Desde Punta del Este, donde está pasando el verano y dejando varios titulares mediáticos, Graciela Alfano brindó una extensa entrevista al diario Clarín, en la que habló sin filtró de muchísimos temas.
Entre otras cosas, reveló que está empezando a trabajar en una serie sobre su vida. “Me llegó una propuesta para hacer una ficción con la historia de mi vida, algo que me tiene entusiasmada y en el que ya me puse a escribir parte del que podría integrar el guión”.
Además, no le tembló la pera al momento de decir quién le gustaría que la interpretara: la China Suárez.
“Yo soy ‘chinista’ de la primera hora, ella me encanta, tiene una gran personalidad, la veo tan parecida a mí, tan libre, que va por la vida haciendo lo que quiere, pero a la vez una madre responsable”. ¿Si me preocupa que la serie toque algunos temas del pasado? No, yo estoy en paz con el pasado, sí puede haber algunos temas difíciles, pero yo tengo muchos ovarios”.
El cáncer superado
En la nota habló sobre el duro diagnóstico médico que enfrentó hace dos años, cuando tuvo un cáncer de riñón y en la tiroides. “Imaginate, no entendía nada. Una persona como yo, sana, que se cuidó toda la vida, que hizo deportes y tuvo alimentación sana... Pero eso me obligó a buscar las razones, los motivos y empecé con biodecodificación, ayahuasca, constelaciones, temazcal, reiki, astrología, kaballah... Me metí en todo un conocimiento espiritual y metafísico para encontrar explicaciones y para tener un mayor conocimiento de mi interior y de mi pasado”.
Sin embargo, más allá de las terapias alternativas, acudió al tratamiento de la medicina tracional… y a los abogados y contadores. “Me operé rápidamente, fueron dos intervenciones de siete horas cada una... Hablé con abogados y escribanos, me contabilizaron mis bienes materiales para dejarles en herencia a mis hijos y dejé expresamente dicho que quería que mis cenizas las tiraran en las Islas Maldivas donde está parte de mi familia y hasta había averiguado por un charter e investigado por una eventual eutanasia. Pero aquí estoy, no hubo metástasis y me reconstruí”.
“Me pueden pasar cosas malas, pero soy una persona positiva, optimista y que siempre mira para adelante. Nunca me vas a ver lamentarme y mucho menos victimizarme”.
El costo de ser una diva a los 72 años
Alfano afirma que a los 72 años está en el mejor momento de su vida. “Que digan lo que quieran, pero esta edad es la mejor, hay que desmitificar que se llega encorvada, a duras penas, no, no querido, yo represento a una nueva longevidad, una etapa de la vida en la que se puede amar y ser amada, y también disfrutar de los nietos, como me pasa a mí. Yo gozo el día a día, viajo, trabajo y me cuido mucho para mantenerme”.
En la entrevista reveló la estricta rutina que está siguiendo incluso en sus vacaciones.
“Me levanto a las seis menos cuarto para estar en el gimnasio a las seis. Entreno una hora intensa hasta las siete, me ducho y desayuno. A las 9 me voy a la playa a nadar, vuelvo al hotel, más tarde almuerzo con amigas de la vida, me recuesto un rato, tomo una sesión de masajes y después juego al Rumi. A la noche suelo tener algún evento, pero me escapo para no terminar tan tarde. Soy una marca que, entre otras cosas vende belleza y eso un poco presiona”.
Eso sí, también admitió que pasó muchas veces por el quirófano. Y que lo volvería hacer mil veces más.
“OK, reconozco que me he hecho todo lo que una se puede hacer, no me mantengo comiendo lechuguita, todo lo que me ayude a estar mejor, me lo hago, me lo pongo. Yo hago con mi cuerpo lo que quiero. A mí me gusta cambiarlo, es una obligación que tengo un poco por mi trabajo”.
Por supuesto que (las cirugías) duelen físicamente, pero ¿cuántas cosas te duelen? Yo no le tengo miedo al dolor. Si tuviera que entrar mañana al quirófano no lo dudaría, lo haría todas las veces que pudiera. No me vengan con esas pelotudeces de las minas que dicen ‘ay, no, yo soy natural’, por favor... Crean lo que quieran, piensen lo que se les dé la gana, pero la vida es otra. Me encanta hacerme de todo. Soy coqueta”.
“Acá hay mucho trabajo de gimnasio, una alimentación sanísima, sin excesos... Yo peso las proteínas antes de comerlas. Y quien maneja todo, el motor, que es mi cabeza de amplia cobertura”.