A lo largo de la madrugada de este martes, La Barra concretó aquel “último baile” que sus tres principales referentes habían anunciado en julio pasado, cuando convocaron a una conferencia de prensa también en las instalaciones de Quality.
Ante más de 7 mil personas, Javier “la Pepa” Brizuela, Carlos de Piano, Adrián Moyano y una banda compuesta por 15 músicos sellaron una historia de amor en forma de cuarteto que atravesó a innumerables corazones cordobeses y de otros puntos del país. Muchos de ellos dijeron presente una última vez para ver a “la banda más grande de Córdoba”, que colgó los botines tras 31 años.
Tras versiones de cortocircuitos internos iniciadas a mediados de año, la banda que surgió como desprendimiento de Trulalá en 1994 se despidió de su público por la puerta grande, con tres Quality Arena agotados y un último show que contó con el aval y el acompañamiento de varios colegas del género.
Magui Olave, Lisandro Márquez, Los Caligaris, DesaKTa2, Banda XXI, Los Herrera, Monada, José Sarmiento de The Monkey y “el Turco” Oliva de Cachumba se acoplaron a una fiesta que nadie se quería perder. Tampoco faltaron varios “ex”, como el guitarrista Marcos Cáceres y tres históricos laderos de “la Pepa”: Daniel Guardia, Gabriel González y Chocolino Juárez, el único que estuvo en los tres shows finales.
Con casi cuatro horas de éxitos y temas que quedarán guardados en la memoria emotiva de miles, La Barra le puso punto final a un trayecto que, pese a sus vaivenes, será recordado como uno de los más virtuosos en la rica historia que tiene el cuarteto cordobés.
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
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El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
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El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
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El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
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El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
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El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
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El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
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El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
El último show de La Barra se vivió con emoción y a puro ritmo en el Quality. (Javier Ferreyra / La Voz)
Noche imperdible
La vereda donde se ubica el portón enrejado que da la bienvenida a Quality Arena tiene un ritmo ajeno a la medianoche de un lunes. El reloj marca los primeros minutos del martes 30 de septiembre y el ingreso al complejo de salas destaca un movimiento poco habitual en sus inmediaciones.
Adentro, los miles de barrabaleros que no quieren perderse ni un instante de este último baile se acomodan en la inmensidad de la explanada techada. Muchos, contra las vallas que separan el campo general del sector Vip, con banderas (de Mendoza, Merlo o Balcarce, por ejemplo) de cara al escenario. También, como destacará luego el locutor, hay gente de Catamarca, La Rioja, San Juan y varias provincias más.
Todavía es momento de previa y en las pantallas la periodista Ximena Salkind se pasea con su micrófono. Recorre rostros y testimonios que hablan de un mismo amor, ese que es capaz de generar un grupo que ha entrado de lleno en la vida cotidiana de miles de personas. Por ahora, todo es nostalgia y anticipo de lo que ya no volverá a ser, pero todavía falta una madrugada de despedida definitiva.
Para las 12.15, la conductora sube al escenario y aclara que todo será puntual en este inicio de martes. Inmediatamente, presenta a Gente Negra, banda blusera de barrio Ituzaingó que ofició de apertura durante las tres noches y que sirve como aperitivo musical con reversiones rockeras de algunos temas que más tarde sonarán en la piel más habitual de La Barra.
Menos de una hora después, a las 1.10, Quality ya es un hervidero de ritmo y euforia. La Barra interpreta Lento, la segunda canción de una lista que tendrá más de 40, y el público ya vive la intensidad de una noche inolvidable. Instantes antes, “la Pepa” Brizuela protagoniza los primeros gestos de emoción. Tras no poder ocultar su voz resquebrajada al inicio de Dime qué haré, toma la palabra al final del tema de apertura y asegura: “Es la última, muchas gracias por estar”. Luego completa: “A las tristezas hay que taparlas con alegría”.
Entre el público, varios rostros de la farándula cordobesa (Camilo Nicolás, Carla Dogliani) ratifican el carácter de imperdible de la velada, que continúa con otros dos temazos: Tempestad y La fuerza del corazón. En el costado izquierdo del campo delantero, entre vallas y guardias, Joaco Martín de DesaKTa2 sigue uno de los tantos estribillos que se replican a viva voz entre el público. Martín Pampiglione, de Los Caligaris, también.
La primera selección avanza y suenan Tú te dejaste querer, Yo tu hombre, tú mi mujer y Culpable o no. Faltan 10 minutos para las 2, y Quality ya es una fiesta. Una bandera de las “Brizuelitas” se agita con fuerza en el campo mientras la Pepa suelta otro de sus “ricooo”. En ese momento llegan los primeros invitados de la noche, Lucho Castro y Marcos Gómez, de Banda XXI, que evidencian aquello mismo que se percibe en el Vip: los colegas de La Barra que se acercaron a disfrutar de este último show también son fans del grupo y su larga lista de clásicos cuarteteros. Todos ellos se han criado con estas canciones y las cantan con ese sentimiento de cercanía.
Todos para uno
No pasa nada y Feo y flaco cierran el segmento inicial de la noche y dan paso a la primera pausa. A las 2.20 la banda vuelve a tomar el timón de la noche con Abrázame. Con la segunda selección llegan, también, más invitados. Primero es el turno de Lisandro Márquez, que se suma a Aventurera con su voz como condimento principal para un encuentro de titanes con Brizuela.
Antes de que el exvocalista de Sabroso deje el escenario, el cantante de La Barra define a su colega como un “personaje” y suelta una humorada en el micrófono. “Ustedes no lo conocen, es un culiado”, agrega antes de soltar una carcajadas y agradecerle a Márquez por haber cumplido la promesa de decir presente en la noche del adiós.
Tu me verás y Mi alma duele dan paso a otro momento compartido: Casi la mato, con Juan Taleb y Martin Pampiglione, de Los Caligaris. “No trajimos trampolín”, acota Brizuela antes de presentar a dos de los referentes del grupo cuarterockero con raíces circenses.
El cantante, que hace alusión a su condición de desempleado “a partir de hoy”, dice no querer hablar demasiado para no amplificar la emoción que le ganó de mano en el comienzo. “Pensé que no me iba a pasar”, acota antes de destacar la visita de muchos compañeros de ruta. Es que al ser lunes la noche de este último baile, las agendas confluyeron en y el desfile de invitados se hizo más posible que nunca.
Magui Olave es la siguiente en subir y se encarga de dejar en claro su fanatismo por la banda. “Gracias por tantos años de cuarteto, los amo”, dice la vocalista antes de despedirse y volver a bailar abajo del escenario. Pero falta más, mucho más todavía.
Sobreviviré deja al público listo para el cierre de la segunda selección, que llegó con sendos temas junto a DesaKTa2. Primero Ya no somos ni seremos, junto a Joaco Martin; y luego Te felicito, con Fer Olmedo. La reverencia de ambos cantantes hacia “la Pepa” al cierre del segmento es más que contundente: no hay dudas de que Brizuela es uno de los principales referentes de la nueva generación de figuras del cuarteto.
El tramo final multiplica las presencias estelares. José “The Monkey” Sarmiento aporta su voz para Ni tú, ni yo. Fede y Fran Herrera hacen lo propio en Ando buscando un amor. Los hermanos Ninci (Juanito, Lucas y Agustín) dejan el sello Monada en Romperé. Y “el Turco” Oliva de Cachumba se une a Brizuela para cantar La carta.

Un millón de rosas baja los decibeles en forma de cumbia, pero sólo para ganar envión final. Allí vuelven a ser de la partida tres de los cantantes que pasaron por el grupo: Gabriel González, Chocolino Juárez y Daniel Guardia. Este último, que se reunió con La Barra en 2023 para tres bailes repletos en este mismo Quality Arena, es la frutilla del postre para una despedida que ya no tiene más condimentos para exhibir. Si algo tenía que pasar esta madrugada, está claro que sucedió.
Suena Y sé que vas a llorar -oportunísima- y lo que queda es el final repetido de las dos noches anteriores, que incluye una torta de cumpleaños y un momento en el que los músicos soplan las velas. Es el instante previo a que los abrazos empiecen a concretarse aquí y allá y también una señal más que evidente de que aquello que parecía imposible está ocurriendo. La Barra, como tal, ya no existe más. Pero sus canciones y su legado musical seguirán contagiando amor por el cuarteto en todas sus formas. Tanto arriba como abajo de cualquier escenario.