En una noche catalogada por Santiago del Moro como una “locura” y una “final adelantada”, Chiara Mancuso abandonó en la noche del lunes la casa de Gran Hermano Argentina tras enfrentarse a Luz Tito en una placa que generó una “votación récord millonaria”. El resultado final fue contundente: Luz obtuvo el 57.3% de los votos, mientras que Chiara acumuló el 42.7%.
La salida de Chiara fue uno de los puntos altos de lo que va del juego, porque a dichos del conductor, fue un “duelo de tribunas espectacular”, que puso cara a cara a dos jugadoras consideradas “muy fuertes” y con “personalidades muy fuertes”. Para muchos de los panelistas, era una “pena que cualquiera de las dos se vaya porque en esta instancia las dos son de personalidad muy fuertes y muy interesantes de ver ambas”.
Dentro de la casa, la noticia de la eliminación de Chiara provocó una ola de emociones y despedidas. Ulises, el cordobés aliado de Chiara, se quedó afectadísimo repitiendo múltiples “Te amo, gorda” dirigidos a su ahora ex compañera.
Ulises le pidió que se cuidara afuera y que se juntara con “la gente que vale la pena”. Hubo quienes expresaron tristeza y no podían creer su salida, mientras otros mencionaron que muchos “van a respirar” porque querían que se fuera, pero reconocieron que “se va a extrañar en la casa una persona” que fue una “protagonista”.
Chiara y Luz, de amigas a enemigas
Chiara fue descrita en varios momentos como una jugadora con “desparpajo”, “carisma” y “vulnerabilidad”. Era muy “pasional”, “emocional”, lloraba, reía, saltaba, bailaba, cantaba, se tiraba, se peleaba y se amigaba.
La relación entre Chiara y Luz fue compleja; aunque al comienzo dijieron que tenían una “conexión de almas” y se decía que eran “muy unidas”, el juego las llevó a enfrentarse, incluyendo discusiones muy fuertes.