“Los lenguajes del amor son muy diversos, pero definitivamente, para los apasionados de la gastronomía, cocinarle a alguien es uno de ellos”, anuncia El Gourmet para promocionar su nuevo programa Devuélveme los tápers, un ciclo en el que tres reconocidas cocineras, Felicitas Pizarro en Argentina, Zahie Téllez desde México y Margarita Bernal desde Colombia visitarán las cocinas de “gente común” para aprender sus secretos y dejar en evidencia cómo un táper puede contener mucho más que comida: puede llevar el amor y la tradición de toda una vida.
Felicitas Pizarro confiesa que, aunque este proyecto fue un tanto desafiante porque en vez de cocinar tenía que observar a otros haciéndolo, asegura que se llevó muchos aprendizajes e historias que le nutrieron el corazón.
–¿Qué fue lo que más te atrajo de este proyecto?
–Me gustó la idea de El Gourmet de empezar a contar historias reales. Que el chef salga un poco de detrás de la mesada de su cocina y acompañe a otros. Son programas que se proponen para mostrar realidad y algo que nos interpele a todos. Yo no vivo sola, tengo mi familia y soy cocinera. Sin embargo, voy a la casa de mi mamá y hay algo de su comida que me gusta. Me gusta su arroz pasado, me gustan muchas cosas que mi mamá hace, y que técnicamente están mal hechas. Me fascinan, y siempre me vuelvo de su casa con el táper. Y obvio que los tápers de ella tienen nombre, porque se los robo y porque en general compramos los mismos.
–No sos la única cocinera involucrada en el proyecto, también está Zahie Téllez y Margarita Bernal. ¿Cómo se distribuyen los capítulos?
–Claro, si bien la idea del programa es argentina, también llega a Colombia y a México. Zahie y Margarita visitarán hogares en sus países y en todos los capítulos las historias son diferentes para poder contar algo distinto y no recaer siempre en la hija que visita a la mamá, le saca comida de la heladera y se la lleva en un táper. Hay de todo. Hay abuelas que les cocinan a nietos, hay nietos que les cocinan a sus abuelos, está la historia de un hijo que le cocina a su papá porque los padres están separados y entonces cuando él va a lo del padre le lleva el táper para que coman juntos. Hay historias muy lindas, y algunas reemotivas también. Los episodios de Argentina se verán los martes y los jueves; los filmados en México, los lunes y los miércoles, y los capítulos de Colombia se podrán ver los viernes.
–¿Cuál fue el desafío más grande que te supuso “Devuélveme los tápers”?
–Para mí fue un redesafío el programa, y lo hablé con el productor. Es mucha la paciencia que hay que tener cuando uno quiere grabar con gente que nunca hizo televisión, y que nunca cocinó en televisión. Personalmente, el mayor desafío fue que yo no cocinaba, e instintivamente quería meter las manos, pero logré contenerme. Por dentro pensaba “yo lo haría distinto, pero, bueno, es una señora que tiene 85 años y ella lo hace así, ¿qué le voy a decir?”. Me mordí la boca y pude ver cómo cocinan otros, y fue muy lindo, te nutre un montón. Desarrollé más la empatía, me puse en el lugar de esa gente a la que se le meten por primera vez a la casa con cuatro cámaras, la maquilladora, el vestuarista, las luces, el sonido, y… es un montón, te ponés un poco nervioso.
–En este intercambio de formas y recetas, ¿descubriste algún tip o consejo para comenzar a aplicar en tu cocina?
–Estuve en la casa de una señora que hacía comida armenia para todos sus nietos y ahí aprendí un montón de cosas, fue espectacular. Ella tenía otra forma de cocinar, otros condimentos, otra forma de hacer un arroz, por ejemplo. Todo era diferente. Ella nos esperó con un desayuno que tenía empanadas de queso, dátiles, o sea... ¡todo increíble! Te sentís muy agasajado. Ese creo que fue, tal vez, el capítulo que más me gustó. Me dejó pensando. Volví con ganas de hacer un programa así también, que muestre cómo se cocina en las distintas colectividades, porque hay muchas familias que mantienen mucha tradición y que están superalejadas de lo que hago yo, o de lo que se muestra en televisión también.
–Como cocinera, quizás por haber estado en varios programas y “realities” de cocina, tenés un perfil bastante popular, pero te has sabido mantener al margen de las “guerras mediáticas” que sí afectaron a otros de tus colegas. ¿Sentís que es una cuestión de suerte o de actitud?
–Soy una persona que tiene mucho carácter, pero no busco el conflicto. Busco laburar y pasarla bien, y de donde no me gusta estar, me voy. No es que ando renunciando, pero elijo lugares que les suman a mi trabajo y a mi persona. Y tuve suerte también, me encontré con buenos compañeros de trabajo. Creo que soy una persona fácil para convivir y trabajar, me gusta que al otro le vaya bien, me gusta aprender del otro, pero también digo lo que pienso. No soy complaciente, tengo mi postura en un montón de casos, pero también quiero tener una buena convivencia, aprender y tirar para adelante. He tenido situaciones de conflicto, claro, pero quedan para mí. No lo comento. Creo que hay un poco de las dos cosas, y también creo que me puede llegar a pasar, pero hay que saber irse también.
Para ver
Devuélveme los tápers. En El Gourmet. De lunes a viernes a las 20. Nuevos episodios en Argentina los martes y los jueves; en México, los lunes y los miércoles, y en Colombia, los viernes.
