En la noche del martes y en el recuperado teatro Comedia, se realizó una nueva edición de los Premios Cieya a lo mejor de la música cordobesa.
Además de reconocer a varias figuras emergentes, los impulsores de la distinción le entregaron una estatuilla a Carlos La Mona Jiménez por su trayectoria.
El Mandamás recibió su premio conmovido, casi una hora después de haber ingresado a la sala, apenas comenzada la ceremonia.
Hasta entonces, todo el mundo reverenció a Jiménez y se rindió ante el fulgor que emana con sólo ocupar un espacio compartido con una comunicad de pares.
Pero el tema por discutir es lo que pasó al finalizar la ceremonia: todos (pero TODOS) los asistentes e involucrados en la celebración se le acercaron para pedirle una foto, un saludo y un gesto afectuoso. Él correspondió feliz esa demanda nivel tsunami. Pareció orgulloso de generar empatía y admiración entre jóvenes colegas, y en ningún momento se mostró abrumado como sí lo hicieron quienes lo acompañaban.
Evidentemente, los años de Jiménez en la industria y los niveles inimaginables de endiosamiento del que fue objeto en ellos jugaron a favor para bancar esa media hora agobiante en el Comedia.
Pero no todo el mundo tiene esa espalda vivencial, ni esa personalidad absorbente.
La situación (me) llevó a pensar en la cruzada que lleva adelante en el mercado anglo la joven estrella Chappell Roan, quien ha reaccionado duramente contra fans que no reconocen límites y fotógrafos (no necesariamente paparazzis) que se creen con derecho a todo.
A la autoasumida Princesa del Medio Oeste, la imposibilidad de asimilar estas cuestiones que hacen al sentido común de volverse famosa le pasó factura en términos de salud mental, al extremo de que tuvo que cancelar shows en festivales queer en la que estaba programada como número central. Fue el caso del All Things Go de Nueva York.
“Las cosas se han vuelto abrumadoras en las últimas semanas y realmente lo estoy sintiendo”, escribió en Instagram a modo de explicación por su faltazo.
“Quiero sentirme presente cuando estoy en el escenario y dar los mejores shows posibles. Necesito unos días para cuidarme. Es que mi vida ha cambiado por completo, y eso ha afectado mi salud mental”, reveló.
“Estoy en terapia dos veces por semana. Recientemente fui a un psiquiatra y me diagnosticaron depresión severa, lo cual fue impactante porque no me sentía triste. Pero tenía todos los síntomas: niebla mental, falta de concentración”, sumó para The Guardian la cantante que se monta como drag queen y que ha sido confirmada como número central del Primavera Sound.
Para llegar a estos extremos, Chappell Roan protagonizó situaciones tensas en alfombras rojas y en redes, que la llevaron a publicaciones que luego de convirtieron en manifiesto. Es oportuno reproducirlas.
“Sólo respondé mis preguntas por un segundo: si vieras a una mujer al azar en la calle, ¿le gritarías desde la ventana de tu auto?”, preguntó Roan a los fans en un video publicado en TikTok.
“¿La acosarías en público? ¿Te acercarías a una mujer al azar y le dirías: ‘¿Puedo tomarme una foto con vos?’?”, siguió.
Luego, fue más allá. Mucho más allá: “¿Te ofenderías si ella te dice que no a tu tiempo porque tiene su propio tiempo? ¿Acosarías a su familia? ¿La seguirías por todos lados? ¿Intentarías diseccionar su vida y acosarla online?”
“Esta es una mujer que no conocés y ella no te conoce en absoluto. ¿Asumirías que es una buena persona, asumirías que es una mala persona? ¿Asumirías que todo lo que leés online sobre ella es verdad? Soy una perra cualquiera, sos una perra cualquiera. Sólo pensá en eso por un segundo, ¿de acuerdo?”, sumó en una exposición, en la que además aseguró que le importa “una mierda” si piensan que es egoísta de su parte decir que no a una foto o a tu tiempo o a un abrazo.
“Eso no es normal, eso es raro –sentenció-. Es raro cómo la gente piensa que conocés a una persona sólo porque la ves online y escuchás el arte que hace. ¡Eso es jodidamente raro! Se me permite decir que no a un comportamiento espeluznante, ¿de acuerdo?”, cerró
Esta puesta de punto de Chappell Roan sobre el tema “las cosas que hay que tolerar sólo porque el éxito se ha dignado a tocar mi puerta” ha sido saludada por Miley Cyrus.
La compositora de Flowers, que detenta condición de popstar desde que era niña, dijo entender perfectamente a su colega en ascenso y deseó que no la cancelen por exponer lo que expuso.
“Desearía que la gente no le hiciera pasar un mal rato”, dijo Cyrus en entrevista con Harper’s Bazaar.
“Probablemente sea muy difícil entrar en este negocio con teléfonos e Instagram. Eso no siempre fue parte de mi vida y ahora no soy parte de ella. Ni siquiera tengo mi contraseña de Instagram”, añadió como para dar cuenta de que una forma probable de desentenderse de la cuestión es desengancharse. Ahora bien, ¿es posible desarrollar desde el entretenimiento ese aislamiento en esta fase de hiperconexión?
Sí lo es. Muchas estrellas no tienen perfiles en redes y sólo son funcionales a la demanda de información sobre ellas mediante agentes o eventuales estudios contratantes. Pero aun así, hace falta fortaleza mental para sobreponerse al acoso, algo que, claro está, Chappell Roan no tiene ni está obligada a tenerlo.
