Cuando bajó la espuma del estreno, los 24 participantes de Gran Hermano comenzaron a conocerse más y analizar con quiénes se podrían aliar para sobrevivir en los próximos meses. También se vivieron los primeros chispazos y dos jugadoras terminaron llorando.
A diferencia de las lágrimas que derramaron Luciana y Juan Pablo al contarle a todos sus historias de vida, Petrona y Delfina quebraron en llanto por los dichos de sus compañeros en las últimas 24 horas de convivencia.
La tucumana se sintió mal luego de que muchos la culparan por no dejar dormir a causa de sus ronquidos y sonambulismo. “Queremos tapones para los oídos porque no podemos dormir por los ronquidos”, pidieron Martina y Delfina en el confesionario, pero el host de la casa se los negó.
Los jugadores se levantaron varias veces a ver a Petrona como sonámbula y se rieron de la situación. “Chicos no se puede más. Es heavy en serio. No pude dormir”, señaló enojada Jennifer. Al día siguiente, la peluquera recibió muchas indirectas y se quedó muy mal.
Varias mujeres la hablaron después porque encima los varones le dijeron que no podía dormir con ellos bajo ningún concepto. Petrona se largó a llorar y algunas de las chicas la fueron a abrazar. “Seguro sos meme en todos lados”, le dijo Keila.
Hacia la noche, tras el juego del liderazgo, “Tato” se consagró como el ganador y eligió a Petrona, Delfina, Jennifer y Sandra para que este miércoles se queden fuera de las nominaciones, es decir, les impugnó los votos. La modelo se mostró muy enojada con la decisión de su compañero y se largó a llorar.
“Me van a votar. Ya sé que no es algo personal, pero siempre que tengo que zafar de algo me eligen a mí. Me da bronca”, resaltó Delfina mientras se limpiaba las lágrimas y el maquillaje. Para ella, la jugada del uruguayo es más que no dejarla nominar, es una clara señal para que los demás la voten a ella.