“Que no quede huella”, reza la canción más reconocida de Bronco. Sin embargo, los mejicanos –con más de 45 años de historia– hicieron todo lo contrario: la huella que dejaron (y siguen dejando) es enorme.
Así lo demuestran en su país, donde son leyendas absolutas, y también en varios sitios de Latinoamérica y del mundo, que suelen visitar con regularidad.
Con José “Lupe” Esparza como miembro fundador y líder espiritual y artístico, el grupo sigue vigente y llegará a la Argentina para tocar en el Movistar Arena (con entradas agotadas) y también en el Quality Espacio de Córdoba.
En plena promoción, los cinco integrantes de Bronco charlan con La Voz vía Zoom desde México. Al grupo lo terminan de conformar José y René Esparza –hijos de Lupe, encargados de guitarras y bajos–, Javier Cantú en batería y Arsenio Guajardo en teclados.
Más allá de las preguntas generales dirigidas a todos, la voz cantante la lleva Lupe. Él será quien repase el gran momento musical que vive la banda.
De entrada, la primera consulta fue por la última visita del grupo a Córdoba. Sin pensarlo demasiado, Lupe respondió que fue hace 10 años o más: “Giramos tanto que no recuerdo exactamente las fechas, pero ahorita vamos a reencontrarnos con los cordobeses, y eso nos tiene muy entusiasmados. Nos llena de emoción ir ahora”, expresó.
Resulta complejo intentar encasillar el género musical que llevan adelante. Llegaron al estrellato haciendo música norteña tradicional de México, rancheras, baladas, cumbia y ritmos populares de su país. De algún modo, Bronco es un equivalente a Los Auténticos Decadentes en Argentina. Los años en la ruta y la diversidad y las mixturas de géneros a favor del baile y el disfrute popular, los enlaza y los hermana.
El vínculo con bandas argentinas también los une con Los Caligaris: con los de barrio Residencial América han compartido estudio y homenajes que los propios cordobeses les hicieron sobre el escenario cada vez que pisan México.
–¿Qué pasa cuando se encuentran con ‘Los Decadentes’? ¿Se hacen la pregunta de cuánto más van a seguir?
–(Risas) Siempre es maravilloso. El año pasado tuvimos la oportunidad de compartir escenario con ellos durante nuestro concierto en el Luna Park. Cantamos juntos Oro, en la versión que ellos hicieron, y también Loco, un gran éxito de ellos que interpretamos al estilo Bronco. Fue una experiencia muy divertida, muy especial. Son de esos pocos artistas con los que realmente sentimos una amistad. Ya hemos tenido varias oportunidades de hacer música juntos y de convivir, incluso cuando ellos estuvieron en México pudimos salir y compartir anécdotas. Siempre con muy buena onda y, sobre todo, con mucho respeto mutuo por nuestras trayectorias.
–Acá tenemos nuestro propio “regional”, que es el cuarteto. ¿Los Caligaris les mostraron un poco?
–Tenemos muchísimo respeto y cariño por Los Caligaris. También hay una relación de años y nos han invitado a los escenarios y a grabar. A nosotros nos da orgullo cuando sucede esto porque somos músicos y artistas lejanos, si se quiere, pero la música nos une. Veremos si tienen agenda libre para ir al Quality y también si sale algún cuarteto. Es difícil pero siempre hay lugar.
Tour 45 en vivo
Bronco se encuentra girando con motivo de presentar Tour 45 en vivo, un álbum que editaron en vivo con sus 16 mayores éxitos (13 de ellos con colaboraciones estelares). Tras recorrer con éxito México, Estados Unidos y Centroamérica, la agrupación aterriza en Sudamérica con un show renovado y una producción de primer nivel.
Consultados por la creciente demanda de tickets en Buenos Aires, esta vez tomaron la palabra José y René Esparza, hijos de Lupe y miembros del grupo desde 2012.
“Pues la verdad es que lo tomamos de sorpresa también, que la gente haya agotado un sitio tan grande como el Movistar Arena nos puso supercontentos. No pudimos sumar otra fecha porque no había agenda disponible, pero esperamos pronto repetir en Buenos Aires”, consideró René.
Y su hermano José agradeció la respuesta del público: “En esta ocasión quisimos abarcar un poco más por fuera de Buenos Aires, así que iremos a Resistencia, Chaco, y desde luego Córdoba, que es una de las ciudades en la que esperamos divertirnos y pasárnosla de lo mejor”.
–¿Cómo fue para ustedes sumarse a la histórica banda de su padre? ¿Fue natural?
–José Esparza: Lo más curioso es que nunca estuvo en nuestra mente la idea de integrar Bronco. Desde chicos empezamos a tocar por nuestra cuenta; y claro, la influencia más directa que tuvimos fue Bronco: lo teníamos literalmente en el patio, en el cuarto, en toda la casa. Jugábamos a ser Bronco, sí, pero jamás pensamos que íbamos a formar parte real del grupo.
–René Esparza: No fuimos preparando específicamente para esto; creemos que fue la vida misma, las circunstancias del grupo, lo que nos fue llevando. Para nosotros, es una enorme responsabilidad, porque antes que nada somos músicos y también fanáticos de Bronco. Hacemos todo con mucho corazón, con mucho cariño, y siempre pensando en ese público que ha estado desde el principio, y que ahora también nos está arropando en esta nueva etapa.

–Más de 45 años de carrera, muchísimos discos y canciones insertas en el cancionero popular. ¿Qué los impulsa a seguir?
–Lupe Esparza: Es ese deseo de estar en el escenario, ese enamoramiento que tengo con la música. La verdad, quizás en los papeles, yo ya me hubiera retirado hace 15 años, pero hoy me siento muy motivado. En primer lugar, por tener a mis muchachos aquí conmigo, a los cuatro. Y, además, todavía soy de esos tipos que se ilusionan cuando estamos en un estudio de grabación, haciendo una canción nueva. Me emociona pensar qué reacción va a tener la gente con ese tema. Aún tengo esa motivación, como si fuera un novato. Y eso es lo que me mantiene vigente, lo que me da energía para seguir dando lo mejor de mí a la gente, a ese público al que le he entregado mi cariño y nuestras canciones por más de 45 años.
Para ir
Bronco se presenta el viernes 4 de julio, a las 21.30, en el Quality Espacio (av. Cruz Roja 200). Entradas disponibles desde $ 50 mil + $ 7.500 por costo de servicio vía qualityespacio.com.