó su primer disco No me digas nada excepto y lo presentará oficialmente este sábado 30 en Pez Volcán. La banda federal, conformada por Paz Ellena, Paz Aravena, Estefania de La Vega, Constanza Lemmeh, Delfina Ferrari y Emilia Di Pasquale publicó este trabajo autogestivo después de un largo proceso de amor creativo.
Las músicas se conocieron en 2022 y empezaron a trabajar de lleno en sus canciones, compuestas principalmente por Paz Ellena. A finales de ese año, se animaron a subir al escenario y tocar juntas por primera vez en Casa Mutante, un espacio ubicado en Barrio Jardín que reúne a un colectivo de artistas cuyo objetivo es vivir del arte.
“Lo que nos unió primero fue la música. Hacer lo que nos gusta fue la excusa. Cuando nos juntamos en la sala de ensayo, lo único que sabíamos era que las chicas que teníamos enfrente estudiaban música en la facultad. Con el paso del tiempo, la banda se fue perfeccionando y nosotros nos fuimos conociendo. A pesar de nuestras diferencias, veíamos el arte de manera similar”, cuenta Ellena en diálogo con La Voz.
“Las canciones nos hacen sentir vivas y en ellas están todas las cosas importantes. Es nuestra manera de ver el mundo como seis veinteañeras que vienen de diferentes partes del país, pero que estudian y hacen música en Córdoba. El nombre del disco hace un poco de referencia a esto. No me digas nada excepto: las canciones. No hace falta nada más”, añade.
En 2023, Irmanas se presentó en diversos escenarios locales hasta que en noviembre, por iniciativa de un amigo, entraron al estudio a grabar las canciones que las venían acompañando durante tanto tiempo. “En resumen, trabajamos el disco desde el 2022 hasta inicios del 2024 donde terminamos de grabarlo”, condensa Constanza Lemmeh.
Un disco asado con paciencia y profesionalismo
No me digas nada excepto no es un álbum netamente musical, sino que se presenta como una propuesta artística, estética y audiovisual, trabajada minuciosamente para sugerir lo auténtico, el juego, la juventud y lo absurdo que es el mundo en el que vivimos, a partir de la conjunción de diferentes artes. “El disco propone un mundo de personajes, colores y texturas para escuchar, ver y sentir”, cuenta Emilia Di Pasquale.
El grupo reconoce que la pre y posproducción de las 11 canciones del disco debut no hubiera sido posible sin el apoyo técnico y humano de La Casa Mutante, donde tuvieron disponible un estudio para ensayar y grabar sus producciones.
“Es muy difícil afrontar la inversión y los gastos que conlleva lanzar material. Sin La Casa Mutante se nos hubiese hecho mucho más difícil. Muchas cosas fueron costeadas gracias a los shows que hicimos durante el año. Cada toque lo invertíamos en el disco, sin la posibilidad de cobrar por nuestro trabajo. Ese es uno de los desafíos más grandes que tiene ser artista. Al final del proceso, hicimos una rifa y nos funcionó, una vez más, gracias a la comunidad y a lo colectivo”, explica Delfina Ferrari.
Di Pasquale suma además que, antes de publicar cualquier canción en plataformas, decidieron resolver cuestiones legales relacionadas al derecho de autor para dar cuenta de un trabajo profesional y no meramente de entretenimiento.
“Si bien trabajamos de manera autogestiva y elegimos mirar el arte desde un lado muy cuidado y espiritual, queremos que nuestra música sea lo más profesional y redituable posible. Decidimos distribuir el disco con la plataforma argentina A.M.A del Inamu. Así, apostamos a los proyectos nacionales que están creciendo y potenciamos nuestro deseo de profesionalizarnos”, destaca la música.
–¿Qué significa “Irmanas”? ¿Por qué eligieron ponerle ese nombre?
–Constanza Lemmeh: La palabra “hermana” es nuestra muletilla grupal. Un día, ese hermana muto a “irmana”. Así que lo empezamos a reemplazar de vez en cuando y se convirtió en un chiste. Cuando formamos la banda, buscamos 100 millones de nombres, pero nada nos convencía. Alguna sugirió ponerle “Irmanas” y le cambiamos el nombre a nuestro grupo de WhatsApp por “Irmanas?” (antes era “Las wachas band 2″). Lo que empezó como broma, se cimentó y quedó. Hoy no solamente hace referencia a la amistad enorme que tenemos y a todo lo que implica “hermanarse”: el amor, la calidez, la complicidad, la comunidad, el hecho de estar ahí para la otra.
–Si bien la mayoría no es de Córdoba, fue la ciudad la que las unió. ¿Sienten que ser cordobés en este sentido es más que haber nacido acá?
–Emilia Di Pasquale: La realidad es que no nos sentimos tanto de Córdoba, sino “de la Universidad Nacional de Córdoba”. Irmanas es lo que se dice una banda federal: si bien Delfi, Paz Ellena y Cons son cordobesas, Paz Aravena y yo somos de San Luis, y Estefi de Ushuaia. Lo que nos unió en primer lugar fue la Facultad de Artes. Ahí nos encontramos como estudiantes que emigran de su provincia, más “de ahí” que cordobesas en sí. De todas maneras, Córdoba es el lugar de la banda. Siempre hay un lindo recibimiento de la gente que banca la cultura cordobesa un montón, tanto consumiéndola como trabajándola. Hay una movida en relación a eso que se agranda y profesionaliza cada vez, y es lindo sentirse parte.
–¿Cuáles son sus principales influencias?
–Estefanía de La Vega: Más allá de nuestras influencias de artistas del rock nacional como Charly García, Fito Páez, Marilina Bertoldi, Juana Molina, Mustafunk, entre otros, admiramos y aprendemos mucho de nuestros amigues como Nubila o Maizena (bandas que son parte de la Casa Mutante) y hay una influencia mutua en nuestras músicas. Consumimos muchísima música local.
–¿Cómo llegaron a toparse con Casa Mutante y qué significa para ustedes trabajar con el colectivo de manera colaborativa?
–Paz Aravena: La Casa Mutante nos abrió las puertas desde siempre y creyeron fuertemente en el proyecto antes que nosotras mismas. Ahí crecimos como banda y como personas. Entendimos de a poco como era el funcionamiento de la comunidad y aún estamos en proceso de darle cada vez más forma a este colectivo hermoso del que somos parte. Estamos trabajando en varios documentales de los discos que se hicieron hasta ahora en la casa. Tenemos mucho material para mostrar. Cuando entras a la casa, ves la historia de cada uno de los shows que hemos hecho en estos años. Hay un pedazo de nosotres ahí.
–El 30 de noviembre estrenan oficialmente su disco, pero nombraron al show como “la no-presentación”. ¿Por qué?
–Paz Aravena: Es un concepto que nos pareció adecuado porque al disco ya lo venimos tocando y “presentando” hace mucho tiempo, más en Pez Volcán. Pero este show tiene un significado más amplio porque es la primera vez que suena después de su publicación. La no-presentación va a contar con mucho más de lo que venimos haciendo, sumando lo teatral y lo visual como siempre. Queremos mostrar y compartir la construcción de un material que en el fondo nace de la cotidianeidad, de compartir y “manijear”, de sumar capas, recortar, pegar, desarmar y armar.
Para ver
Irmanas presenta su disco No me digas nada excepto este sábado 30 de noviembre a las 21 en Pez Volcán (Av. Marcelo T. de Alvear 835). Las entradas se pueden adquirir a través del WhatsApp de la banda (3517537906) a $4500.