El Luna Park, un espacio emblemático de Argentina, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se encuentra en el centro de la polémica tras anunciarse su demolición por la empresa privada DF Entertainment, con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos y el Arzobispado de Buenos Aires.
Esta decisión generó un debate intenso entre quienes defienden el valor histórico y cultural del estadio y quienes argumentan la necesidad de modernizar sus instalaciones, a 94 años de su fundación.
El proyecto de demolición busca aumentar la capacidad del Luna Park de 8.400 a 13.000 espectadores. Sin embargo, la demolición del Luna Park causó polémica debido a su estatus de “Monumento Histórico Nacional” desde 2007, lo que, en principio, prohíbe su demolición.
La aprobación del proyecto se resolvió en apenas dos meses, un tiempo récord para este tipo de trámites. El último evento realizado en el Luna Park fue el 29 de diciembre de 2024, con un recital de Abel Pintos y Luciano Pereyra.
Reacciones y controversias
La noticia de la demolición del Luna Park provocó diversas reacciones en el ámbito de la cultura y el deporte.
- Sectores de la cultura argentina. Han expresado su preocupación por la posible pérdida de un espacio emblemático.
- Defensores del patrimonio. Argumentan que la demolición viola la ley que protege al Luna Park como Monumento Histórico Nacional.
- Autoridades. La decisión fue impulsada por Mónica Capano, presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, y Juan Vacas, subsecretario de Paisaje Urbano de la Ciudad de Buenos Aires.
El Futuro del Luna Park
A pesar de la controversia, el proyecto de demolición y modernización sigue adelante. La empresa DF Entertainment, liderada por Diego Finkelstein, pagó U$S 1 millón al Arzobispado de Buenos Aires al asumir la gestión y debe abonar un canon anual del mismo monto.

El objetivo es transformar el Luna Park en un espacio más moderno y funcional, capaz de albergar eventos de mayor envergadura. Sin embargo, queda por ver si este proceso logrará conservar la esencia y el valor histórico que han convertido al Luna Park en un ícono de la cultura argentina.
Por qué la Iglesia tiene potestad sobre el Luna Park
El tradicional estadio Luna Park fue cedido a la Iglesia Católica Argentina en 2013. La dueña de la parte mayoritaria de la sociedad propietaria del estadio, Ernestina de Lectoure, lo legó en su testamento en partes iguales a Cáritas, administrada por el Arzobispado de Buenos Aires, y la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco.
Ernestina de Lectoure falleció el 9 de febrero a los 95 años tras una larga enfermedad. No tenía hijos, por lo que en su testamento decidió legar el 95% de Stadium Luna Park Lectour y Lectoure SRL, propietaria del estadio, a las entidades católicas.
El 5% restante está en poder de un grupo de familiares y herederos de Juan Carlos ‘Tito’ Lectoure, sobrino de Ernestina.
Legado cultural y artístico de Argentina
En el Luna Park, inaugurado en 1931, se disputaron las más célebres peleas de boxeo de la historia argentina. Fue escenario de los shows de Frank Sinatra, Liza Minelli, INXS, Luciano Pavarotti, The Doors y Deep Purple, entre cientos de artistas internacionales, además de los principales exponentes del rock y el pop de Argentina.
Ernestina de Lectoure legó además valiosos bienes a la Iglesia, entre ellos un departamento, varios comercios y más de diez cuentas bancarias, al tiempo que donó su amplia colección de obras de arte al museo Benito Quinquela Martín, ubicado en el barrio porteño La Boca.