Florencia Peña enfrentó al cronista de Intrusos (América TV) para dar su versión sobre la escandalosa denuncia realizada por Viviana Canosa, que la acusa —junto a otras figuras del espectáculo— de delitos gravísimos como abuso de menores y trata de personas. Con firmeza y algo de ironía, la actriz de Mamma Mía dejó en claro que no tiene nada que ocultar.
“Pasé por muchos estados, nunca viví algo igual”, confesó Flor, aún conmocionada por la magnitud de la acusación.
El periodista la abordó a la salida de un ensayo teatral y le consultó: “¿Te apoyás en la familia?”. Sin vueltas, ella respondió: “Me apoyo en la familia. Estamos con mis amigos, los que estamos ‘implicados’, tratando de entender por qué, para qué, qué quieren contarle a la gente con esta mentira”.
En ese sentido, Peña remarcó la falta de sustento legal de la denuncia. “Por qué alguien le tomó una denuncia en potencial. No hay ni una sola prueba. No se aportó ningún dato. No hay antecedente alguno”, destacó.
Además, denunció la gravedad de que se habiliten causas mediáticas sin elementos probatorios. “Pareciera que en este país cualquiera dice cualquier cosa. Eso tenemos que cambiar. Esto no puede volver a pasar”, insistió.
Sobre la posibilidad de que el abogado Fernando Burlando —quien representa a varias de las personas mencionadas en la causa— solicite la revisión de su teléfono, respondió con humor: “Se lo entrego. Es un incordio para mí porque tengo que conseguir otro teléfono”.
“Todo es tan delirante que me da vergüenza seguir hablando de esto”, aseguró. Y, sobre cómo vive este momento en su vida cotidiana, dijo: “La gente en la calle me dice ‘fuerzas, Flor’. La gente no puede creer. Un nivel de locura total”.
Más allá del impacto personal, Peña señaló que lo que más le preocupa es el precedente que se puede sentar: la normalización de denuncias públicas sin pruebas, amplificadas por redes sociales y medios de comunicación. “Esto no puede volver a pasar”, enfatizó.