Este lunes el mundo del cuarteto cordobés se tiñó de luto. Se confirmó el fallecimiento de Rubén Membribe, más conocido por su nombre artístico, “Pirucho”. Una figura querida del cuarteto cordobés durante los años ’80, Pirucho batallaba contra un cáncer terminal, que finalmente le arrebató la vida.
El cantante supo gozar de cierta popularidad en la década del ‘80 dentro de la escena cuartetera, época en la que además logró establecer un hit muy recordado para los amantes del género: La de los ojos muertos. Su partida reaviva el recuerdo de una época dorada del cuarteto.
De hecho, en algún momento de su carrera Ulises Bueno reversionó aquella vieja canción. Pichín Bueno, el papá de Ulises y Rodrigo Bueno, en algún momento fue manager de Pirucho y también le editó algunos discos en un momento de su carrera.
Pirucho fue uno de los precursores de la música cordobesa e integró el Cuarteto de Oro junto Coquito Ramaló en reemplazo de Carlitos “la Mona” Jiménez.
A pesar de su pasado artístico y la cierta fama que lo acompañó en las décadas pasadas, en sus últimos años, Rubén Membribe se desempeñaba como recolector de residuos en la localidad de Malagueño, donde era un vecino reconocido y querido.
Pirucho llevaba meses internado mientras libraba su batalla contra el cáncer. Hace unos meses había sido sometido a una cirugía de colon, que en su momento había salido bien.
Hoy, la confirmación de su muerte generó un profundo dolor en el ambiente cuartetero.