En las últimas horas, la casa de Gran Hermano se ha convertido en un verdadero campo de batalla, donde las estrategias de juego parecen estar enfocadas en la confrontación y la hostilidad. Los últimos cruces verbales evidencian un clima de tensión permanente que mantiene a los participantes al borde del enfrentamiento. Cualquier chispa, puede desencadenar un incendio.
Uno de los altercados más recientes tuvo como protagonistas a Lourdes y Bati. La discusión escaló rápidamente cuando se abordó el tema de la compra semanal en el supermercado. Bati expresó su descontento con la compra, a lo que Lourdes respondió de manera agresiva, diciéndole “bueno flaco anda a tu casa a tomar leche”.
Bati intentó hablar sobre el tema con Lourdes en privado, pero ella lo confrontó frente a todos. La situación se intensificó con acusaciones mutuas sobre la forma de jugar, llegando a insultos directos. “Sos básica, cagona, te escondés atrás de los gritos y solo repetís y repetís”, le dijo él.
Eugenia se le plantó a Lourdes: “Parecías el gatito de Shrek”
Este enfrentamiento no fue un hecho aislado. Lourdes también protagonizó una fuerte discusión con Eugenia, donde los insultos fueron moneda corriente. Eugenia acusó a Lourdes de ser una “copia berreta de Furia, insoportablemente agresiva” y de ser “cagona” por supuestamente amedrentarse ante la otra participante que dejó la casa hace pocas horas.
Lourdes, por su parte, desafió a Eugenia a pelear, pero esta última se negó a darle el gusto, argumentando: “No te voy a dar el gusto Lulú, Lourdes… porque de Lulú no tiene nada”. La disputa se caracterizó por gritos, acusaciones de falta de inteligencia y referencias a estrategias de juego consideradas “básicas”. Eugenia le dijo: “Cuando Furia se te paró en seco, te haz hecho la gatita mimosa, y eso es de cagona. Sos pícara para putear, pero cuando te agarró Furia parecías el gatito de Shrek. En mi barrio eso es ser cagona”
Ulises y Chiara, enfrascados en una relación tóxica
Además de las peleas puntuales, las dinámicas relacionales dentro de la casa también reflejan este clima hostil. La relación entre Chiara y Ulises fue descripta por la producción del ciclo como “la relación más tóxica de la casa de Gran Hermano”.
En un fragmento de su conversación, Chiara expresó su frustración y falta de confianza hacia Ulises: “Siempre querés salvar tu culo, lo que te pedí es que estés conmigo porque yo me siento sola”. Ella también manifiesta sentirse “regalada” y decepcionada por la falta de apoyo de Ulises en momentos de tensión.
Este ambiente de constante conflicto y desconfianza parece ser una característica distintiva de esta edición de Gran Hermano. Las cámaras capturan diariamente cómo las diferencias de opinión y las estrategias de juego se traducen en intensas discusiones y ataques personales. La convivencia, lejos de ser pacífica, se presenta como una lucha constante por el protagonismo y la permanencia en la casa, donde la confrontación verbal se ha convertido en la norma.