Ismael Serrano está de regreso en Argentina, esta vez con una propuesta imponente: un concierto sinfónico basado en el disco que lanzó en octubre del año pasado. En esta producción, el cantautor madrileño repasa su extensa trayectoria, marcada por canciones que condensan sus vivencias a lo largo de 51 años.
Desde Buenos Aires, Serrano responde puntualmente una videollamada vía Zoom. Se muestra relajado, en un cálido ambiente hogareño, con una gran biblioteca como fondo.
Allí se presentó el pasado 29 de marzo, antes de viajar a Montevideo para un show el 5 de abril. Este sábado será el turno de Córdoba, y el 26 de abril llegará a Rosario. La propuesta se repite en cada ciudad: una orquesta sinfónica de 40 músicos en escena, integrada en su totalidad por artistas locales.
La entrevista comienza con una pregunta sobre la figura de Julio Iglesias, en un contexto en el que el legendario cantante español atraviesa un delicado estado de salud. Consultado sobre si Iglesias representó una reivindicación para la canción de autor, Serrano responde:
“Ha sido un referente. Tal vez, en sus orígenes, tuvo un repertorio como cantautor, pero desde que llegó a Estados Unidos se forjó como un cantante melódico. Es una de las voces españolas más difundidas en el mundo y juega en otra liga completamente distinta.”
–¿Cómo fue el proceso de producción del disco sinfónico? Hay una selección de 13 canciones de un repertorio muy amplio.
–Sí, claro. Son 13, y quedaron muchas afuera. Fue difícil elegir. He sido muy prolífico en estos 30 años: tengo varios discos y un buen puñado de canciones. Traté de hacer un recorrido equilibrado por toda mi carrera, con temas que el público espera y otros que yo necesito cantar. En el directo, sumamos algunas canciones más para redondear el concierto, y vamos variando con nuevos arreglos que les dan otra entidad. Me quedó la idea de hacer un Sinfónico 2, porque todavía hay mucho material afuera.
–¿La orquesta cambia en cada ciudad?
–Sí. Siempre trabajamos con músicos locales. Ahora estamos con la Orquesta Filarmónica de Córdoba. Convocamos a una orquesta en cada lugar y nos adaptamos a sus dinámicas. Es un trabajo de preproducción enorme: enviamos partituras, organizamos ensayos, ajustamos detalles. Y con 40 músicos, nada es sencillo. Ni los ensayos ni las pruebas de sonido. Es un reto grande, con un nivel de exigencia altísimo.
–¿Qué ves desde arriba del escenario?
–Es muy emocionante. El arreglo sinfónico le da a la canción una épica especial. Amplifica su vuelo poético, acentúa la narrativa, casi cinematográfica, que muchas de ellas tienen. El público lo percibe. Hay una sensación de celebración, porque esto también tiene, a riesgo de sonar vanidoso, algo de autohomenaje. Y la gente se suma a eso. Porque estas canciones son parte de su vida. En un contexto donde todo parece artificial y la música llega enlatada, se trata también de reivindicar el género.
Buenos Aires, 2025
Con un perfil muy activo en X e Instagram, Ismael Serrano no reniega del ecosistema digital donde circulan sus mensajes, imágenes y videos. Por el contrario, sabe utilizarlo a su favor.
Recientemente, ironizó sobre una insólita discusión que mantuvo con el periodista Tomás Dente, quien le exigía gestos solidarios sin conocer realmente la historia de acciones del artista. “Por cierto, el otro día se viralizó en X una discusión absurda de un servidor con una figura mediática que, en fin… eso. Total, que a raíz de aquello gané unos 700 seguidores. Pues nada, en un día ya los he perdido. Vuelta a lo mismo”, escribió con sarcasmo.
Con un destino más feliz, sus redes también funcionan como un espacio musical donde comparte versiones de clásicos del cancionero popular. Joaquín Sabina, María Elena Walsh, Fito Páez, Serú Girán, Roberto Carlos y Ricky Martin son solo algunos de los artistas que ha reinterpretado.
–Es llamativo el contraste de la orquesta y tus videos en los que salís con guitarra y voz. Sin embargo, la fuerza es la misma...
–Es el origen. A veces, no hacen falta las grandes producciones porque la guitarra y la voz transmiten más. Reivindico el canon del género del cantautor con su guitarra al hombro. Me gusta ese ejercicio de agarrar canciones de otros artistas y llevarlas a mi territorio. De adueñarte de ella cantándola a tu estilo. Por supuesto, la canción original es insuperable.
–Fue sorprendente e inesperada tu versión de “Querida yo”, de Yami Safdie. En este contexto de canciones superproducidas, encontraste un tema así...
–Bueno, lo que se demuestra en este caso es el valor de la canción. Es una artista que cuenta algo interesante. También lo hace en su nueva canción Odio odiarme. Hay contenido en su obra. Tiene un propósito y una búsqueda que a mí me parece interesante. En el caso de En otra vida, me parece melódicamente maravillosa. En su sencillez, me parece preciosa. Es como te decía, reivindico la canción con un propósito. No hace falta que tenga 20 mil capas y una gran profundidad, sino que tiene que estar hecha con cariño y con una intención que sale de adentro. En definitiva, una canción con alma. Yami hace canciones con alma y esa particularmente es muy bonita. Me gustó mucho y me dio ganas de cantarla. Es tan sencillamente como eso.
–La letra de Buenos Aires 2001 es conmovedora. ¿Notás similitudes con el momento actual?
–La canté hace poco y pensaba: “Hostias, esto tiene paralelismos con el tiempo actual que vivimos”. Llama la atención porque somos olvidadizos, olvidamos nuestra historia más reciente y eso nos aboca a repetir los mismos errores.
–Te pronuncias políticamente en tus redes en casos como los incendios en la Patagonia o el caso de Pablo Grillo. Ni hablar de los Derechos Humanos. ¿Te molesta la reacción de trolls?
–Bueno, hay que relativizarlo. Primero, muchas de esas reacciones están dirigidas. Internet no distingue entre lo real y lo que forma parte de movimientos organizados o financiados. Nunca se sabe. Sobre todo cuando se trata de tomar una postura política. Más aún en una red social cuyo algoritmo ha sido cuestionado por diversos medios y analistas, que sostienen que favorece ciertos contenidos ideológicos. Uno puede publicar un mensaje solidario, como el de los incendios, y aun así recibir ataques. El usuario común, que percibe todo como un sesgo contra lo que considera correcto, difícilmente supere esos prejuicios. Y bueno, al ser yo una persona reconocida por tener una postura clara, eso también despierta esas reacciones. Entiendo por qué vienen a mi perfil a desarrollar una dinámica tóxica que enturbia el debate.
–Veo que recomendás sitios, películas y libros de Ciencia Ficción. ¿De dónde viene esa afición?
–Soy un gran lector de ciencia ficción clásica. Me gusta Úrsula K Le Guin, Isaac Asimov, ahora estoy con un autor que se llama Tchaikovsky. Me has visto con la remera de Star Wars y creo que me gusta de la misma manera a la que mi padre le gustan las películas del Western. Es porque le recuerda a lo que jugaban ellos de pequeños. No soy un fanático pero me quedo viendo las películas como mi padre lo hacía. Me gusta esa conexión con lo que fuimos. También estudié Ciencias Físicas y me gusta esa ciencia ficción más especulativa y reflexiva con respecto al futuro. Con esa mirada filosófica que nos pregunta hacia dónde nos dirigimos.
–¿Esperás El Eternauta?
–Tengo muchas expectativas porque ya he leído la reacción de gente que la ha visto y dice que les ha gustado mucho. Está bueno poner en valor a los autores de la historieta. Por otro lado, todo lo que hace Ricardo Darín me parece sumamente interesante. Es uno de mis actores preferidos. Me apetece ver la serie porque cada vez me cuesta más encontrar cosas que me interesen. Hablábamos de esto con respecto a la música y en las películas y series también pasa. Hay una sobreproducción y una sobreoferta de contenidos audiovisuales que hacen que pasemos más tiempo buscando qué ver que mirando realmente una serie o una película.
–¿Qué es el éxito para Ismael Serrano?
–En esto de la música, supongo que el éxito es poder vivir de ella y hacerlo con dignidad. Sin preocuparte demasiado si vas a llegar a fin de mes. Tener toda una vida dedicada a la música es un éxito también. Luego uno tendrá la ambición de llegar a más público y que su canción sea un espacio de encuentro. Pero se trata de ser feliz con lo que uno hace, y eso no es un reto menor.
Para ver
Ismael Serrano presenta su concierto sinfónico el próximo sábado 12 de abril a las 21 en el Quality Arena (Av. Cruz Roja al 200). Las entradas se pueden adquirir desde $ 45.000 + $ 6750 por costo de servicio en qualityespacio.com