Hecho histórico para la televisión cordobesa: Flor Ferrero, la carismática periodista de El Doce, da el salto a la pantalla porteña para ir ni más ni menos que a TN, señal líder de noticias en términos de audiencia.
Tras largas negociaciones con los directivos del canal nacional entre ella y las autoridades de El Doce, Ferrero aceptó el desafío que le implica además un fuerte cambio a nivel personal.
Es que, lógicamente, desde enero se mudará a Buenos Aires para sumarse a la pantala de TN, en principio en el segmento de la mañana.
El viernes pasado, en la fiesta de fin de año de El Doce, estuvieron invitados varios miembros del equipo ejecutivo de TN que mantuvieron reuniones previas en las que se terminaron de cerrar algunas condiciones para concretar “el pase”.
Entre las más importantes, se destaca que la cordobesa seguirá generando contenido para El Doce, desde coberturas puntuales de hechos vinculados al Espectáculo o el Deporte, hasta material pensado para las redes del canal cordobés o segmentos específicos para Seguimos en El Doce, programa que actualmente integra.
Este miércoles Ferrero viajará a Buenos Aires para una reunión cara a cara con quienes serán sus compañeros en TN, pero jueves y viernes volverá para estar en aire en Seguimos y Telenoche Doce.
En la emisión del lunes del noticiero nocturno, de hecho, Jorge Cuadrado reveló al aire que la periodista se iría del canal de Fader (“ahora que te vas”, deslizó), pero ella mantuvo el silencio.
Dueña de un perfil sumamente desfachatado y simpático, Ferrero tiene además una característica distintiva incluso en la televisión local: una fuerte tonada cordobesa, que ella defiende a rajatabla.
Es muy probable que hayan sido justamente esas mismas “armas” las que le hayan abierto el camino para saltar a la pantalla porteña.
Este martes, Flor Ferrero y sus compañeros en Seguimos en el Doce (Alejandra Bellini, Federico Tolchinsky y Manolo Sánchez), dieron la noticia al aire, anticipando lo que será la inminente despedida de su compañera, al menos del piso del programa.