Este miércoles y en el Festival de Cine de Tribeca (Nueva York), Metallica presentó su nuevo documental Metallica Saved My Life.
Dirigido por Jonas Åkerlund, cineasta ganador del Grammy, el filme profundiza en el poderoso y transformador impacto que la banda tuvo en sus fans.
“A través de conmovedores testimonios de seguidores fieles de todo el mundo, junto con perspectivas exclusivas de la banda, este documental narra las historias entrelazadas del grupo y de las personas cuyas vidas han cambiado gracias a su música”, dice una presentación oficial del encuentro, firmada por Vincent Cassous, su programador.
“Con una mirada íntima a cómo su música ha ayudado a personas a superar desafíos personales, este documental celebra el vínculo duradero entre Metallica y sus fieles seguidores. No te pierdas la oportunidad de experimentar la poderosa conexión entre la música y la transformación personal”, suma el texto que avisaba que, después del estreno, los miembros de la banda y Åkerlund responderían algunas preguntas.
Metallica reincide en el formato documental luego de Some Kind of Monster (2004), que mostraba a la banda dispersa y en terapia de grupo mientras afrontaba la grabación del disco St. Anger (2003).
Metallica Saved My Life va por afuera del grupo; tal como se señaló arriba, se enfoca en su inabarcable base de fans a lo largo y a lo ancho del mundo en esta realización de Åkerlund, quien ha colaborado con el cuarteto californiano en los clips de Turn the Page y Whiskey in the Jar.
La palabra de Lars Ulrich sobre el nuevo documental de Metallica
Lars Ulrich, baterista de Metallica y portavoz, le ofreció una entrevista a Variety en la previa del estreno, en la que dijo que sus compañeros y él ante todo, son amantes de la música que siempre sienten que lo mejor está por venir.
“Siempre estamos esperando la próxima oportunidad de hacer algo creativo o inesperado, o algo que nos desafíe o nos entusiasme musicalmente”, precisó.
“Con esa mentalidad, te controlás. Sin duda, nos controlamos mutuamente y nos hemos controlado a lo largo del camino. Tenemos suerte de priorizar estar en una banda. Decenas de miles de personas, cuando no cientos de miles, empiezan en bandas de rock and roll y luego se marchitan para terminar en carreras solistas o se agotándose. Al final, nos encanta estar en Metallica más que las alternativas”, amplió.
“Sin duda, a medida que uno envejece, tiene que dedicar cada vez más tiempo a que funcione, escuchando y respetando las necesidades de todos y todos los controles y equilibrios. Pero, en definitiva, nos encanta crear música. Nos encanta conectar con los demás a través de la música y, sin duda, creo que queda claro en la película, nosotros también somos fans. Las mejores canciones aún no se han escrito, su mejor álbum aún no se ha grabado y su mejor concierto aún está por venir, no ya atrás”, remató.
Sobre si su enorme base de fans les da libertad para dar grandes saltos, Ulrich expresó: “Me gustaría creer que nosotros mismos dictamos nuestra propia narrativa, y una de las piezas clave del ADN individual y colectivo de Metallica es la curiosidad. Siempre hemos querido mover piedras y explorar nuevas ideas y desafíos. Si la curiosidad es una parte importante de nuestro ADN, otra parte es el miedo a la complacencia, el miedo al miedo, a estancarnos”.
“La claustrofobia: ‘Dios mío, tenemos que seguir evolucionando. Tenemos que seguir creciendo. Tenemos que seguir probando cosas diferentes’. El miedo al estancamiento, a quedarnos en piloto automático, el miedo a la repetición, a simplemente estancarnos. Así que siempre nos hemos impulsado a emprender proyectos creativos nuevos y diferentes. Ya sean películas, trabajar con orquestas sinfónicas, tocar con diferentes productores o nuevos enfoques, es para asegurarnos de mantener la frescura y de que siempre haya desafíos por delante”, redondeó.
E inmediatamente recordó que cuando salió Ride the Lightning (1984), mucha gente les preguntó qué hacían al publicar la canción Fade to Black con guitarras acústicas. “Sin duda, hubo quienes se sorprendieron y la gente del hard rock se preguntaba qué hacíamos. Pero me gustaría pensar que desde el principio dijimos que no nos encasillarían y que no haríamos siempre lo que se esperaba”, consideró.
En la continuidad de la entrevista, el periodista de Variety quiso saber si, a medida que nuevos fans descubren su banda, ¿ve alguna tendencia sorprendente?
“A todos les encanta un gran disco como Master of Puppets, pero ¿hay temas más profundos que llamen la atención de los nuevos fans y que quizás no hayas anticipado?”, profundizó el periodista. Y Lars contestó: “La mayor sorpresa es la diversidad y la falta de una respuesta uniforme a la pregunta. Cuando hablas con 10, 20 o 50 personas —y hablamos mucho a través de encuentros e interacciones con fans—, cada uno tiene una historia diferente. Cada uno tiene un álbum diferente que le engancha. Cada uno tiene una canción diferente. Cada uno tiene una razón distinta para entrar en la banda”.
“Ciertamente, en aquellos tiempos, en los ’80 o ’90, las respuestas eran quizás un poco más sincronizadas, al unísono. El alcance no era tan amplio como ahora, pero hoy en día es un rito de iniciación para los chicos de 13 años llevar a sus padres, o a los padres que traen a sus hijos, a los conciertos. Nunca se sabe qué pasará, con la gente joven descubriendo cosas por el boca a boca, o con otros que lo hacen por algoritmos en sus plataformas de streaming o lo que sea”, cerró.
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