En una reciente entrevista, Trent Reznor explicó por qué es más prolífico en la composición de bandas de sonido junto a su socio Atticus Ross que ha mantener en actividad a Nine Inch Nails, la banda que fundó a fines de los ‘80 y que se erigió en referencia de rock alternativo en los ‘90.
“Esto se debe a que la cultura de la música apesta”, arriesgo el músico norteamericano, que en 2024 creó la música de Desafiantes y Queer, ambos filmes del italiano Luca Guadagnino.
Para contextualizar esta sentencia categórica a Indie Wire, Reznor añadió: “Lo que buscamos [del cine] es la experiencia de colaboración con gente interesante. Y no hemos obtenido eso necesariamente del mundo de la música, por elección propia”.
“A nosotros nos gusta trabajar al servicio de algo, donde no tenemos el control de todo, y trabajamos íntimamente con un director o un equipo pequeño para intentar ayudar a hacer realidad una visión colectiva, resolviendo ese enigma sin la carga de ‘¿cómo se va a comercializar?’ y todas esas cosas”, ilustró.
Cuando su entrevistador reforzó la idea de que la industria musical ya no es tan propicia para obras genuinamente creativas, Trent Reznor recogió el guante y arremetió: “¿Mencionaste la desilusión con el mundo de la música? Sí. La cultura del mundo de la música apesta. Esa es otra conversación, pero es desastrozo lo que la tecnología ha hecho para alterar el negocio de la música en términos no solo de cómo la gente escucha música sino del valor que le dan”.
En la continuidad del intercambio, Reznor se sintió en la obligación de aclarar que no expresa la cuestión como “un anciano que le grita a las nubes”, sino que lo hace como “un amante de la música que creció en un lugar donde la música era lo principal”.
“Ahora, la música se siente en gran medida relegada a algo que sucede en segundo plano o mientras estás haciendo otra cosa. Esa es una historia larga y amarga”.
“A medida que envejecemos y el negocio de la música se ha vuelto más extraño, nuestra conexión con la cultura del zeitgeist se siente menos cercana, como creo que es natural a medida que uno envejece”, le había dicho el artista al sitio Consequence of Sound.
“Me siento menos conectado con las tendencias y las cosas. No son tan interesantes para mí, y no creo que haya nada malo en eso”, reforzó.
Con respecto a la vuelta que le encontró a mantener con vida a Nine Inch Nails, dijo que puso la estética de la banda al servicio de la banda sonora de TRON: Ares, y así alumbraría su primer disco desde 2020. “Al final del día, es inspirador y se siente como un crecimiento”, sentenció sobre este paso adelante, que, añadió, podría dar pie para hacer más música de Nine Inch Nails no necesariamente asociada el mundo del cine.
“Todo es posible”, cerró.
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