El 29 de septiembre, en el último baile de La Barra, hubo lágrimas de emoción sobre el escenario. Treinta y un años de una historia gloriosa dentro del cuarteto cordobés llegaban a su fin.
Pero Javier “la Pepa” Brizuela, el icónico cantante de ese combo y uno de los mejores vocalistas de todos los tiempos en la música popular cordobesa, ya dio vuelta la página.
Se lo ve enganchado, motivado como hacía tiempo no se lo notaba. Es que lejos de “colgar los guantes”, “la Pepa” quiere capitalizar ese fervor que quedó flotando en las noches de despedida y tomar envión para lo que viene.
Después de haber jugado a un cierto misterio eliminando todas sus publicaciones en redes sociales, el jueves pasado el cantante confirmó lo que muchos esperaban: ahora empieza una etapa solista en la que será el único capitán de su barco.
“Después de casi 36 años de trayectoria, siempre con un respaldo atrás de bandas como Trula como La Barra, esta vez voy solo. Es algo muy raro si me pongo a pensar, pero bueno todo llega. Creo que este es el momento”, afirmó el cantante desde el estudio de La Voz en Vivo, el streaming de La Voz.
“La Pepa” se muestra con un espíritu conciliador respecto a su pasado en La Barra, hablando de la “tranquilidad”, “comodidad” y “felicidad” que tenía en una banda que todavía seguía muy vigente y fresca. “Pero llegó un momento que teníamos que bajar el telón y acá estamos haciendo un nuevo camino con la música”.
Ahora la curiosidad pasa por saber cómo va a ser esta nueva etapa, es especial desde el lado artístico. ¿Saldrá con canciones nuevas? ¿Cuarteto y cumbia al estilo que tanto éxito le dio en su carrera?
La Pepa todavía se guarda algunas de esas cartas. Por ahora anticipó que ya tiene grabadas unas cuatro canciones en colaboración con otros artistas, con los que además él se propuso adaptarse a la onda de los invitados y no que sea al revés.
De todas maneras, sabe que no podrá al menos en esta etapa dejar atrás los grandes éxitos de La Barra.
“Es un símbolo muy grande que dio la música de Córdoba, y sacarle a la gente de la cabeza a La Barra no es fácil. Hicimos muchas cosas por nuestro público que nos dio todo, disfruté de tal forma como ellos también a nosotros y creo que eso va a ser imborrable para todos, ¿no?”, se pregunta retóricamente. “Por supuesto que el repertorio mío de La Barra va a estar sí o sí”, deja en claro.

Pero, obviamente, él y su equipo ya están trabajando en definir nuevas canciones para este proyecto que está comenzando. “Tenemos grabadas muchas cosas pero ya descanse bastante. Ahora dentro de 20 días, empiezo a grabar nuevos temas, porque esto es día al día. Hay que ponerse al tanto de cómo se está trabajando hoy que todo pasa muy rápido y no solo la música de cuarteto, sino todos los rubros, todos los géneros musicales se están manejando de esa forma”.
Solo, pero bien acompañado
Antes de lanzarse como solista, “la Pepa” tuvo conversaciones con varias de las principales productoras del género. Si bien asegura que está en muy buenos términos con todos, finalmente optó por armar un equipo propio y cercano.
“Solo no voy a estar, voy a estar con mi familia, con los que armamos una productora. Somos 11 personas que estamos trabajando en esto hace varios meses. Es un apoyo incondicional y estoy muy contento por eso, algo nuevo hasta en eso que sinceramente no me lo esperaba. Vamos a tratar de hacer las cosas bien para que sigamos disfrutando de lo que sé hacer”.
Dos de esos pilares son ni más ni menos que los propios hijos de Javier, Lautaro y Alejo. “Me pone muy contento, sinceramente me enorgullece. Estoy 100 por ciento enchufadísimo por ellos, por mi familia. Tengo muchas ganas de arrancar a cantar, de mostrarle que puedo y bueno, el destino dirá, la gente dirá. Voy a hacer un esfuerzo inmenso, para que ellos también sigan sintiéndose orgullosos de mí, como yo en este momento estoy re orgulloso y sorprendido por ellos”, afirma. Cuando habla de sus hijos, la Pepa también se emociona y no quiere entrar en territorio que lo haga lagrimear. “Estoy tan feliz que estén ellos conmigo que no te lo puedo explicar”.
–Hace un par de meses, estuviste compartiendo un asado con toda la gente de la productora de Ulises. ¿Qué lugar sentís que ocupás vos en la escena?
–Sinceramente, tengo muy buena relación con la productora Almenara y me invitaron, me mandaron un mensaje y me dijeron ‘queremos que estés en un streaming’ y no tengo problema, allá vamos. La pasé bárbaro, los chicos fantásticos, nos divertimos muchísimo. Pude también conocer a muchos colegas jóvenes que no los conocía y me llevé una sorpresa de muchos que me han caído muy bien. De hecho, estuvieron muchos el lunes 29 la despedida nuestra.
–Después de los tres shows de despedida de La Barra, que fueron emotivamente muy fuertes, ¿cómo procesaste todo eso o ya estabas con la cabeza puesta mirando hacia adelante?
–Te voy a ser sincero, mientras tuvimos un parate muy grande de tres meses con La Barra, los primeros 15 días, te diría al mes, estuve bárbaro, tranquilo, una nueva vida me estaba llevando por delante… hasta que me desperté una mañana y dije ‘yo no soy este’. Ahí empecé a trabajar en lo mío, en un proyecto y un poquito el duelo ese de la despedida, no pensar tanto que se venían los tres últimos shows, medio como que lo fui masticando de a poco. Eso hizo que no me concentrara tanto en lo que iba a ser muy triste para mi vida, desvincularme… bah, no desvincularme, el cierre de esta historia, iba a ser muy triste. Estuve muy distraído por ahí con tantas cosas en lo mío que lo pasé muy tranquilo, pero la última noche me mató. Me mató porque dije, mierda… los últimos temas con mis compañeros, con esta banda, algo muy fuerte. Pero de esa mañana que me desperté y dije no tengo que desaprovechar lo que Dios me dio, lo que mis viejos me llevaron a hacer, dije, vamos a seguir cantando.
–El éxito en el cuarteto a veces puede ser la misma condena por el hecho de que si te va bien tenés que empezar a tocar más, ir a distintos lugares y a tener menos días de descanso. Quizá en algún momento, hace un tiempo, La Barra padeció ese ritmo. ¿Lo querés manejar distinto en esta etapa?
–Yo creo que cuando estás en el momento hay que aprovecharlo. Soy un convencido de eso, como muchas bandas de hoy que tocan de miércoles a domingo, son tipos jóvenes y lo disfrutan, porque de hecho soy amigo y lo charlamos. Lo disfrutan de tal forma que me llevan a recordar tiempos míos a su edad que teníamos bailes siempre muy seguido, casi toda la semana, y lo disfrutamos porque es nuestra vida. Con la música del cuarteto nos quisimos mutuamente y no sufríamos el cansancio, pero hoy en día te puedo decir que sí: dos veces a la semana es suficiente para mí, pero por supuesto que si tenemos un momento con lo nuevo de brillar y que nos buscan de todos lados, allá iremos. Estamos dispuestos a trabajar, con toda la banda nueva enchufadísima. Tienen muchas ganas los pibes, ensayamos tres veces por semana, no se cansan y tenemos ese hambre de triunfar tenemos esa inquietud de saber qué nos puede pasar.

–¿Cómo ves el momento del cuarteto que es internacional con bandas tocando en lugares como Japón u otros artistas llenando estadios? ¿Te imaginabas que esto en algún momento iba a suceder?
–¡No, no! Lo que estamos viendo los cordobeses con el cuarteto es para sacar pecho, lo que creció es estupendo. Felicitaciones a todos los pibes que han llevado nuestra música a cruzar horizontes y continentes. Es increíble. Me pone bien. Los de antes, los de hace poco y lo de hoy siempre han puesto un granito de arena para que nuestra música saliera al frente, flotara, que volara, que vaya a lo inesperado, a donde nunca pensamos que nuestra música iba a llegar. Sinceramente a mí me pone muy contento.
–¿Cuándo largás en vivo, cuándo vuelve la maquinaria ahí a estar cara a cara con la gente?
–Se habían dicho muchas cosas de a dónde largaba, pero tenemos la suerte de que la Plaza de la Música nos abrió la puerta para debutar ahí el sábado 6 de diciembre. Vamos a estar ahí en la plaza, si Dios quiere y la Virgen con muchos seguidores, con mucha gente que quiere disfrutar de la música, de mi proyecto y a disfrutar yo de ellos, por supuesto.
–Hace algunos años, en uno de los aniversarios de La Barra, era completamente otro tu panorama, pero me dijiste a los 60 años me voy a jubilar, que dejabas de cantar. Me imagino que ahora esa marca pasó para mucho más adelante.
–¡Me quedan cinco todavía! (risas) Mira, antes de esto, yo siempre dije que La Barra la única forma de que dejara era que el público le bajara el pulgar y nos fuimos con un público que nos apoyó siempre. Todos los bailes. Y mirá, cerramos el telón de la mejor manera, creo que hasta histórico puede llegar a ser esta despedida dentro de nuestro género. Todo eso se lo debemos a la gente, porque la gente nos llevó a que nosotros sintiéramos un cariño mutuo en trasladarle todos nuestros sentimientos, toda nuestra música a ellos y tener el cariño de siempre con Carlos (De Piano), con Adrián (Moyano), que somos familia. Lo disfrutamos por 31 años. Ahora tengo muchas ganas de trabajar, de cantar, tengo muchas ganas de mostrarles que todavía soy yo y quiero ser yo en todo aspecto. Demostrarles que puedo dar un poco más de lo que hasta yo mismo me imagino. Así que falta mucho para los 60.