En septiembre de este año, Los Piojos anunciaron su tan esperada vuelta a los escenarios luego de 15 años de parate. Tras varios meses de especulación y rumores, avivados por la publicación del último show brindado en River en 2009, los integrantes de la banda confirmaron un regreso estelar con varias fechas en el Estadio Único de La Plata. La demanda fue tan grande que terminaron confirmando siete conciertos y, posteriormente, su participación en el Cosquín Rock y en el Quilmes Rock.
Sin embargo, no todo fue felicidad. En medio de la algarabía por los anuncios, estalló la bomba: la baja de Micky Rodríguez, bajista y miembro fundamental del grupo.
En un comunicado extenso, Micky expresó que nunca fue informado sobre las decisiones tomadas como grupo, motivo por el cual decidió apartarse. “Soy uno de los fundadores de Los Piojos y no participé en ninguna decisión. Ninguna. Creí y creo que tengo algún derecho. Derechos que no fueron respetados. Me sentí hostigado, maltratado, subestimado, ninguneado, y no me lo merezco. Yo no me lo merezco ni nadie se lo merece”, declaró en una publicación en Instagram.
Así las cosas, el músico recibió un gran apoyo por parte del público. Actualmente, se encuentra tocando con el proyecto “Susversiones” y con su banda La que faltaba, con la cual se presentará este domingo en la Sala Formosa.
En diálogo con La Voz, el musico rompió el silencio y contó sus sensaciones en medio de la calma que anticipa al huracán. Desde su casa en las sierras cordobesas, responde el llamado con la amabilidad que lo caracteriza. Al momento de hablar de Los Piojos, se percibe el tono de seguridad por la decisión tomada, pero también de dolor y frustración por no poder estar.
–¿Cómo estás? ¿Cómo se sigue después de todo?
–Estoy muy bien, gracias. Se sigue con música. Estuve tocando mucho con ‘las versiones’ y ahora retomamos los shows con La que faltaba. La banda siempre estuvo. Es un proyecto que me gusta y que disfruto. El hecho de tocar es lo que más uno disfruta de toda esta historia, de esta dedicación al rubro, digamos. Salir a tocar, ir de gira, es lo que más me gusta hacer y sin duda que ahora encontrarme con la gente de Córdoba va a ser emocionante y las expectativas siempre son buenas. Conoceremos la Sala Formosa, me hablaron muy bien del espacio.
–Viniste hace poco con Ritual 87 junto con Daniel Buira. Ese proyecto lo abrazó la gente y les dio satisfacciones. ¿Esa fue la semilla?
–De alguna manera avivó todo ese fuego que estaba establecido, pero más que nada en la gente que tenía la posibilidad de escuchar canciones de Los Piojos por integrantes de los inicios. No voy a ser tan estricto de decir que lo que vino después fue por eso, pero ahí ya se sentía esa llama siempre latente. Fue una experiencia hermosa.
–Es que la ilusión de una posible vuelta siempre pasó por vos, gracias a tus recurrentes apariciones en los shows de Ciro y la relación que mantenías con Daniel, Piti y demás...
–Sí. Siempre fue el que tuvo el corazón en la historia de Los Piojos y el que lo hizo de una manera clara y precisa. Es una lástima, pero son cuestiones y acuerdos que tenemos que resolver. Son las canciones las que tienen vida y yo soy parte de esas canciones. Tengo la oportunidad de ejecutarlas, de vivirlas, de transmitirlas y hoy es lo que a mí me mantiene tranquilo.
–¿Hubieras preferido ser iluminador antes que bajista?
–(Estallido de risas). Las dos cosas están buenas.
–Hubo una banca de los colegas a raíz de la frase. Pero eso ya se venía viendo a partir de tu comunicado.
–Me pone feliz el apoyo porque siento que me acompañaron y aún hoy siguen acompañando un montón de colegas. Semilla Bucciarelli de Los Redondos, el Mono de Kapanga, y un montón más que me llamaron. Ni hablar los fans y los seguidores de la banda. Los de siempre. Estoy contento con todo eso y remarco la tranquilidad que llevo hoy en día.
–En las redes, el comentario recurrente es ‘arreglate y tocá'. Quizás sin empatizar con tu dolor y la lógica frustración de no estar...
–Estoy en un lugar muy tranquilo que me permite vivir con la mochila un poco más liviana. Y bueno, las redes tienen eso de que parece todo muy liviano y cualquiera te dice cualquier cosa. Por otro lado, también hay un montón de pibes que apoyan la decisión más allá de las internas. Pero ya está decidido y es un tema que ya está claro ahí, en el comunicado que hice. Sin dudas que es un bajón también, porque es la historia que yo hice, en la que yo crecí, pero, bueno, quedan las canciones, y eso es lo que hoy me mantiene vivo.
–¿La relación humana con el resto de tus compañeros está quebrada?
–No, no está todo mal, pero la verdad es que preferiría quedarme ahí con lo que publiqué. Yo soy el que generó la historia, empezamos con Piti y tantos años después es parte de nuestra vida. Y puede sonar repetitivo, pero siempre estuve ahí. Hasta gesté el regreso y me toca verlo de afuera. Cada uno tendrá su verdad. No quiero entrar en disputas. Las diferencias existen, pero son cosas que se resuelven entre nosotros. Veremos qué pasa. Por el momento, es irreversible y no tengo relación.
Para ir
La que faltaba se presenta el domingo 1 de diciembre, a las 21, en la Sala Formosa (Dr. T. Achaval Rodriguez 349). Entradas desde $ 12 mil, vía alpogo.com.