Ulises volvió a autocandidatearse como uno de los participantes más transparentes y frontales. En una extensa intervención en el confesionario, el cordobés sacó a relucir su conocimiento de política y habló como si efectivamente fuese un candidato disputando elecciones, pero con el objetivo de exponer a algunos de sus compañeros. En particular de Tato.
“Se cayeron las caretas de una fiesta de disfraces que está terminando”, dijo Ulises a modo de titular. “A los que estábamos expuestos siempre nos costó un poco más disfrazarnos de otras cosas porque somos los que somos, honestos, transparentes, como siempre lo he dicho”.
Así, cuestionó la imagen que algunos participantes proyectaban inicialmente. “Miren qué raro que se puso Gran Hermano que nadie podía decir cosas sobre Martina porque era buena, simpática, linda y modelo ¿y ahora resulta que es la lleva y trae? ¿Resulta que la casa está descubriendo que el más falso se llama Santiago? ¿Pero si era él tan bueno?”.
Ulises, a medio camino entre el comentario analítico pero con ironía y humor, apuntó contra las estrategias de juego que considera desleales. “Resulta que el bondadoso y generoso utiliza a dos chicas que realmente son muñecas, pero esta vez muñecas de torta, y las utiliza para que se expongan en placas así de él nada se sabe. ¡Jamás le pedí a uno de los míos que ponga el cuerpo por mí! Y ahora empezamos a ver que la casa tiene la misma mirada que yo vengo planteando, que los más malos y los más locos, sí somos malos y locos… pero somos honestos, pero somos transparentes y jamás le pedimos a nadie que ponga el cuerpo como piden ellos”.
Ulises buscó distanciarse de aquellos que, según su perspectiva, manipulan a otros para evitar la exposición en las nominaciones. “Es un muñeco, no hace falta que yo diga que es un Ken”, dilapidó a Santiago. “Se queda callado porque de su boca salen cosas horribles”.
Y por supuesto que una vez más volvió a apalancarse con sus comprovincianos. “Estoy agradecidísimo no solo los cordobeses sino toda la Argentina que ha apostado a que este chico con 27 años que no tiene nada, ni siquiera apellido, esté dentro de la casa de Gran Hermano”.
Desde el confesionario, Ulises le pidió al público que lo siga apoyando en el juego. “Con ustedes soy transparente, con ustedes soy honesto, de la misma forma que intento acá en la casa por más que se diga lo que se diga, no me interesa convencer a nadie que no sean ustedes”.
Por último, y ya lanzado como si fuese un cierre de campaña, dijo: “Les pido la misma rigorosidad con los demás. Les pido que me acompañen este domingo para seguir sacando las caretas, para seguir bajando personalidades que no son, para seguir diciéndole deslegales a los que en realidad son desleales”.
La audiencia tendrá la última palabra sobre si acompaña o no la cruzada del cordobés.